El Salvador tendrá elecciones para renovar a sus funcionarios en febrero y marzo del próximo año. "Se elegirán 622 funcionarios: presidente y vicepresidente de la República, 60 diputaciones propietarias y 60 suplentes de la Asamblea Legislativa, 20 diputaciones propietarias y 20 suplentes del Parlacen, 44 alcaldes/alcaldesas, 44 síndicos, 196 regidores propietarios y 176 suplentes", explicó el órgano electoral.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
San Salvador, El Salvador
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador marcó el inicio del calendario político/electivo del país centroamericano con un anuncio trascendental: las elecciones presidenciales y legislativas se llevarán a cabo el domingo 04 de febrero de 2024. Además, el domingo 03 de marzo de dicho año se celebrarán los comicios para elegir a los 44 consejos municipales y los 20 diputados del Parlamento Centroamericano (Parlacen). Una convocatoria que se desarrolla en medio de debates legales y preocupaciones internacionales, en un país que ha experimentado un cambio político, social y legislativo drástico bajo la Presidencia del "revolucionario 'millennial'" Nayib Bukele.
Uno de los aspectos más destacados de estas elecciones es la posibilidad de que el actual mandatario busque la reelección a pesar de que está prohibida -en más de un Artículo- por la Constitución salvadoreña. Esta controversia ya es objeto de debate desde que Bukele anunció su intención de buscar la reelección en septiembre del año 2022, y tras el respaldo de Nueva Ideas, la ahora mayor fuerza político-partidaria del país centroamericano.
La Constitución de El Salvador prohíbe expresamente la reelección presidencial, pero la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) emitió una resolución que interpretó un artículo de la Carta Magna permitiendo la participación del presidente en la contienda electoral por una segunda ocasión. Esta decisión de la Sala es parte de otro debate legal y político en el país. Así pasó en Nicaragua, cuando Daniel Ortega aseveró que "es" su "derecho humano" la reelección sin freno. El sandinista logró volver al Ejecutivo en 2007, y desde entonces hasta la fecha no ha cesado su mandato.
Abogados constitucionalistas, como Enrique Anaya, han reafirmado la ilegalidad de la reelección continua de Bukele, argumentando que la Constitución prohíbe explícitamente esta posibilidad en varios artículos. Sin embargo, algunos defensores de la decisión de la Sala del CSJ argumentan que esta habilitación vía resolución judicial es suficiente para validar la candidatura de Bukele, pasando por encima de la Carta Magna salvadoreña.
La controversia no solo se ha limitado a la esfera legal, sino que también ha generado preocupación a nivel internacional. Organizaciones como la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) han instado al TSE de El Salvador a respetar los estándares internacionales en derechos humanos durante el proceso electoral. Mientras tanto, las redacciones independientes se preparan para cubrir los comicios más importantes de la historia reciente del país centroamericano -incluso más cruciales que los comicios que le dieron la Presidencia a Bukele por primera vez-, cuando Nuevas Ideas y el jerarca del Ejecutivo afiancen su proyecto político e institucional en todo el territorio, o al menos en la mayor parte.
La popularidad de Bukele
A pesar de las preocupaciones legales y las críticas internacionales, el presidente Nayib Bukele mantiene una alta popularidad en El Salvador. Su enfoque en la lucha contra las maras y pandillas, y otras medidas económicas y sociales, ha resonado en gran parte de la población, lo que le otorga una posición ventajosa en la contienda electoral. "La sociedad común y masiva acá no está preocupada por los derechos humanos de los más de 70,000 detenidos en el inaudito y prolongadísimo Régimen de Excepción. Esas personas sienten afuera una atmósfera diferente porque ahora, a pesar de la crisis económica que vino con la pandemia (de Covid-19) y la recesión (por la guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia), en el país ya se puede hacer vida. Ya puedes tener un negocio, estar en una parada de autobuses sin temor constante, ir por una cerveza con tus amigos o a una noche de fiesta. Se siente un San Salvador distinto. Un Valle Nuevo diferente. Un Santa Ana con más vida", señala a la Redacción de COYUNTURA una periodista local, quien solicitó anonimato por "razones ajenas".
Según la encuesta más reciente del Centro de Estudios Ciudadanos de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), Bukele se perfila como el favorito para ganar un segundo mandato con un impresionante 68.4 % de la intención de voto entre las y los encuestados. En contraste, los candidatos de la oposición, como Joel Sánchez de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y Manuel Flores del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), obtienen cifras significativamente más bajas. "No serán competencia porque las políticas de Bukele ya le han dado otro mandato", sentencia la reportera. "Queramos o no, nos guste o no, y si fue logrado con mano dura o no, la sociedad mayoritaria de El Salvador ya le dio el gane a Nayib Bukele y a sus operarios", agrega.
Este nivel de apoyo indica que, a pesar de las preocupaciones legales y las críticas, Bukele es un candidato formidable que podría mantenerse en el poder si el TSE le permite postularse.
Novedades en el proceso electoral
Dora Esmeralda Martínez, presidenta del Tribunal Supremo Electoral de El Salvador, destacó que las elecciones de 2024 contarán con importantes novedades. Una de las más destacadas es la implementación del sufragio activo y pasivo en el extranjero, a través de la modalidad de voto remoto por internet y voto electrónico presencial. El voto por la red informática mundial estará disponible en todo el planeta, y el voto electrónico presencial se llevará a cabo en 59 ciudades de al menos 29 países, con 81 centros de votación en total. Cabe señalar que el 40 % de estas ciudades se encuentran en los Estados Unidos de América (EE.UU.). Esta expansión de las opciones de voto podría aumentar la participación de la diáspora salvadoreña en las elecciones y tener un impacto significativo en los resultados.
En total, más de 6,1 millones de salvadoreñas y salvadoreños están habilitados para participar en los comicios, incluyendo a miles que viven en el exterior. Esta inclusión de la diáspora se debe a una orden de la CSJ, que permitirá a las y los salvadoreños en el extranjero ejercer su derecho al voto y postularse incluso para cargos públicos.
La comunidad internacional también desempeñará un papel fundamental en las elecciones de El Salvador en 2024. WOLA ha expresado su preocupación por el deterioro del Estado de Derecho y las violaciones a los derechos humanos en el país. Además, la organización ha enfatizado la importancia de garantizar elecciones libres, transparentes y justas en un contexto político y legal controvertido. También ha llamado a la comunidad internacional a brindar apoyo a la sociedad civil y a las y los periodistas independientes que monitorean las elecciones desde ya y promueven el Estado de Derecho y los derechos ciudadanos.
La observación internacional será crucial para asegurar la integridad del proceso electoral del próximo año. La presencia de misiones de observación, como las de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), será esencial para supervisar el desarrollo de las elecciones desde el inicio, que ya está marcando controversia por la búsqueda de otro mandato por parte de Bukele. Es importante destacar que las elecciones de 2024 en El Salvador incluirán cambios significativos en la división territorial y en la Asamblea Legislativa. El congreso del país aprobó una ley de reorganización de la división territorial, presentada y promovida por el presidente Bukele, que redujo el número de alcaldías de 262 a 44.
Además, se reducirá (para el próximo período y la votación previa) el número de diputados de 84 a 60 debido a otra normativa impulsada por Bukele. Estos cambios estructurales tendrán un impacto en la representación política a nivel local y nacional y son parte de la transformación política que ha caracterizado el mandato de Bukele.
Las elecciones presidenciales y legislativas de El Salvador en 2024 prometen ser un evento político, social y regional crucial en medio de una controversia sobre la reelección del mandatario Nayib Bukele. Acá inicia el viaje. Son 622 los cargos de elección popular en disputa.
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