La repentina muerte de don Álvaro Conrado Avendaño, presidente de la Asociación Madres de Abril (AMA) y padre de una de las primeras víctimas del régimen Ortega-Murillo, no solo es un hecho doloroso, sino también un recordatorio de la que debe seguir siendo la exigencia de la ciudadanía nicaragüense: democracia, verdad, memoria y justicia.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
Álvaro Conrado Avendaño fue enterrado el sábado 28 de enero de este año en el Cementerio Periférico de Managua, horas después de haber fallecido de forma repentina. Durante los últimos cinco años, desde que su hijo Álvaro Manuel Conrado Dávila murió tras recibir un disparo en la garganta, la voz de don Álvaro retumbó en entrevistas, redes sociales y foros, y hasta su último respiro exigió una investigación y condena por el asesinato de su hijo, ultimado en las instalaciones de la Catedral Metropolitana de la Inmaculada Concepción de María.
Don Álvaro era fanático del fútbol y de las películas anglosajonas. Y casi todos los días publicaba o republicaba imágenes, videos, diseños y textos sobre los crímenes cometidos por la administración Ortega-Murillo y sobre las más de 350 víctimas contabilizadas por el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Lamentablemente él ahora forma parte de otra lista: la de nicaragüenses que se fueron del mundo terrenal sin recibir justicia o reparación por la muerte de sus cercanos.
El Estado nicaragüense no ha brindado avances, pasos o sencillamente interés en el caso de su hijo (Álvaro Conrado). En cambio, durante los últimos años, según confirmó la Redacción de COYUNTURA, la Policía Nacional ha negado los sucesos de ese 20 de abril de 2020 en el centro de la capital. Además, el Ministerio de Salud (MINSA) tampoco ha realizado las pericias necesarias ante la falta de atención médica a la que se enfrentó el menor de 15 años cuando fue herido por un francotirador. Un crimen del cual varios periodistas y ciudadanos fueron testigos.
"Todo esto es injusto, él tenía sueños, nos estábamos preparando, ya había aprendido inglés, iba a estudiar derecho en la Universidad Centroamericana (UCA), y luego íbamos a buscar una beca en el extranjero", explicó don Álvaro al periodista Ismael López en un texto publicado en abril de 2018 sobre los planes de su descendiente.
¡Justicia para los Conrado y todas las víctimas!
"No te hemos olvidado Álvaro Manuel. Siempre en nuestros corazones. Bienaventurados los que tienen sed y hambre de justicia por que ello serán saciados", publicó en su cuenta de Facebook don Álvaro el pasado 23 de enero. Y ese, su último mensaje en vida, debe ser una bengala para la ciudadanía nicaragüense, que debe apropiarse de la demanda de verdad y justicia, sin dejar a un lado la memoria colectiva y la necesidad de procesos democráticos para lograr reparación y no repetición.
Ante las cámaras de Esta Noche, la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), Vilma Núñez, llamó a las y los nicaragüenses a "no dejar solas" a las víctimas de la represión estatal y a sus familiares. "Esta es una lucha de todos y todas, en el sentido más amplio de la palabra. No puede ser que un hecho tan cruel y perverso como es el asesinato de un inocente, de una inocente, sea objeto de reclamo únicamente de su pariente cercano, de su madre en primera instancia. Esta es una responsabilidad y un deber que nos corresponde a todos los nicaragüenses, que queremos una Nicaragua libre, que queremos que no siga muriendo nuestra juventud, que queremos que no sigan hostigando y haciendo más dolorosa la vida a los ancianos, a las personas que definitivamente están viviendo sus últimos días. Todos tienen el derecho a vivir tranquilos. Esta lucha la debemos de impulsar todos", señaló la defensora de derechos humanos.
"No dejemos solas a las madres con su dolor. Quiero, no ilusamente, dar un mensaje de esperanza. Es verdad que nadie quiere arriesgarse a una malmatada en la calle, a un hostigamiento en su casa, a que le destruyan las cosas o se las roben; pero definitivamente no bajemos nuestra decisión. No bajemos nuestro pensamiento y busquemos como seguir impulsando y trasladar ese sentimiento de lucha, que creo que mantenemos vivo", enfatizó Núñez.
Todavía se desconoce a ciencia cierta las razones de la muerte de don Álvaro. No obstante, según información publicada por Artículo 66, habría fallecido "a causa de un infarto".
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