La victoria de Sheynnis Palacios en Miss Universo, lejos de ser solo un logro para el país y Centroamérica, es ahora casi una novela negra, con una serie de eventos que revelan la vulnerabilidad de la libertad y la belleza. La renuncia de Karen Celebertti, los arrestos arbitrarios y las acusaciones infundadas de traición a la Patria contra otra familia nicaragüense son las señales de siempre de un régimen dispuesto a utilizar cualquier medio para consolidar su control sobre cualquier marca, historia o sector. La situación en Nicaragua deja entrever la lucha constante entre la libertad y la represión, con un incierto destino para el futuro de Miss Nicaragua como marca nación.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Managua, Nicaragua
Nicaragua es desde hace algunas semanas, otra vez, el foco de la atención centroamericana e internacional después de que Sheynnis Palacios coronara a su país como ganador del certamen de Miss Universo 2023 el pasado sábado 18 de noviembre en El Salvador. Pero, lo que inicialmente fue motivo de orgullo nacional y regional, al ser la primera mujer nicaragüense y de Centroamérica en obtener el título internacional, se transformó en un turbio episodio político que revela la creciente intervención del régimen sandinista de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo en muchos más ámbitos y espacios de la vida cotidiana y extracurricular del país centroamericano. La victoria de Palacios, de 23 años de edad, en el certamen de belleza desató una oleada de celebraciones dentro y fuera de Nicaragua. Sin embargo, el entusiasmo nacional se desvaneció rápidamente cuando el régimen orteguista tomó medidas drásticas contra la directora de Miss Nicaragua, Karen Celebertti, y su familia. La celebración pasó de ser un evento de orgullo nacional a un episodio oscuro.
El destierro de Celebertti y su hija Luciana Argüello, quienes participaron en diversas actividades celebrando el triunfo de Palacios, marcó el inicio de una serie de acontecimientos impactantes. La prohibición de entrada al país para la ahora exdirectora de Miss Nicaragua y los arrestos arbitrarios de Martín Argüello Leiva y Bernardo Argüello Celebertti, esposo e hijo de Karen, respectivamente, evidenciaron la escalada represiva del régimen, logrando así que la empresaria renunciara a la marca nacional.
Las acciones del régimen orteguista se intensificaron con acusaciones de "traición a la Patria" contra Karen Celebertti, su esposo e hijo, basadas en su presunta participación en "acciones terroristas" durante las protestas antigubernamentales iniciadas en abril de 2018. La pérdida de sus derechos como ciudadanos nicaragüenses y la confiscación de sus bienes fueron las consecuencias anunciadas en un comunicado oficial.
La renuncia de Karen Celebertti a la dirección de Miss Nicaragua, anunciada en un emotivo mensaje en Instagram el lunes 11 de diciembre, marcó un punto de quiebre en esta crisis. Evidentemente, la presión ejercida sobre Celebertti, su esposo e hijo, llevó a la decisión de renunciar al control del certamen, poniendo fin a 23 años de liderazgo en la organización. No obstante, al cierre de este texto, Martín y Bernardo siguen detenidos por la Policía Nacional, sin haber sido sometidos a un juicio o investigación previa.
Por otro lado, la intervención de la organización Miss Universo, expresando su preocupación por la seguridad de todos los involucrados y apelando a la administración nicaragüense para garantizar el cumplimiento de los requisitos migratorios, resalta la dimensión internacional de esta crisis. Anne Jakrajutatip, empresaria, activista transgénero, dueña y directora de Miss Universo, expresó su solidaridad con Celebertti y denunció la represión del régimen. "Tu servicio al mundo es legendario y tu buen corazón es indescriptible. Al ser directora nacional de Miss Universo en Nicaragua, has logrado un notable hito para muchas mujeres sin privilegios, inspirándolas a convertirse en los iconos del escenario mundial", escribió Jakrajutatip en un comunicado oficial dirigido a Celebertti. "Tienes que exiliarte junto a tu hija a otra tierra por tus creencias y servicio a las mujeres", agregó la empresaria de 44 años de edad.
Asimismo, el programa de la cadena estadounidense Univisión "Siéntese quien pueda" reveló una trama política detrás de la crisis, sugiriendo que el régimen orteguista podría liberar al esposo e hijo de Celebertti a cambio de que ella ceda los derechos de la franquicia a Xiomara Blandino, nuera de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo. La supuesta negativa de Sheynnis Palacios a pronunciarse a favor del régimen sandinista desató la presión adicional.
Con la renuncia de Celebertti, el futuro de la franquicia de Miss Nicaragua queda en el aire. Blandino, la Miss Nicaragua de 2007, y nuera de Ortega y Murillo desde el inicio de la actual crisis múltiple que vive el país centroamericano, emerge como una candidata probable para asumir la dirección. Sin embargo, las críticas hacia la organización actual y la búsqueda de un cambio en la dirección del certamen señalan la complejidad del panorama político, aunque, de momento, Miss Universo dice que "no hay" un socio en Nicaragua.
El respaldo de Anne Jakrajutatip y la organización Miss Universo a Karen Celebertti, así como las expresiones de solidaridad internacional, subrayan la necesidad de una resolución pacífica y justa en esta crisis, respetando los derechos humanos y mercantiles, según analistas consultados por la Redacción de COYUNTURA. La denuncia de la opresión y la exigencia de seguridad para todos los involucrados se convierten en un llamado a la paz en medio de la creciente tensión política en Nicaragua, teniendo en cuenta que, según rumores en diversas redes sociales digitales, la actual Miss Universo, Sheynnis Palacios, podría visitar su país en las próximas semanas, bajo la "prohibición" de eventos masivos y declaraciones públicas.
"Si la dejan ingresar, será entrada por salida", dijo a este medio un ciudadano identificado como "Gabriel".
Lo que comenzó como un logro notable para Nicaragua en el escenario internacional se ha convertido en un símbolo de la creciente interferencia política y la represión en el país centroamericano. La lucha por el control de la franquicia de Miss Nicaragua refleja los desafíos más amplios que enfrenta la sociedad nicaragüense en su búsqueda de libertad, justicia y un Estado de Derecho pleno.
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