El encuentro del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas hondureñas en Managua ocurrió en un contexto en el que la administración de Xiomara Castro enfrenta crecientes críticas por su manejo de la seguridad, la narrativa oficial desde el Estado y la institucionalidad. El gobierno mantiene una relación estrecha con regímenes como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua, lo que refuerza las sospechas de un acercamiento ideológico que erosiona cada vez más los valores democráticos en Honduras.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Tegucigalpa, Honduras
La reciente visita del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Roosevelt Leonel Hernández Aguilar, a Nicaragua ha generado un fuerte rechazo entre la población hondureña. Las reacciones en redes sociales digitales han sido contundentes, con cientos de comentarios que critican la cercanía del alto mando militar con el régimen sandinista de Daniel Ortega y su esposa y ahora copresidenta Rosario Murillo. El video publicado por COYUNTURA en TikTok sobre la presencia del general en Managua el viernes 21 de febrero -para presenciar el primer acto de la monarquía sandinista gracias a una nueva Constitución- ha alcanzado casi las 40,000 reproducciones, 1,017 "me gusta" y casi 500 comentarios, la mayoría expresando descontento y sospechas sobre las intenciones de este acercamiento. Además, otros medios centroamericanos, activistas y opositores al gobierno de Libertad y Refundación (LIBRE) han compartido el contenido y la noticia, amplificando el alcance de la información a un estimado de 100,000 personas, principalmente en Honduras, pero también en Nicaragua y Guatemala, según esta Redacción.
Si bien las Fuerzas Armadas (FF.AA.) de Honduras justificaron la visita como parte del intercambio bilateral y la existencia de operaciones conjuntas, la gira del general Hernández Aguilar incluyó no solo lugares de interés militar, sino también restaurantes, centros comerciales y sitios turísticos. Esto ha sido documentado gracias a fuentes de las Fuerzas Armadas hondureñas, lo que ha incrementado las sospechas de que el viaje pudo tener un trasfondo más político que estrictamente institucional. Las críticas en redes no se han limitado al video de COYUNTURA. Medios tradicionales como El Heraldo también registraron una avalancha de comentarios negativos en sus plataformas. En un solo post de Facebook, el diario hondureño recibió más de 160 comentarios, la mayoría de ellos cuestionando la visita y acusando al general Hernández Aguilar de acercarse peligrosamente a un régimen autoritario sin precedentes en Centroamérica.
El análisis de los comentarios en TikTok y Facebook refleja tres preocupaciones principales entre la ciudadanía:
Un Ejército al servicio del partido en el poder
Muchos usuarios consideran que la visita a Nicaragua es una señal de que las Fuerzas Armadas de Honduras han dejado de ser una institución apolítica y obediente, convirtiéndose en un instrumento del oficialista Libertad y Refundación (LIBRE), cuya precandidata presidencial, Rixi Moncada, es también la ministra de la Secretaría de Defensa. Expresiones como "las FF.AA. ya no existen, ahora son parte del narco partido" o "Honduras va por el mismo camino que Venezuela y Nicaragua" fueron recurrentes en los comentarios.
Acusaciones de corrupción y vínculos con el narcotráfico
Algunos comentarios hicieron referencia a la supuesta relación entre el Ejército hondureño y el narcotráfico. Frases como "Ya solo falta que la DEA venga por este general" o "Los militares están al servicio de los Zelaya" sugieren una profunda desconfianza en la integridad de la institución castrense.
Preocupación por un alineamiento con regímenes autoritarios
La visita a Nicaragua generó temores de que el gobierno hondureño esté buscando consolidar un modelo de administración más autoritario, tomando como referencia la administración de Ortega o la de Nicolás Maduro. Los usuarios compararon la situación con países como Cuba y Venezuela, manifestando su preocupación de que Honduras siga el mismo rumbo.
El rechazo masivo a esta visita militar no es un fenómeno aislado, sino parte de un contexto de creciente desconfianza hacia el gobierno de Xiomara Castro y su relación con figuras del "socialismo" del siglo XXI. El oficialismo ha evitado dar declaraciones detalladas sobre la gira del general Hernández Aguilar, limitándose a argumentar que se trató de una visita de "cooperación y diplomacia". Sin embargo, la falta de transparencia sobre los objetivos reales del viaje ha contribuido a alimentar la indignación ciudadana.
El impacto de este episodio podría extenderse más allá de las redes sociales. Las Fuerzas Armadas de Honduras han sido tradicionalmente una de las instituciones con mayor poder en el país, pero el malestar generado por este viaje podría erosionar aún más su credibilidad ante la ciudadanía. La imagen de un cuerpo armado supuestamente neutral se ve afectada cuando su liderazgo se involucra en encuentros con regímenes señalados de violaciones a los derechos humanos y prácticas autoritarias sin límites.
Lejos de ser un simple encuentro de cooperación entre ejércitos vecinos, la visita del general Roosevelt Hernández Aguilar a Nicaragua, en medio del proceso electoral hondureño de 2025, ha encendido alarmas en la opinión pública hondureña. La percepción generalizada es que este acercamiento con la dictadura del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y Julio César Áviles, jefe del Ejército de Nicaragua, no solo pone en entredicho la independencia de las Fuerzas Armadas, sino que también refuerza las sospechas de que el sistema de LIBRE busca consolidar un control más fuerte sobre la institucionalidad del país.
En un contexto donde la situación política y social de Honduras es cada vez más polarizada, la respuesta de la ciudadanía ante este evento es una señal clara de que cualquier acción del gobierno, su gente y las Fuerzas Armadas será vigilada y cuestionada con rigor. La confianza pública, ya debilitada por crisis políticas anteriores, parece estar en juego nuevamente.
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