Tras el segundo día de búsquedas, la Agencia de Protección Civil de Haití informó que el número de víctimas mortales por el sismo aumentó a 1.297. Además, reportó 5.700 personas heridas. Los hospitales se encuentran colapsados por personas que buscan asistencia médica y las labores de rescate se intensifican frente a la eventual llegada de la tormenta Grace al territorio.
Las cifras de víctimas mortales siguen en aumento en Haití. El terremoto de magnitud 7,2 que azotó la isla el sábado dejó incalculables daños materiales, más de 5 mil heridos y los fallecidos se acercan a 1.300. La tragedia llega 11 años después de otro terremoto que dejó devastado al país.
La región más afectada fue el suroeste del país, en especial la ciudad de Les Cayes, que alberga a 100.000 habitantes. En dicha zona, 30.000 familias vieron cómo sus casas se desplomaron o sufrieron graves daños estructurales. Allí, los rescatistas continúan con las labores de búsqueda ayudados por excavadoras.
El primer ministro, Ariel Henry, visitó el lugar y elogió las labores de sus residentes. “Están afectados, pero son resistentes. Luchan por sobrevivir”, afirmó el mandatario.
Sin embargo, los hospitales no dan abasto y no tienen la indumentaria necesaria. “Básicamente, necesitan todo”, dijo el Dr. Inobert Pierre, pediatra de la organización sin fines de lucro Health Equity International. Y agregó: “Muchos de los pacientes tienen heridas abiertas y han estado expuestos a elementos no tan limpios”.
Otra ciudad fuertemente tocada es Jeremie, en donde la falta de hospitales ha llevado a que los médicos intenten atender a las personas afectadas en colchones o camillas debajo de los árboles de las carreteras. Según le dijo el director de la Agencia de Protección Civil, Jerry Chandler, a Reuters: "Hay instalaciones muy importantes que son disfuncionales mientras hablamos y las que son funcionales están recibiendo un desbordamiento de pacientes".
El panorama a nivel nacional no es más reconfortante: unas 13.649 casas fueron destruidas, por lo que la cifra de muertos podría aumentar. Escuelas, hospitales, iglesias y locales se desplomaron o quedaron gravemente dañados.
Además, las cifras pueden crecer debido a que aún no se ha podido entrar a zonas de difícil acceso. Según comunicó Alix Percinthe, coordinador de campo de ActionAid Haití: “En algunas aldeas, vi que la mayoría de las casas estaban destruidas o dañadas. Estas son comunidades pobres que ya eran vulnerables”.
Las labores de búsqueda se dan a contrarreloj debido a la posible llegada de la tormenta Grace. Las predicciones apuntan a que esta podría ingresar al país el lunes por la noche. Por lo que la Agencia de Protección Civil, hizo un llamado a la ciudadanía, advirtiendo que podrían estar enfrentándose a fuertes lluvias, mares agitados, deslizamientos de tierra e inundaciones.
Igualmente, anotó que se esperan entre 5 y 100 mililitros de lluvia por cada metro cuadrado.
“Miles de personas que duermen en las calles estarían expuestas a las lluvias torrenciales en medio de un riesgo creciente de enfermedades transmitidas por el agua", alertó el jefe del organismo.
El terremoto: una crisis más que azota al país
La tragedia llega un mes después del asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio. El magnicidio fue perpetrado aparentemente por un comando de 26 mercenarios. Sin embargo, aún no se ha esclarecido a cabalidad y dejó un país dividido.
El cargo fue ocupado por el primer ministro Ariel Henry el 20 de julio, quien este domingo después del terremoto hizo un llamado a la unión del país y a dejar atrás “las disputas”. Además, se prevé que las elecciones que se llevarían a cabo en septiembre podrían aplazarse hasta noviembre.
Sin embargo, a la inestabilidad política se le suma la grave situación sanitaria debido a la pandemia de Covid-19 en la isla. Haití es el país de la región con menor tasa de vacunación, y tan solo el mes pasado recibió su primer lote de vacunas donadas por Estados Unidos.
Por otro lado, la pandemia ha acrecentado aún más la pobreza en la nación. Siendo Haití el país más pobre de la región, en donde más de 60% de su población vive con menos de dos dólares al día.
Además, la isla vive una ola de violencia de pandillas que pudo ser evidenciada después del terremoto. Las autoridades locales tuvieron que negociar con estos grupos para permitir el paso de la ayuda humanitaria hacia el distrito costero de Martissant, según informó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. Agregó que la península sur de Haití ha sido un "punto crítico para la violencia relacionada con las pandillas".
La ayuda internacional
Luego del terremoto, República Dominicana y México enviaron alimentos y medicinas a través de las fronteras terrestres y aéreas. Por su parte, Colombia mandó personal de búsqueda y rescate. Chile anunció la donación de 16 toneladas de ayuda humanitaria, mientras que Panamá establecerá un centro de acopio a fin de recolectar suministros.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) comunicó que envió un equipo de 65 personas para apoyar las labores de búsqueda. Samantha Power, administradora de USAID dijo que el equipo “ya se encuentra en Puerto Príncipe”.
El primer ministro del país hizo un llamado a la ayuda internacional, pidiendo que se haga de manera coordinada con el departamento de Protección Civil. El anuncio pretende evitar repetir los errores del manejo del terremoto de 2010.
Por: France 24, AP, EFE y Reuters
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