En directo, como se acostumbran a hacer las denuncias en el canal de televisión más visto de la señal abierta en Honduras, un miembro de la Policía Nacional del país centroamericano realizó una denuncia de hostigamiento por parte de la comisionada superior de su lugar de trabajo debido a su orientación sexual. Sorprendentemente, la noticia generó el acuerpamiento de la ciudadanía, más no el debido respeto y profesionalismo de una de las más astutas periodistas del vespertino.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Tegucigalpa, Honduras
En un inesperado giro de eventos durante una transmisión en vivo en el canal de televisión más popular de la señal abierta en Honduras, HCH (Hable Como Habla), que era anunciado por el periodista Alex Mauricio Cáceres de entrada cómo "controversial", un miembro valiente de la Policía Nacional del país centroamericano decidió hacer pública una denuncia de hostigamiento basada en su orientación sexual, proveniente de un alto cargo de la entidad armada en una Unidad Metropolitana de Policía (UMEP) en el departamento de Lempira. Sin embargo, la atención y el respeto que se esperaba por parte de la ciudadanía contrastaron con la falta de profesionalismo de una reconocida periodista del vespertino.
El escenario se desarrolló tal como acostumbran a hacerse las denuncias en HCH, donde los televidentes suelen ser testigos de testimonios directos y confrontaciones en tiempo real. En esta ocasión, un miembro de la fuerza armada, cuya identidad se mantiene en anonimato por razones de seguridad, decidió tomar la palabra y exponer públicamente el hostigamiento que sufre por parte de su superior en su lugar de trabajo.
"Él es gay. Es un hombre al que le gustan otros hombres", dijo la periodista Ariela Cáceres tras escuchar el lead anunciado por su colega frente a las cámaras. Luego, la comunicadora del vespertino preguntó: "¿Es de línea o de carrera?". Y tras intentar explicar la diferencia entre ambos "tipos" de formación policial, la periodista aseveró que "todos suben, pero diferente", en un intento más por provocar la controversia ya anunciada por su compañero, estigmatizando y discriminando al mismo tiempo.
"Preguntémosle a la gente. ¿Puede un gay ser policía?", expresó Cáceres, en un intento por reducir las habilidades, el profesionalismo y la inteligencia de las personas LGBTIQ+. "¿Qué es hostigamiento? ¿Cómo es el acoso, o cómo sería? ¿Cómo podría sentirse usted hostigado?", cuestionó la famosa comunicadora.
Y después de varios minutos a la espera, Adriana Oliva, periodista local del canal en Lempira, procedió con la denuncia, aunque con más rechazo e impedimento de la Licenciada Ariela. "Para mi un policía no se puede estar quejando a la primera", gargajeó. "Por mi estatura... ...yo no me pude colar (en la Policía), pero él me imagino que se coló", sentenció la gacetillera, antes de dar la palabra al ciudadano.
"Está denuncia formal es contra la subcomisionada, Jessica María Aguilar, quien es jefa departamental de la UMEP número 13 en Lempira, porque hasta el día de hoy se me ha hostigado y discriminado por tener una preferencia sexual diferente, dentro de la institución, y porque no se han respetado mis derechos como persona, y se me ha obligado incluso a que vaya a una iglesia, sin preguntarme si soy mormón o si soy católico, o de repente soy ateo. Esos son derechos que yo puedo decidir, constitucionalmente, queramos o no, hacer o no, de cualquier forma", dijo el oficial, de espalda y con cierta timidez. Oliva cuestionó dudosa: "¿Por tener preferencia sexual estaría recibiendo hostigamiento laboral?". "Claro. Ella ha ordenado que se me hostigue y, prácticamente, ella ha dicho en varias ocasiones que no puede tener dentro de la institución personas de preferencias sexuales diferentes", sentenció el joven del cuerpo armado, con un buen estado físico, y con mucha coherencia en sus palabras.
"¿En qué tiempo ingresó usted a la institución policial? ¿Cuándo usted fue a realizar los exámenes ya abiertamente sabía que tenía una preferencia sexual?", cuestionó la periodista de Lempira. "Hasta el día de hoy yo estoy consciente de mi preferencia sexual, incluso antes de entrar a la institución, pero tengo cuatro años de servicio en la Policía y hasta el día de hoy he hecho mi trabajo tal y cómo es. Tener una preferencia sexual diferente no es malo. Soy un ser humano. Una persona que desea trabajar. Una persona que es libre de expresarse. Una persona que cree en sus derechos", dijo sin titubear el oficial.
"Tengo antecedente de jefes que me han hostigado por mi preferencia sexual. Se me ha discriminado, aunque hay jefes que también me han apoyado. Pero, actualmente, con esta denuncia, mi subcomisionada Aguilar ha buscado la manera hasta de quererme dar la baja acá en la Policía, solo por mi preferencia", siguió el agente hondureño.
"¿Ha tenido pareja dentro de la Policía o actualmente tiene pareja?", cuestionó Oliva. "No", señaló el oficial. "¿Novias ha tenido?", insistió la comunicadora hondureña. Y tras un silencio y otro "no", "vamos a respetar", expresó la reportera de HCH.
La valentía de este oficial al denunciar un caso de discriminación de esta naturaleza despertó una respuesta sorprendente por parte de la ciudadanía hondureña. Rápidamente, las redes sociales y las líneas telefónicas del canal de televisión se inundaron de mensajes de apoyo y solidaridad hacia el oficial, demostrando así que la sociedad está dispuesta a luchar, o al menos a hablar, sobre/contra la discriminación y la violencia basada en la orientación sexual.
El debate público y la renuencia -por decir menos- del periodismo
No obstante, la trascendencia del momento se vio empañada por la actuación de Cáceres, una de las periodistas más reconocidas del vespertino. Lejos de abordar la noticia con el respeto y profesionalismo requeridos, Cáceres demostró una falta de empatía y sensibilidad hacia la situación del oficial denunciante. Sus preguntas inoportunas y comentarios insensibles generaron un clima de tensión en el set de televisión, dejando en evidencia una falta de ética periodística y respeto hacia el ser humano.
"Me mandan una gran insultada", dijo Cáceres al pedir un momento para leer un mensaje que recibió en su línea de WhatsApp, en medio de la transmisión. Palabras redactadas por el periodista de COYUNTURA que firma este texto, leídas por la periodista de HCH en vivo: "Señora Ariela Cáceres. Pueden haber infinidad de tipos de 'homosexuales', tanto en Honduras como en todo el mundo. Masculinos, femeninos, que visten de acuerdo a normas 'heterosexuales', o que viven bajo normas 'nobinarias'. Así como hay 'heterosexuales' que son buenos padres, como malos, también hay muchísimas formas de ser 'gay'. Dentro de una institución policial, armada o estatal NO PUEDE SER interés de dicha entidad las preferencias sexuales de sus trabajadores. Su orientación sexual. Que el oficial sea GAY, masculino o 'femenino', musculoso o delgado, no debe ser razón de hostigamiento por parte de superiores (entiéndase esto en cuestiones laborales). Lo que se denuncia es que su superiora lo quiere despedir porque le incomoda su preferencia sexual. Tuvo los huevos, como mecanismo de defensa, para denunciarlo a un medio y no a cuestiones internas de la Policía, obviamente por indefensión. NO TIENE NADA DE COMPLICADO. Los HOMBRES GAYS también tenemos CARÁCTER. Deje de decir que 'no sabe' -frase que repitió más de cinco veces mientras daba el preámbulo de la noticia- cuando solo habla con ignorancia". Causó que Cáceres frunciera el ceño, en la parte derecha del televisor.
A partir de entonces, el semblante de la Licenciada Ariela continúo cambiando, y el debate se volvió amplio y acalorado. Ocho de diez llamadas fueron para mostrar apoyo al oficial y subrayar la falta de anuencia de la periodista de HCH desde un inicio. "Déjenlo trabajar", dijo una señora. "Ustedes estaban como renuentes de aceptar de que hubiera un policía gay en la institución", señaló un varón. La periodista hondureña se enteró incluso de que el principal requisito para ser miembro de la Policía Nacional es ser hondureña u hondureño por nacimiento, sin importar su orientación sexual, como un derecho más de cualquier persona en un país donde se respeta la integridad y la vida humana.
"Señora Ariela. Los homosexuales también podemos ser policías, o periodistas, militares, diputados, estilistas, locutores, alcaldes, científicos, médicos, analistas de datos, futbolistas, escritores, vendedores ambulantes, meseros, docentes, actores y cuidado hasta astronautas si nos lo proponemos, o presidentes. Que su homofobia no limite su deber de dar información objetiva, humanizada y no discriminatoria. Usted, señora Cáceres, es parte del problema", comparte esta Redacción como reflexión.
El papel de los medios de comunicación
Aunque se trate del canal en donde la gente "habla como habla", el papel de todo medio de comunicación independiente de todo poder debe ser el respeto a la dignidad y los derechos humanos de todas las personas, incluyendo aquel derecho que tenemos todos los homosexuales, lesbianas, transgénero, intersexuales y personas queer a trabajar en cualquier lugar y espacio, incluso en la redacción de dicho canal.
"Es que ahora ya no lo dicen, se les nota", declaró la comunicadora del prestigioso HCH, un espacio que no parece tolerante con sus propios trabajadores.
Este suceso se da un día después de que la Redacción de COYUNTURA denunciara el común denominador de la región centroamericana, en el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia: los perjuicios, la violencia y la discriminación que transgreden el día a día de las personas LGBTIQ+, proveniente de funcionarios como el alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras, o del periodismo masivo de Honduras.
El llamamiento "también es para la presidenta"
El llamado de esta denuncia "también es para la presidenta de la República de Honduras" y "las autoridades competentes", dijo el oficial. "Esto no es justo. Otro joven se pudo haber matado o algo similar para solucionar sus problemas, y no es la solución para mi. Quiero justicia", señaló el miembro de la Policía Nacional, asignado en el departamento de Lempira.
Miguel Martínez Madrid, comisionado del cuerpo armado de Honduras, señaló en la misma transmisión que "las personas en la Policía Nacional tienen la libertad para hacer su preferencia sexual". "Somos una institución garante de los derechos humanos", dijo el directivo. "No le veo ningún problema. Sí aquí tenemos un montón de compañeros gays", manifestó la periodista Cáceres, queriendo entrar en razón ante los hechos.
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