Las y los excarcelaron mientras dormían. Las y los desterraron sin una justificación constitucional. Las y los declararon apátridas. Y ahora, en medio de su propia incertidumbre, deben actualizar o reiniciar su vida, mientras la ciudadanía encuentra en sus rostros un sentimiento "esperanzador". Otros 38 siguen en las cárceles del régimen Ortega-Murillo, cuando en Nicaragua se sigue legalizando el terror y las violaciones a los derechos constitucionales y humanos.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Washington, Estados Unidos de América
"Yo quería regresar a mi casa, a encontrar a mis padres, a mi barrio, a toda mi familia. Pero, no se pudo", declaró el activista Yaser Muhamar Vado, en un claro momento agridulce, entre la felicidad de estar libre y la tristeza de ser desterrado de su propia tierra. Él, junto a otros 221 nicaragüenses, fue trasladado a Washington, Estados Unidos de América (EE.UU.), en una jornada en la que por primera vez en la historia se despoja en masa la nacionalidad nicaragüense.
El grupo de ciudadanas y ciudadanos -muchas y muchos declarados culpables en juicios carentes de legalidad jurídica y legitimidad pública desde 2018-, fue obligado a firmar documentos que en una línea señalaban el "desplazamiento voluntario". Además, tras ser declarados "traidores a la Patria" por la administración sandinista de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, fueron despojados de sus derechos y de su condición legal de nacional de Nicaragua, a través de la reforma al Artículo 21 de la Constitución Política, aprobada de forma ilegal -en solo una Legislatura cuando deben ser dos-, horas después del desplazamiento forzado.
Pero las sonrisas y la alegría de los encuentros reinaron. "Yo creía que me iba a tener que esperar más tiempo para verla", le dijo el líder juvenil Lesther Alemán a su mamá, quien, plena de emoción, no pudo contener las lágrimas mientras sostenía una imagen del Sagrado Corazón de Jesús y abrazaba a su hijo.
"Tenés que admitir que es una situación subreal", comenta a la Redacción de COYUNTURA un periodista que desde Washington captura los abrazos, las carcajadas y el entusiasmo, pero también documenta el temor, la incertidumbre y cautela. "Ahora viene un camino complicado. Muchos de ellos dejaron a su familia en Nicaragua, otros tienen conocidos y amistades en territorio estadounidense, y la gran mayoría debe buscar que hacer", señala.
En medio de los chequeos médicos, las declaraciones al sistema migratorio estadounidense y las preguntas de los periodistas nicaragüenses en el exilio o de la prensa internacional, estas 222 personas, convertidos en apátridas por la administración Ortega-Murillo, deben actualizar su mundo y reiniciar su vida. Varias y varios reconocieron, según documentó la Redacción de COYUNTURA, que están "desubicados" en el contexto de Nicaragua o del mundo. La mayoría todavía no entiende las implicaciones de este destierro y del despojo de su nacionalidad.
"La Patria se lleva en el corazón. Aunque algunos nos hayan querido desterrar, Nicaragua se lleva en la sangre. Vamos a ser nicaragüenses siempre", dijo el exaspirante a la Presidencia en 2021, Félix Maradiaga, quien también pide a la prensa un momento de descanso, para "disfrutar" de su familia. A su hija no la veía desde hace más de tres años. Su esposa Berta Valle no contuvo la alegría y sonreía en todo momento durante el encuentro.
Por otro lado, los mensajes en las redes sociales digitales y en los medios de comunicación independientes por parte de la ciudadanía dentro y fuera de Nicaragua son alentadores. "¡Qué bendición", señalaba Rosa M. de Matagalpa. "Es un verdadero milagro", dijo la periodista Lucia Pineda Ubau. "Hoy fue el inicio del fin", se leía en la cuenta de Violeta S. "Se respira esperanza", dice un periodista.
"Sorprendente". Así tituló el copresidente Ortega la jornada y los sucesos ocurridos este jueves 09 de febrero, carentes de validez jurídica. Recordó que desde agosto de 2021 ha insistido en su traslado fuera de Nicaragua. "Yo dije que deberían de llevárselos", señaló el mandatario sandinista.
Al cierre de este texto, en cadena nacional, Ortega aseguró que la idea de la "deportación" fue de su cónyuge, Murillo. "Deciles vos (a la embajada de EE.UU.). Tal vez lo escuchan allá. Realmente no se me ocurría a mi que... eh... porque no se trataba de negociar nada. Esto debe quedar bien claro", dijo el mandatario, quien también acusó al escritor Sergio Ramírez de "traidor", por un artículo titulado "Desterrados pero libres", publicado hoy en El País.
Dice, además, que fueron 228 las y los nicaragüenses puestos a disposición para la "deportación", tras plasmar la firma del Poder Judicial el miércoles 08 de febrero de 2023.
Suscríbase aquí a El Boletín de COYUNTURA y reciba las noticias de la actualidad de Nicaragua, Centroamérica y el mundo.
Comments