El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) advierte sobre la llegada inminente de la Onda Tropical número 18 al territorio nicaragüense, acompañada de precipitaciones en las regiones norte y sur del Caribe. Mientras tanto, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos reporta una probabilidad del 70 % de formación de una depresión tropical en el centro del Atlántico durante la primera semana de agosto. Autoridades y población deben estar alertas ante estas condiciones climáticas adversas.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) ha emitido este lunes 31 de julio de 2023 una alerta sobre la inminente llegada de la Onda Tropical número 18 al territorio nicaragüense en las próximas horas de este lunes. Según el director de Meteorología, Marcio Baca, se esperan precipitaciones, especialmente en las regiones norte y sur del Caribe. Además, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos ha informado sobre una probabilidad del 70 % de formación de una depresión tropical en el centro del Atlántico durante esta primera semana de agosto.
La Onda Tropical número 18, que se prevé afecte principalmente las regiones del Caribe, las centrales y el Pacífico, traerá consigo lluvias de ligera intensidad y de manera dispersa. Sin embargo, el pronóstico señala que el próximo miércoles o jueves podría ingresar al país una segunda onda tropical, lo que podría aumentar las condiciones de lluvia y tormentas en el país.
El NHC ha identificado una zona de bajas presiones en el Atlántico tropical, clasificándola como Invest 96L, y ha señalado que las condiciones ambientales son marginalmente favorables para su desarrollo gradual en los próximos días. En ese sentido, existe una probabilidad del 30 % de que se forme una depresión tropical dentro de los próximos seis días a partir del 31 de julio de 2023.
Mientras tanto, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) de Guatemala ha descartado que este sistema tenga efectos en su territorio, aunque advierte que las condiciones de lluvia persistirán durante la semana del 31 de julio al 04 de agosto, lo que podría complicar aún más la situación en diversas zonas del país que ya viven afectaciones por las fuertes lluvias registradas durante los últimos días.
Las recientes precipitaciones causaron una grave inundación en la comunidad Yalwitz Grande, en Santa Cruz Barillas, Huehuetenango, Guatemala, que dejó casas bajo el agua y generó pérdidas a las y los pobladores. Una zona remota de Barillas, a la cual se puede llegar únicamente en vehículos de doble tracción, debido al mal estado de las carreteras.
En cuanto a las previsiones para el Atlántico, la temporada de huracanes ha comenzado con mayor actividad de lo esperado, habiéndose formado ya tres tormentas tropicales: Arlene, Bret y Cindy. Bret llegó con fuertes vientos a algunas áreas de las Antillas Menores, mientras que Arlene y Cindy no impactaron tierra.
El NHC pronostica que la temporada de huracanes de 2023 en el Atlántico tendrá al menos 12 tormentas con nombres, de las cuales entre cinco y nueve se convertirán en huracanes, y al menos uno podría alcanzar la categoría de huracán mayor.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos resaltado este pronóstico, señalando que la temporada estará dentro del promedio, aunque existe incertidumbre sobre cómo podría afectar la presencia del fenómeno climático de El Niño.
Ante estas previsiones, las autoridades de Nicaragua deben estar alertas y preparadas para hacer frente a las posibles emergencias que puedan surgir como resultado de la llegada de la Onda Tropical número 18 y la eventual formación de una depresión tropical en el Atlántico. Es importante que se refuercen las medidas de protección civil y se realicen acciones preventivas para mitigar los posibles impactos de estas condiciones climáticas adversas, teniendo en cuenta que diversas zonas en lugares como la capital, Managua, son extremadamente vulnerables ante más de treinta minutos de lluvia.
No obstante, según los termómetros y el registro para los próximos días, las altas temperaturas seguirán en países como Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, en medio de la segunda ola de calor en lo que va de 2023 en los países centroamericanos.
En los últimos años, Centroamérica ha atestiguado eventos climáticos cada vez más intensos y frecuentes, lo que genera un aumento en los desastres naturales y sus consecuencias devastadoras para las comunidades. La planificación y la respuesta adecuada son cruciales para proteger la vida y la propiedad de las personas ante estas situaciones. Mientras tanto, muy lejos están las administraciones centroamericanas de hablar sobre el desplazamiento climático.
Las autoridades gubernamentales deben mantener una comunicación efectiva con la población, proporcionando información clara y oportuna sobre las condiciones climáticas y las medidas de seguridad recomendadas. También es necesario reforzar la capacidad de los equipos de respuesta ante emergencias y garantizar el suministro adecuado de recursos y logística para atender las necesidades de la población afectada, incluyendo alimentos, vestimenta, medicamentos, equipo médico, de primeros auxilios y de protección contra la Covid-19, entre otros.
Además, es fundamental promover la conciencia y la preparación en la ciudadanía sobre cómo actuar en caso de emergencias, así como la importancia de la conservación del medio ambiente y la adopción de medidas de mitigación del cambio climático.
Nicaragua y la región enfrentan la inminente llegada de la Onda Tropical número 18 y la posible formación de una depresión tropical en el Atlántico. Estos eventos climáticos pueden tener un impacto significativo en las condiciones meteorológicas y deben ser tomados con seriedad por las autoridades y la población. La prevención, la preparación y la respuesta efectiva son clave para proteger la vida y el bienestar de todos los ciudadanos frente a estas situaciones de riesgo. Solo a través de la cooperación y la acción conjunta podremos enfrentar los desafíos que representa el cambio climático y sus consecuencias en la región centroamericana.
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