El discurso sorprendentemente violento del general Avilés Castillo durante el 44 aniversario del Ejército de Nicaragua ha marcado un cambio drástico en su actitud hacia los medios independientes y las sanciones internacionales. Este giro genera especulaciones sobre su necesidad de demostrar una lealtad inquebrantable a la dictadura de Daniel Ortega, en un contexto donde otras instituciones clave han experimentado purgas internas.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Managua, Nicaragua
En un acto que comenzó con sonrisas y el regalo de una fotografía histórica al mandatario sandinista Daniel Ortega, el general Julio César Avilés Castillo, jefe de las Fuerzas Armadas de Nicaragua, sorprendió al país centroamericano con un discurso virulento en el 44 aniversario del Ejército de Nicaragua. Este evento, que tuvo lugar el lunes 04 de septiembre de 2023, se convirtió en un escenario inusual para un ataque verbal directo a los medios de comunicación independientes y a aquellos que han solicitado sanciones internacionales contra la institución militar. Avilés tildó a los medios y personas que trabajan en redacciones independientes -no alineadas con el oficialismo- como "vividores y mercenarios de la información", utilizando el mismo lenguaje empleado por la vocera y copresidenta Rosario Murillo en sus discursos vespertinos llenos de odio. El general Avilés reafirmó su lealtad a la dictadura de Ortega y afirmó que nunca permitirán "un golpe de Estado", un temor que, según algunos opositores, revela preocupaciones más profundas tanto del general del Ejército como de Ortega.
El cambio abrupto en la postura de Avilés
El discurso del general Avilés en este septiembre de 2023, mes patrio a nivel nacional y centroamericano, marca un cambio significativo en su postura pública. Durante años, había mantenido un "perfil bajo" y no había respondido a las críticas ni a las sanciones internacionales en su contra. Sin embargo, en esta ocasión, optó por un ataque verbal directo, calificando a los medios independientes y a quienes piden sanciones contra la administración sandinista y el cuerpo armado.
Varios analistas han señalado en varios medios independientes que este cambio en el discurso de Avilés se debe a una necesidad de demostrar su lealtad inquebrantable a la dictadura de Ortega. Esto cobra relevancia en un contexto en el que instituciones clave, como la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y la Policía Nacional han sufrido cambios internos y purgas de personas que hasta entonces eran consideradas "intocables" en la actual dinastía.
El general Avilés, al igual que algunos de los hijos de Ortega y Murillo, y altos mandos de instituciones estatales, se encuentra sancionado por la administración de los Estados Unidos de América (EE.UU.) debido a su alineación política con el régimen de Ortega y su negativa a desarmar a los grupos paramilitares que operaron y operan en el país desde las protestas cívicas que iniciaron en abril del año 2018. Estas sanciones internacionales no están dirigidas "contra la Patria" o el Ejército en su conjunto, sino contra ciertos miembros de la cúpula militar, relacionados directamente con Ortega, sus jerarcas y posturas.
Para algunos opositores y analistas, el discurso del general Avilés refleja el temor del régimen de Ortega a las sanciones internacionales y a las investigaciones publicadas por los medios independientes. Avilés reconoció que estas sanciones han afectado a los miembros del Ejército, pero insistió en que nunca permitirían "un golpe de Estado".
Opositores políticos y disidentes del régimen sandinistas consultados por la Redacción de COYUNTURA sostienen que las sanciones son una respuesta a las violaciones de los derechos humanos en el territorio nicaragüense y al involucramiento de oficiales militares en operaciones represivas desde hace varios años. También consideran que la preocupación del general por los trabajos periodísticos que revelan actos corruptos y autoritarios desde el cuerpo armado generan ahora mismo divisiones dentro del Ejército.
Sin embargo, hay quienes enfatizan en que el mayor descontento en las filas militares proviene de las imposiciones de la dictadura, como el bloqueo al ascenso de oficiales más jóvenes. Esto ha creado un estancamiento en la oficialidad media del Ejército, lo que va en contra de los principios de un órgano profesional y apolítico.
El apoyo de Ortega y la transformación de las Fuerzas Armadas
A pesar de las críticas y amenazas, el general Avilés no olvidó agradecer al sandinista Daniel Ortega y a su esposa Rosario Murillo por su respaldo constante al Ejército. Aseguró que han mejorado las condiciones de vida de las y los militares y destacó el aumento en el presupuesto asignado. Además, Avilés recordó la herencia del "coraje y la dignidad" del Ejército de Nicaragua, mencionando al ya fallecido general Augusto César Sandino. Este gesto refuerza su lealtad al régimen y a la memoria del mayor icono histórico del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), a cargo del Ejecutivo de Nicaragua desde el año 2007.
El discurso del general Julio Avilés en el 44 aniversario del Ejército de Nicaragua revela un cambio significativo en su actitud hacia los medios independientes y las sanciones internacionales. Su ataque verbal y su reafirmación de lealtad a la dictadura de Ortega ponen de manifiesto las tensiones y preocupaciones dentro de la cúpula militar, sin dar muchas respuestas a las pruebas de mal manejo dentro de la institución. Mientras tanto, los opositores insisten en que las sanciones se basan en la necesidad de castigar las violaciones de los derechos humanos y el papel de algunos oficiales militares en operaciones y narrativas en favor del sandinismo.
El general Avilés, que ha liderado las Fuerzas Armadas durante 13 años consecutivos, sigue siendo una figura clave en la política de Nicaragua. Su discurso en el aniversario del Ejército refleja las tensiones y desafíos que enfrenta el país en medio de una creciente presión internacional y un ambiente político polarizado y lleno de criminalización contra la disidencia y el pensamiento.
El general número 35 en ser ascendido por Ortega
El lunes 04 de septiembre de 2023, Daniel Ortega ascendió a un nuevo general de brigada en el Ejército de Nicaragua, con motivo del 44 aniversario de la creación de las Fuerzas Armadas. El coronel Lester Vidal Gallo Sandoval fue promovido a general de brigada según el acuerdo presidencial número 177-2023, publicado en La Gaceta - Diario Oficial. Gallo Sandoval ocupó el cargo de jefe de Auditoría General antes de asumir como jefe de la Secretaría General del Ejército, donde ha permanecido hasta la fecha.
Este ascenso se realizó a propuesta del Consejo Militar, conformado por el alto mando, y fue aceptado por Ortega, quien argumentó que Gallo Sandoval cumplía con los requisitos y méritos necesarios para ascender al grado militar inmediato superior.
Este nombramiento se suma a la lista de generales de brigada ascendidos por Ortega, llegando a un total de 35 desde que asumió el poder en 2007. Veinte de estos generales siguen en servicio bajo la Comandancia General, dirigida por el general del Ejército Nacional, Julio César Avilés, durante los últimos 13 años. La permanencia de estos altos mandos ha sido objeto de críticas y se les ha denominado el "tapón" en la cúpula del Ejército, ya que han ocupado sus cargos durante periodos prolongados, a pesar de las objeciones de algunos organismos de derechos humanos.
Javier Meléndez, experto en defensa y seguridad, sugirió en un medio de comunicación independiente que esta reelección constante de Avilés refleja el deseo de Ortega de tener un Ejército con mandos leales a su proyecto político. Este enfoque difiere de la tradición institucional que existía en el Ejército antes de la llegada de Ortega al poder. Cabe destacar que el Ejército de Nicaragua se fundó en 1979, reemplazando a la Guardia Nacional de los Somoza y pasando a llamarse Ejército de Nicaragua en 1995.
El general Julio César Avilés Castillo, jefe del Ejército de Nicaragua, ha adoptado un tono agresivo e insultante en su apoyo al régimen de Daniel Ortega. En su discurso del aniversario de las Fuerzas Armadas en 2023, atacó a los medios independientes y amenazó con la dignidad del Ejército. Avilés Castillo muestra una lealtad ambivalente hacia el régimen de Daniel Ortega y refuerza cada día su intención y mandato de proteger los intereses económicos de la cúpula militar, aunque ignora el verdadero impacto de las sanciones internacionales. Avilés ha mostrado un doble estándar al guardar silencio ante los abusos del régimen mientras ataca a las y los ciudadanos, revelando la intersección de intereses entre el poder político y militar en la nación centroamericana.
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