Nicaragua está a punto de convertirse en el primer país del hemisferio occidental donde sus ciudadanos no podrán leer un periódico. No es que se haya cumplido aquella teoría de que los medios tradicionales van a desaparecer o van a ser sustituidos por los medios digitales; en éste caso se trata de una clara y perversa intención de una tiranía que tiene como objetivo exterminar la información.
A pesar de que éste miércoles se anunció la posible liberación del material e insumos que permanecen retenidos en la Dirección General de Aduanas (DGA) desde hace más de 500 días como parte de una petición del nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag, el diario sigue bajo total riesgo y las libertades públicas clausuradas.
Un grito de auxilio
En su más reciente Editorial, del 27 de enero, La Prensa, uno de los medios pioneros en el periodismo nicaragüense, con 93 años de trayectoria y sobreviviente de catástrofes, atentados y dictaduras, lanzó su grito de auxilio a la comunidad nacional e internacional para evitar su desaparición.
La Prensa es el único medio impreso que ha resistido junto a su hijo, el Periódico Hoy, al bloqueo aduanero impuesto desde hace 74 semanas por la dictadura Ortega-Murillo, quienes por simple capricho mantienen retenida toda la materia prima que es indispensable para que el medio pueda vivir. Dicho bloqueo fue una de las razones que obligó el cierre definitivo de El Nuevo Diario, Q'Hubo y Diario Metro en septiembre de 2019.
Agonía
No cabe duda que la dirección de La Prensa ha tomado todas las medidas posibles para mantener el periódico en circulación; algunas de estas han sido medidas dolorosas y han prolongado la agonía del medio. En mayo de 2018 el periódico redujo su número de páginas de 24 a 16; semanas después tuvieron que reducirlo aún más pasando de 16 a 12 páginas y la última reducción hizo que el histórico medio quedará solamente con 4 páginas, después de llegar a tener más de 100 páginas en años anteriores. También ha ido aminorando terriblemente su personal entre periodistas y colaboradores.
En octubre de 2019 dicho periódico clausuró el suplemento satírico "El Azote", luego de 25 años de trayectoria, y a partir de enero de 2020 sus ediciones de fin de semana circulan solamente en tamaño tabloide; ante la falta de papel periódico todas sus ediciones están impresas en papel bond el cual tiene un costo 75% más alto.
Desde el 10 de septiembre de 2018, la Dirección General de Aduanas (DGA) mantiene retenidas 92 toneladas de papel que pertenece a La Prensa, al igual que otros materiales como tinta, planchas, y repuestos para la imprenta. Estos materiales están valorados en USD $180,000 dólares y permanecen en un almacén fiscal desde esa fecha.
Un hito
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se ha sumado a la denuncia ante el bloqueo aduanero y alertó que “el cierre de La Prensa sería un hito en la censura a los medios de comunicación en Nicaragua". Sin embargo, ese hito ya existía desde que Ortega desató una persecusión contra el periodismo independiente desde que regresó al poder, e incluso antes de ello.
Confiscaciones, persecución, censura, agresiones, amenazas, asesinatos, desplazamiento forzado, robo y destrucción de equipos, son apenas algunas de las consecuencias que enfrentan los hombres y mujeres que ejercen el trabajo de informar, contemplado como uno de los derechos fundamentales de la Constitución Política de Niaragua.
El "hito" ya convirtió a Nicaragua en el primer país del continente que tiene solamente tres medios tradicionales informativos e independientes de cobertura nacional (una radio, un periódico y un canal de televisión) los cuales luchan arduamente y sobreviven contra todos los atropellos con el objetivo de mantener informada a la sociedad día a día.
Urge
No es La Prensa la que está en peligro, sino el país. Los medios de comunicación que asumen la responsabilidad de informar son parte de las arterias de la sociedad que mantienen el fluido sanguíneo en todos los rincones del país. Por lo tanto, es indispensable que la ciudadanía asuma un rol protagónico en la subsistencia de éste medio.
Es necesario identificar y definir las opciones que los nicaragüenses pueden asumir para contribuir a que el medio sobreviva. Es indispensable incrementar la presión interna y externa para que la dictadura permita el abastecimiento de la materia prima; mientras tanto, quienes tiene la posibilidad pueden suscribirse a sus portales informativos como una forma de contribuir.
Siendo Coyuntura un medio alternativo e independiente que nació antes de la crisis de abril de 2018, nos solidarizamos con todo el equipo que lleva en su hombro la existencia de La Prensa y elevamos enérgicamente nuestra voz para que se respete el derecho a informar. Nos rehusamos a que Nicaragua se convierta en un país sin periódicos.
"Vamos a usar hasta el último pedacito de papel que tengamos disponible" - Eduardo Enríquez, Editor en Jefe de La Prensa.
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