Las fallas en la red de agua potable, la contaminación de los ríos y cuencas hidrográficas, la falta de respuesta por el ente regulador y el desperdicio del vital líquido podrían poner en jaque a Chinandega.
Por Voces En Libertad | @VocesNi
Chinandega, Nicaragua
En septiembre de 2018, la Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ENACAL) inauguró la instalación de 80 kilómetros de nuevas tuberías en la ciudad de Chinandega, cabecera del departamento con el mismo nombre. Un proyecto valorado en 21.2 millones de córdobas (más de $605,000 dólares americanos), con el que se esperaba una mejoría en la distribución y abastecimiento del servicio de agua potable en muchos barrios y comunidades del municipio. Sin embargo, el problema sigue ahí.
La ciudadanía chinandegana no ha dejado de denunciar durante los últimos meses las fugas de agua y los constantes cortes en diferentes sectores de la ciudad, que alberga en total a más de 133,000 personas. Ejemplo de ello es el llamamiento de varios ciudadanos que reportaron una fuga en la entrada de las comunidades orientales de Chinandega, la cual también ha afectado la recién inaugurada carretera de dos carriles en la zona. "La red de tuberías se fractura constantemente. Ya se contabilizan unas 121 fugas en las calles y esquinas de la ciudad, con un desperdicio del recurso (agua potable)", indicó una fuente de ENACAL.
La población ha insistido en que el millonario proyecto no tuvo la calidad necesaria y no surtió el efecto que se esperaba, mientras el ente regulador parece mostrar cada vez menos interés en el problema. "Se hace eterno. Entre seis y ocho meses para que las reparen (las fugas o tuberías en general)", expresó un ciudadano, quien solicitó anonimato por seguridad.
En el barrio Monserrat, el servicio de agua potable fue interrumpido durante toda la mañana y parte de la tarde de este miércoles 30 de noviembre. Aunque no existe un comunicado oficial, pobladores creían que se debía a la reparación de fugas en el sector, pero se desconoce si ENACAL realiza obras al respecto.
Sectores rurales sufren la peor parte
En el casco urbano de la ciudad de Chinandega, el agua para consumo corre por las calles como pequeños ríos, y ese desperdicio de líquido potable se refleja en algunas comunidades rurales, en donde el servicio casi no existe en todo el año.
En la comunidad Villa Santa Catalina, pobladores recorren más de tres kilómetros para poder abastecerse del vital líquido. Al finalizar el invierno, justo en la llegada del verano, esta problemática se agudiza debido a la falta de una bomba mecánica para el pozo comunitario. En el caso de la Villa 15 de Julio, con más de 16 mil habitantes, el agua que los locales logran obtener de pozos no es salubre producto de la cercanía con la cordillera volcánica Los Maribios; la utilizan para lavar los platos y otras actividades domesticas o similares. La única que pueden consumir es la que proporciona ENACAL.
La temporada de lluvia aporta
No obstante, ambientalistas celebran que el invierno de la temporada 2022 sostendrá los niveles del manto acuífero en el departamento de Chinandega, a pesar de la deforestación y el manejo inadecuado de los desechos de sus ciudades. "La recarga de este invierno fue muy buena en el manto acuífero, por eso se hace el llamado a la conciencia de los habitantes a no maltratar el medio ambiente", indicaron ecologistas.
El dato que comparte Jesús Martínez también es contundente. Él es habitante de las Comarcas Orientales, región donde el Centro Humboldt capacitó y entregó pluviómetros a los pobladores. Jesús explica que este 2022 hubo mayor cantidad de precipitaciones que los tres años anteriores. Según sus anotaciones: un total de 103 lluvias se registraron este invierno (entre mayo y octubre de 2022). "Fue un invierno excelente. En las dos últimas temporadas de lluvias (2020-2021) hubo 89 precipitaciones respectivamente, y en el año 2019 se registraron 78", explicó el pequeño productor.
Pese a que algunas cuencas o afluentes se recuperan durante el invierno, la señal más clara para preocuparse por el agua potable y los afluentes del municipio es la desaparición de los ríos Cosmapa, Posoltega, Las Tunas y Acome, esto debido a la cantidad de basura y aguas pútridas que reciben cada año.
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