La justicia sandinista en Nicaragua continúa su implacable persecución contra los defensores de la libertad de expresión, y en este caso, el periodista Víctor Ticay Ruiz se suma a la lista de víctimas. El veredicto de culpabilidad emitido en un juicio sin garantías legales muestra una vez más la fragilidad de los derechos humanos en el país centroamericano.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
El periodismo independiente en Nicaragua sufre otro golpe a la libertad de expresión y a los derechos humanos, con el veredicto de culpabilidad emitido contra el periodista Víctor Ticay Ruiz por la justicia del régimen sandinista de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo. El corresponsal de Canal 10, de la señal abierta, fue condenado por supuesta "traición a la patria y ciberdelitos" en un juicio arbitrario que careció de garantías legales básicas y que genera preocupación entre defensores de derechos humanos y el gremio periodístico nicaragüense.
Según detallan medios de comunicación independientes en el país centroamericano, la madrugada de este viernes 09 de junio, Ticay fue sacado de su celda y llevado a una audiencia que se adelantó sorpresivamente sin una causa aparente. A pesar de haber sido llevado a una audiencia previa dos días antes, en la que le indicaron que el juicio continuaría el 09 de junio, se le negó el derecho a tener un abogado de su elección. En su lugar, se le asignó un abogado de oficio vinculado al mismo sistema judicial que lo acusa.
El patrón seguido en el caso de Ticay es similar al de otros presos políticos en Nicaragua. La Fiscalía presentó como testigos a policías y sandinistas, quienes declararon en contra del periodista por haber publicado videos durante Semana Santa, cuando las procesiones estaban prohibidas. Según las autoridades, estas imágenes "amenazaron la paz y la estabilidad de las familias nicaragüenses".
Esta estrategia de utilizar testigos parciales vinculados al régimen socava la credibilidad y la imparcialidad del proceso judicial.
El periodista lleva 60 días privado de libertad, y desde su secuestro su familia no ha podido verlo. La falta de acceso a su abogado de confianza, la ausencia de garantías mínimas del debido proceso y la negativa a permitir visitas familiares generan un ambiente hostil y violatorio de los derechos humanos.
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más ha denunciado estas violaciones y ha expresado su preocupación por el mensaje que envía el régimen de Ortega a todos los periodistas independientes del país. Esta situación no solo afecta a Ticay, sino que también contribuye a un clima de temor y persecución hacia los hombres y mujeres de prensa en Nicaragua, transgrediendo el derecho a la libertad de expresión y a las libertades fundamentales.
El caso de Ticay se origina a raíz de su cobertura periodística de una actividad religiosa en Semana Santa, en la que la iglesia católica fue prohibida de realizar las actividades propias de la Semana Santa.
El régimen de Ortega y Rosario Murillo arrestó al periodista y lo mantuvo en el distrito Tres de Managua desde el 06 de abril, hasta ser trasladado a La Modelo, en Tipitapa, el día del veredicto.
La persecución política contra los periodistas independientes en Nicaragua ha llevado al desplazamiento forzado de más de 150 hombres y mujeres de prensa. Estos hechos lamentables reflejan un claro deterioro de la libertad de prensa y de los derechos humanos en el país centroamericano, y requieren la atención y acción de la comunidad internacional para resguardar la integridad y el ejercicio de la labor periodística.
La condena del periodista Víctor Ticay Ruiz y la reciente sentencia contra monseñor Rolando Álvarez son claras señales de que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo no tolera ninguna forma de disidencia ni crítica. La lucha por la justicia y la libertad de expresión en el país está lejos de terminar, y es necesario mantener la atención sobre esta alarmante situación.
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