A las 11:18 a.m. de este miércoles 18 de septiembre de 2024, 10 días después de haber salido del territorio venezolano, Edmundo González Urrutia, excandidato presidencial de Venezuela y presidente electo, según la oposición del régimen chavista de Nicolás Maduro, emitió un comunicado para aclarar más detalles sobre su salida, la que considera un claro desplazamiento forzado. Acá la transcripción del video compartido por González.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Madrid, España
"Compatriotas, me dirijo a ustedes para informarles toda la verdad de lo que ocurrió con mi salida de Venezuela. El régimen pretende que todos los venezolanos perdamos la esperanza. El mundo entero sabe que siempre recurren al juego sucio, el chantaje y la manipulación. Estando en la residencia del embajador de España, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, y la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, se presentaron con un documento que tendría que refrendar para permitir mi salida del país. En otras palabras, o firmaba o me atenía a las consecuencias. Hubo horas muy tensas de coacción, chantaje y presiones. En ese momento considere que podía ser más útil libre que encerrado e imposibilitado de cumplir con las tareas que me encomendó el soberano. Un documento producido bajo coacción, está viciado de nulidad absoluta, por un vicio grave en el consentimiento. Como presidente electo de millones y millones de venezolanos que votaron por un cambio, la democracia y la paz, no me van a callar. Jamás los voy a traicionar; esto lo saben todas y cada una de las personas con las que he hablado hasta hoy. La comunidad internacional continúa incrementando su respaldo a la voluntad soberana del pueblo venezolano. Lo que deberían estar divulgando son las actas de escrutinio. La verdad es lo que es y está en las actas que ustedes pretenden ocultar. No van a callar un país que ya habló. Millones de venezolanos tienen la voluntad del cambio y yo voy a cumplir con ese mandato".
La crisis política en Venezuela continúa escalando, y este miércoles 18 de septiembre de 2024, a las 11:18 a.m., Edmundo González Urrutia, excandidato presidencial y presidente electo según la oposición venezolana, rompió el silencio sobre su reciente salida del país. En un comunicado divulgado a través de un video, González describió los detalles de lo que considera un "desplazamiento forzado" por parte del régimen de Nicolás Maduro, señalando que enfrentó coacción y amenazas de altos funcionarios del gobierno chavista.
Según González, estando en la residencia del embajador de España en Caracas, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, y la vicepresidenta Delcy Rodríguez, se presentaron con un documento que lo obligaba a firmar para autorizar su salida del país. "Hubo horas muy tensas de coacción, chantaje y presiones", relató el líder opositor, explicando que decidió firmar el documento para evitar encarcelamiento y poder continuar con su lucha por la democracia desde el exilio.
A pesar de este desplazamiento, González dejó en claro que no permitirá que el régimen lo silencie. "No van a callar un país que ya habló. Millones de venezolanos tienen la voluntad del cambio y yo voy a cumplir con ese mandato", expresó en su mensaje. Además, destacó que la comunidad internacional sigue incrementando su apoyo a la causa democrática en Venezuela, haciendo un llamado a divulgar los resultados de las elecciones que, según él, demuestran su victoria.
Respaldo internacional y reconocimiento en España
El exilio de Edmundo González ha generado un fuerte debate en el ámbito internacional, especialmente en España. Este miércoles, el Senado español aprobó una moción impulsada por el Partido Popular (PP), instando al gobierno de Pedro Sánchez a reconocer a González como presidente legítimo de Venezuela tras las elecciones del 28 de julio. La moción, que también exige promover una orden de arresto ante el Tribunal Penal Internacional contra Nicolás Maduro por crímenes de lesa humanidad, fue respaldada por el PP, Vox, UPN y Junts, pero no contó con el apoyo del PNV, que había votado a favor en una moción similar en el Congreso la semana anterior.
Este apoyo político en España ha servido como un termómetro de las relaciones entre las distintas formaciones, destacándose la ausencia del PNV en esta votación, y la postura crítica de Junts hacia el gobierno de coalición, reflejando el creciente interés en la situación venezolana dentro de las dinámicas políticas españolas.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se reunió esta semana con Edmundo González en el Congreso español, reafirmando el compromiso de su partido con la causa del líder opositor venezolano. A través de redes sociales, Feijóo declaró su total respaldo político y moral a González y al pueblo venezolano, asegurando que seguirá reclamando en todos los foros nacionales e internacionales el reconocimiento de los resultados de las elecciones en Venezuela.
La reunión, celebrada en privado, se llevó a cabo días después de que el Congreso de España reconociera a González como “presidente electo”, en una iniciativa también liderada por el PP. La moción fue respaldada por Vox, Coalición Canaria, UPN y el PNV, marcando un paso importante en la estrategia de presión internacional contra el régimen de Maduro. En paralelo, Feijóo y otros miembros del PP han exigido al gobierno de Pedro Sánchez explicaciones sobre la situación de dos ciudadanos españoles detenidos recientemente en Venezuela, insinuando una posible falta de transparencia en la gestión de las relaciones entre España y el país latinoamericano.
Una batalla diplomática en las cortes españolas
La situación de Edmundo González ha sido utilizada por el PP como una plataforma para criticar las políticas del gobierno de Pedro Sánchez respecto a Venezuela. En el Senado, el senador popular José Antonio Monago comparó la posición del presidente del gobierno con las tácticas de narcotraficantes como Pablo Escobar, alegando que Sánchez "ha decidido colaborar con una dictadura". Estas declaraciones generaron un tenso intercambio en la cámara alta, con el PSOE defendiendo su decisión de conceder asilo político a González, pero negándose a reconocerlo oficialmente como presidente hasta que haya una posición conjunta de la Unión Europea.
Las críticas del PP también se dirigieron hacia el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, a quien acusaron de "blanquear una dictadura" en su rol de mediador en la crisis venezolana. La bancada socialista intentó sin éxito eliminar del acta estas referencias a Zapatero, generando uno de los momentos más tensos del pleno.
El senador del PSOE Rafael Lemus, por su parte, contraatacó recordando el fallido intento del PP de enviar una delegación a Venezuela durante las elecciones de julio, la cual fue expulsada del país por orden del gobierno de Maduro. "Parecían más una empresa de desocupación que observadores electorales", señaló con ironía Lemus.
La crisis en Venezuela y el exilio de Edmundo González han abierto una nueva línea de batalla entre el PP y el gobierno de Pedro Sánchez. Los populares han utilizado el tema para atacar no solo la política exterior del gobierno, sino también para criticar su gestión interna, comparando las supuestas tendencias autoritarias de Sánchez con las de Maduro. El Parlamento Europeo también está debatiendo la situación en Venezuela, con una resolución propuesta por el Partido Popular Europeo que se votará esta semana.
Mientras tanto, González sigue recibiendo apoyo de figuras internacionales, pero enfrenta el desafío de mantener viva la causa democrática en Venezuela desde el exilio. Su denuncia de coacción y las revelaciones sobre su salida del país han reavivado el debate sobre la legitimidad del régimen de Maduro y las tácticas utilizadas para mantener el control en el país sudamericano.
Con esta nueva etapa en el conflicto político venezolano, la comunidad internacional, y especialmente Europa, se encuentra en una encrucijada: reconocer o no al presidente electo según la oposición, y tomar medidas concretas para presionar al régimen de Maduro. Lo que está claro es que Edmundo González no tiene intención de rendirse en su lucha por la democracia, y su exilio en España podría ser el inicio de una nueva fase en la batalla por el futuro de Venezuela, según analistas. No obstante, esa lucha se está perdiendo en el país suramericano.
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