Una estampida en el estadio Cuscatlán de San Salvador durante un partido de fútbol local dejó al menos doce personas muertas y más de cien heridas. La tragedia se desencadenó debido a una posible sobreventa de entradas, lo que generó una avalancha humana en la que muchos aficionados resultaron atrapados y asfixiados. El presidente Nayib Bukele ha ordenado una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades y asegurar que los culpables no queden impunes. El fútbol de El Salvador está de luto mientras el país intenta recuperarse de este trágico incidente.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
San Salvador, El Salvador
El sábado 20 de mayo por la noche, una estampida de aficionados en el Estadio Cuscatlán en San Salvador causó la muerte de doce personas. El incidente ocurrió durante un partido del torneo de fútbol local, lo que ha generado conmoción y traumas entre los sobrevivientes en El Salvador.
Fredy Alexander Ruiz, un joven de 28 años que logró sobrevivir a la avalancha humana, expresó su consternación ante lo ocurrido. En declaraciones a la agencia AFP, relató con pesar: "Estoy traumado por ver la gente tirada, muerta, morada, pues todo su rostro pateado (pisoteado), eso quedó para la historia".
Según la información documentada por el medio internacional, Ruiz, quien trabaja en una venta de repuestos, asistió al estadio con unos amigos con la intención de disfrutar del partido, pero se encontró con la tragedia.
El incidente ocurrió aproximadamente diez minutos después de que el partido comenzara. Los minutos posteriores a la avalancha se vieron empañados por la tragedia, incluso los propios jugadores se unieron a las labores de rescate de los heridos.
Ruiz describió su experiencia: "Tenía como cinco personas encima que me estaban ahogando, y entre más sentía, más pesado y ya no aguantaba la respiración. Ya me estaba ahogando y gracias a Dios le pude agarrar un pie a un policía y junto a otro amigo me sacaron".
Fotografías de redes sociales
Ahora, Ruiz tendrá que esperar para recuperarse de las lesiones en su hombro derecho, costilla y columna, además de lidiar con el duro recuerdo de lo sucedido.
El presidente Nayib Bukele anunció que la Policía y la Fiscalía están llevando a cabo una "investigación exhaustiva" para determinar quiénes son los responsables de esta tragedia. "Todos serán investigados: equipos, directivos, estadio, boletería, liga, federación, etc. Sean quienes sean los culpables, no quedarán impunes", afirmó el mandatario.
Inicialmente, la Policía Nacional de El Salvador informó de nueve fallecidos, pero el balance se elevó a 12 el domingo 21 de mayo del corriente año. Además de las trágicas muertes, hay varios sobrevivientes en estado crítico, según las autoridades.
Fotografías de redes sociales
La FIFA expresó sus condolencias a través de su presidente, Gianni Infantino, quien manifestó su pesar "a los familiares y amigos" de los fallecidos. También la Confederación del Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) se mostró "conmocionada y entristecida" por el incidente.
Según las cifras oficiales, se estima que hubo más de 500 atenciones a personas lesionadas, de las cuales unas 100 se encuentran en estado grave.
El ministro de Gobernación y Desarrollo Territorial de El Salvador, Juan Carlos Bidegain, destacó que la sobreventa de boletos y la emisión de entradas falsas figuran como posibles causas de la estampida en el Estadio Cuscatlán.
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