"El comandante en jefe dio a conocer el fraterno saludo de parte del presidente de la República y jefe supremo del Ejército de Nicaragua, comandante Daniel Ortega Saavedra, al pueblo y a las máximas autoridades de la Federación de Rusia. Asimismo, durante la reunión se enfatizó la firme voluntad y el compromiso permanente de las fuerzas armadas nicaragüenses, de sostener la cooperación mutua para contener los alcances y efectos de las amenazas y riesgos comunes, contribuyendo a mejores condiciones de seguridad global", cita un comunicado del Ejército del país centroamericano.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Moscú, Rusia
El jefe del Ejército de Nicaragua, el general Julio César Avilés Castillo, realizó una visita oficial a Rusia que duró tres días, durante la cual reafirmó la importancia de "fortalecer la cooperación militar entre ambos países". Durante su encuentro con el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, Avilés Castillo expresó su apoyo a la operación militar rusa en Ucrania y respaldó la posición del Kremlin en medio de la crisis en Europa del Este. Este respaldo por parte de Nicaragua a la acción militar rusa en Ucrania ha suscitado preocupación y cuestionamientos, ya que contrasta con la postura democrática y libertaria de la comunidad internacional, que ha condenado la invasión rusa.
El general Avilés Castillo, quien lidera el Ejército de Nicaragua desde el año 2010, dejó claro su apoyo a la operación especial militar rusa en Ucrania. En sus declaraciones, resaltó que "la verdad y la razón están con Rusia", argumentando que la seguridad de dicho régimen dictatorial estaba "efectivamente" en peligro debido a la situación en Ucrania, alegando que el pueblo del sur de dicha nación sufría ataques periódicos.
Además, Avilés Castillo criticó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), acusando a Occidente de utilizar a Ucrania como un medio para amenazar a Rusia desde 2014 en adelante. En su visión, Ucrania no está combatiendo contra el pueblo ruso, sino que actúa en representación de la OTAN en un intento por minar la seguridad de Rusia y fomentar la inestabilidad regional. Por tal razón, la visita de Avilés Castillo a Rusia y su respaldo a la operación militar rusa en Ucrania han exacerbado las tensiones en las relaciones internacionales, cuando la administración del sandinista Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo ha fortalecido sus relaciones y cooperación no solo con Rusia. También lo ha hecho con Irán. Y con Kazajistán. Mientras tanto, la mayoría de los países occidentales, europeos y latinoamericanos han condenado la invasión rusa en Ucrania y han impuesto sanciones a Rusia en respuesta. La OTAN ha expresado su apoyo a Ucrania y ha desplegado tropas y recursos adicionales en la región para disuadir a Rusia y a las tropas de Vladimir Putin.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, en la reunión con Avilés Castillo, rechazó lo que denominó "la presión política de Occidente" y acusó a los Estados occidentales, liderados por los Estados Unidos de América (EE.UU.), de recurrir al chantaje y a la amenaza en lugar de la diplomacia. Shoigú también subrayó el compromiso de Rusia y Nicaragua en la "defensa de su soberanía e independencia" y resaltó la cooperación militar en una amplia gama de asuntos de interés mutuo, cuyos detalles son desconocidos por la ciudadanía.
La relación entre Nicaragua y Rusia ha experimentado un fortalecimiento en los últimos años y meses, fomentado por la batalla diplomática y narrativa del régimen Ortega-Murillo contra la administración de EE.UU. y otras naciones, que han denunciado las implacables violaciones a los derechos humanos que el sandinismo ha cometido desde abril del año 2018. Desde la llegada al poder de Daniel Ortega en Nicaragua, se han afianzado los lazos entre ambos países. Rusia considera a Nicaragua como un "socio estratégico" en América Latina, aunque esta cooperación no se ha traducido necesariamente en términos de comercio y remesas. Sectores en los que los Estados Unidos de América sigue siendo el principal socio comercial del país centroamericano.
La visita de Avilés Castillo a Moscú, capital de Rusia, en momentos de tensión y guerra entre el Kremlin y Ucrania, y la creciente mortandad causada por la ira entre Hamás e Israel, es parte de una estrategia que busca fortalecer los vínculos militares y políticos entre ambas naciones. Esta cooperación puede tener implicaciones significativas en la región y en el equilibrio de poderes a nivel global.
En el ámbito interno de Nicaragua, la visita de Avilés Castillo a Rusia y su respaldo a la operación militar rusa en Ucrania generan ciertas interrogantes. La oposición al régimen de Daniel Ortega ha cuestionado la alineación del país con Rusia en este conflicto y ha expresado preocupación por las posibles consecuencias de esta postura en las relaciones internacionales de Nicaragua, atrayendo posibles sanciones diplomáticas y económicas. Además, cabe mencionar que el general Avilés Castillo ha sido sancionado por los Estados Unidos de América debido a su papel en la gestión de las fuerzas paramilitares durante los levantamientos sociales desde 2018. Estas sanciones ya tienen un impacto en las relaciones bilaterales entre Nicaragua y EE.UU., mientras Ortega ordena más acercamientos diplomáticos, económicos, militares y sociales con sistemas represivos.
Mientras el jefe del Ejército de Nicaragua se encontraba en Rusia, el hijo de la pareja dictatorial que controla el país centroamericano, Laureano Ortega Murillo, lideró una delegación estatal en China. Durante su visita, se reunieron con autoridades del gigante asiático y empresas estatales para fortalecer la cooperación económica, comercial y financiera entre ambas naciones. La delegación discutió proyectos de infraestructura, energía, y programas interpartidarios, según medios oficialistas ligados al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Esta cooperación con China, al igual que la colaboración con Rusia, es un aspecto importante en la política exterior de Nicaragua y tiene repercusiones en la economía y el desarrollo del país.
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