El caso de varios suicidios en diversas zonas del país puede ser el reflejo de la Nicaragua de ahora. Una nación deprimida que necesita ayuda en medio de múltiples crisis.
Por Voces En Libertad | @VocesNi
Salud mental
Managua, Nicaragua
El 07 de agosto, el video de un menor de edad originario de Perú conmocionó al mundo tras viralizarse por las diferentes redes sociales. Y es que el niño de 10 años, previo a tomar la fatal decisión de suicidarse, se despidió de su mamá en un mar de lágrimas, no sin antes revelar por qué lo hacía.
El infante se quitó la vida a través de asfixia mecánica, asegurando que ya estaba cansado de recibir malos tratos de su progenitora. "Siempre nos gritabas, siempre fuiste así mamita, mala, nos gritabas insultabas, nos pegabas, todo te molestaba. Quise salir corriendo de la casa", es parte del relato del menor, mientras se graba con un celular. En la cinta, el niño le pide perdón y finaliza diciéndole: "cuídate mamá, besitos para todos".
El caso anterior no es ajeno a Nicaragua donde los suicidios, tristemente, se han vuelto más frecuentes en las noticias. Y son los jóvenes quienes han aumentado las estadísticas.
El pasado 19 de agosto, el nicaragüense Byron Rodríguez Moreno, originario de Jalapa se quitó la vida por motivos desconocidos en los Estados Unidos, dejando luto y dolor entre sus seres queridos. El joven de 23 años, viajó hace 10 meses a Estados Unidos, con la meta de lograr un futuro mejor, no obstante, ese día sus familiares en Nicaragua recibieron la trágica noticia de que había fallecido en el país norteamericano.
Luz Marina Moreno Marín, madre de Rodríguez Moreno manifestó que su hijo se encontraba laborando en Wisconsin, cuando aparentemente tomó esa decisión. Ella lo recuerda como un buen joven. "Él era honrado, trabajador, se ganaba la vida honestamente, era muy respetable…", relató. Un día antes de esa fatídica noticia, una joven de apellido Gutiérrez, de 26 años, tomó la fatal decisión de quitarse la vida tras haber sostenido una discusión con su pareja. Este hecho ocurrió en la colonia Ayapal de la ciudad de Chinandega.
Con fecha más reciente, el 27 de agosto, una mujer de apellido Alonso Chavarría, también de Chinandega, se suicidó por medio de asfixia mecánica. Según expresan sus familiares, ésta sufría una fuerte depresión, lo que pudo ser la causa de haber tomado esa terrible decisión. Tenía 32 años.
Un problema de salud pública
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), "el suicidio es un problema de salud pública importante, pero a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades".
Al consultar al psicólogo clínico Róger Martínez, qué es lo que podría estar desencadenando este tipo de muertes, responde que las razones son multifactoriales, pero una de las causas predominantes del suicidio en general es la depresión. "Los pensamientos depresivos profundos suelen ir acompañados de una sensación de sufrimiento y desesperanza que tiende a llevar a la persona a buscar escapar del dolor. Han probado de todo y la depresión continúa, por ello la última opción es quitarse la vida", dice Martínez.
Así mismo resalta que en Nicaragua "la situación socio-política es crítica, agudizada por la represión, el miedo, la censura, la desinformación, amenazas, y asedios, hace de nuestro país uno que le cierra el túnel a la visión de un ciudadano que en un ambiente normal busca cómo avanzar y prosperar en la vida. Por ello, este estancamiento produce depresión y el no ver un retroceso a esta situación, sino que cada día más el régimen arremete contra la sociedad, entonces deja al individuo sin opciones ni oportunidades. Queda pensar en salir del país que es igualmente doloroso y lidiar con lo que se vive a diario. Ambas opciones complican la psiquis de una persona".
Por su parte la psicóloga clínica Martha Isabel Gallo Gutiérrez, con 20 años de experiencia, manifiesta que estos suicidios podrían desencadenar por distintos motivos, ya sea una ruptura amorosa, la desintegración de la familia, cuestiones económicas, la situación social, el desempleo, el precio del costo de la vida, papá y mamá estresados viviendo sus propias situaciones.
A ésto la experta le suma el bullying (violencia escolar), "algo que no se está viendo como tal, sino desde un punto de vista adultista, 'es que, en mis tiempos, después de la salida nos peleábamos y se resolvía', ahora no, ahora se tiene que mencionar como lo que es, violencia escolar".
Gallo Gutiérrez manifiesta que los adultos tienen el mito de que siempre la persona que se va a suicidar lo dice, pero no siempre es así, "hay algo que se llama depresión encubierta, la persona anda con una sonrisa de oreja a oreja, pero en su interior la historia es otra, hay mucho dolor, hay mucha tristeza, pero usa una máscara para cubrirse, entonces este tipo de personas es más complejo de identificar ¿qué está pasando con ella? si hay tristeza, si hay alegría".
Aclara que, si no es una depresión enmascarada, es una depresión real, en donde se ve a la persona apagada, triste y se aísla. "A veces hacen todo un proceso de despedida y hacen la famosa cartita, el famoso audio, el WhatsApp para algún amigo y decide tomar esa decisión, pero no es algo que toman de un día para otro, la depresión puede pasar años y puede estar encubierta en algunos periodos y además puede aumentar con alguna situación específica", explica.
Pandemia silenciosa
Otra persona que se añade a la lista de suicidios en este 2022, es Wilmer Rodríguez Zeledón, quien acabó con su vida, el domingo 07 de agosto, en la ciudad de Jalapa departamento de Nueva Segovia. Los motivos de esta decisión estaban bajo investigación. Se conoció que más de 5 personas de esta familia se han quitado la vida o han fallecido en situaciones no esclarecidas dentro de ese inmueble durante los últimos años, siendo la última víctima Wilmer.
El sábado 06 de agosto, un adolescente de 15 años, originario de Chinandega tomó la fatal decisión de quitarse la vida en su propia vivienda.
Para la especialista lo que se vive es una especie de pandemia silenciosa. "Estos chavalos, chavalas, jóvenes, cuyos padres están migrando y quedan en una familia con tías, tíos, abuelos y además toda la situación de desesperanza… se cuestionan ¿voy a estudiar para qué? ¿si saco mi carrera en que la voy a ejercer?, ¿para qué me estoy matando? y todas estas cosas llevan al adolescente a una situación de estrés, de desánimo, de desesperanza, donde no encuentran más salida, a veces piden ayuda, a veces dicen claramente quisiera morirme, pero no es una regla fija y ese es el mayor peligro, pueden ver al chavalo más fregador, más alegre, pero a los días se da cuenta que decidió acabar con su vida", apunta.
Hasta el año pasado, el Ministerio de Salud (MINSA) contabilizó 365 suicidios, sin embargo, el año en el que se reportó la mayor cantidad de muertes por esta causa fue el 2018 con 372. Pero los datos presentados por el órgano distan de los reportados por la Policía de Nicaragua, ya que la cifra más alta que reporta esta institución es de 344, en el año 2020.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe "Suicidio en Todo el Mundo" expone que más de 700,000 personas se suicidaron en 2019, es decir, 1 de cada 100 muertes en el mundo fue debido a esta causa. Y mientras que las tasas de suicidio en el globo disminuyeron entre los años entre 2000 y 2019 en un 36 %, en la región de las Américas, las tasas se incrementaron en un 17 %. Según esta organización los suicidios son prevenibles con intervenciones oportunas, basadas en la evidencia y a menudo de bajo costo.
La psicóloga Martha Isabel refiere que este tipo de muerte, al igual que por otras causas, siempre dejan dolor en las vidas de sus seres queridos y en su círculo familiar, principalmente. "Cuando hay un miembro de la familia que se ha suicidado la herida es fuerte, porque empieza cuestionarse '¿y si le hubiese ayudado y si lo hubiese escuchado?', cuando esta persona decide acabar con su vida, lo planifica de tal manera que muy pocas veces da un margen de poder detenerlo y a veces es algo que no se puede manejar y también reconocer que hay un problema que se tiene que trabajar", manifiesta.
Principales señales de un posible suicida
El psicólogo Róger Martínez menciona que las principales señales de un posible suicida van desde las no verbales como cambio evidente en el comportamiento de una persona, es decir, que puede pasar de ser una persona extrovertida a alguien que no desea salir de su cuarto, interactuar con los demás e incluso querer hablar, su estado de ánimo es diferente a lo que estamos acostumbrados de verle y su visión de la vida y futuro es pesimista.
"Las señales verbales son aquellas expresiones que van desde, no vale la pena seguir viviendo en un país como este, ¿para que nací? ¿Será que noten mi ausencia si ya no estoy? Y cuando le preguntas ¿cómo se ve de aquí en cinco años? no sabe, no tiene planes a futuro y expresa que lo mejor sería ya no existir. También podemos notar señales cuando pregunta sobre dónde conseguir algún tipo de veneno, armas o incluso preguntar ¿será que una sábana aguante mi peso? Cuidado con expresiones como esas", alerta Martínez.
El especialista clínico destaca que los jóvenes "experimentan en su desarrollo natural, en un ambiente social libre, fuertes sentimientos de estrés, confusión, dudas de sí mismos, presión para lograr éxito, incertidumbre financiera y otros miedos mientras van creciendo, a ésto súmale que vivan el divorcio de sus padres, la formación de una nueva familia con padrastros y hermanastros o las mudanzas a otras nuevos lugares o países pueden perturbarlos e intensificarles las dudas acerca de sí mismos".
En Nicaragua, según Martínez, la situación de dictadura propicia sensaciones de no oportunidades y asegura que "algunos de los registros académicos han sido borrados, otros no pueden acceder a universidades públicas y peor ya ni privadas accesibles existe. Entonces para algunos, el suicidio aparenta ser una solución a todos sus problemas y al estrés", señala.
Buscar ayuda
Gallo Gutiérrez aconseja buscar ayuda especializada en salud mental a los parientes, "porque detrás de un suicidio los que sobreviven en la familia desarrollan depresión, no es que haya un contagio, la misma impotencia, el mismo dolor afecta a la familia".
Entre las recomendaciones, la experta indica estar pendiente de los cambios de los menores y jóvenes, más cuando se dan esos cambios de humor bruscos, "porque también hay otro tipo de depresión, que la persona va cambiando, se le llama bipolarismo, algo más complejo, hay períodos en que la persona está eufórica y otras veces está con desánimo, entonces ver los cambios de conductas, tratar de apoyarlos, darle espacios, salir y compartir con ellos, así como fortalecer la comunicación, pero una comunicación de respeto y de doble vía y que se cree aquella intimidad, porque muchas veces el chavalo se lo cuenta al adulto, aquel al vecino u otra persona, entonces se cierra la puerta, ver qué tipos de amistades están alrededor de ellos", dice.
Ojo a las redes sociales
Otro elemento con el que hay que estar alerta según la psicóloga, son las redes sociales, por lo que aconseja a los padres estar pendiente de lo que consumen a través del teléfono, "hace poco andaba el reto de tomarse un vaso de detergente, una sustancia, o hacer una especie de enjuague bucal con jabón, entonces esos retos son peligrosos, ver qué tipos de cosas ve, mantener comunicación", aconseja.
Por su parte, Martínez advierte que si un padre escucha a sus hijos decir "yo me quiero matar o yo me voy a suicidar", que lo tomen muy en serio y le pregunten si está deprimido o pensando en el suicidio. "Esto no significa que le estás poniendo ideas en la cabeza, por el contrario, esto le indicará que hay alguien que se preocupa por él y que le da la oportunidad de hablar acerca de sus problemas. Además, ofrézcale opciones de terapia profesional donde pueda evaluar las razones de sus pensamientos y encontrar opciones para superarlos.
"Con el apoyo moral de los familiares y con tratamiento profesional, los jóvenes con tendencias suicidas se pueden recuperar y regresar a un camino más saludable de desarrollo", aconseja el experto.
De acuerdo con el anuario estadístico de la Policía de Nicaragua, en el año 2020 las principales razones por que las personas decidieron morir por suicidio fue por motivos pasionales, por motivos de salud, por problemas familiares, por problemas económicos y una gran parte por razones desconocidas.
Para finalizar la experta aconseja buscar ayuda en La Cruz Roja Nicaragüense, que tiene su espacio para dar atención en salud mental. Así mismo la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), el Departamento de Psicología de la Universidad Centroamericana (UCA) y otras universidades que ofrecen consultas psicológicas gratuitas.
Por su parte, Martínez hace un llamado a los nicaragüenses: "Nicaragua nos necesita a todos en este momento y debemos de estar pendientes de los unos con los otros. Abra su corazón y sus oídos al sentir de sus cercanos, escríbales preguntando cómo se sienten y ofreciendo escucharles en el momento que lo necesiten, algunas veces la diferencia entre la vida o un suicidio es que quien lo llega a cometer no supo que en usted tenía una puerta abierta por la cual podía entrar para salvarse, dígales que pueden contar con usted y también cuente usted con alguien, no somos de acero, tenemos sentimientos y muchas veces nuestros planes se desintegran y no es por nuestra culpa".
"Reconocer que nos sentimos mal es un paso importante para buscar sentirnos mejor, no somos robots, hablar pero sobre todo oír sin juicios ni prejuicios puede hacer la diferencia y salvar una vida", reflexiona el especialista.
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