El debate previo al inicio del noveno congreso continental de los gobiernos de América, que tendrá como anfitriona la ciudad de Los Ángeles, se intensificó tras los condicionamientos de algunos de sus posibles participantes.
Por Juan Daniel Treminio | @DaniTreminio
Política
Managua, Nicaragua
La IX Cumbre de las Américas está prevista a realizarse del 6 al 9 de junio, pero el debate inició en los púlpitos, las redes sociales, medios de comunicación, Cancillerías y gobernantes de turno, en donde el eje central ha sido la inclusión de Nicolás Maduro, Díaz Canell y Daniel Ortega como parte del desfile continental de presidentes. Aunque no es la primera vez que se genera dicha controversia, por las viejas dictaduras de la región, sí lo es en el caso de Nicaragua por el agravamiento de la crisis sociopolítica que suscita en el país desde abril de 2018.
Desde que Daniel Ortega regresó al poder en el 2007 se han llevado a cabo cuatro Cumbres de las Américas, dato que representa desde luego un récord por ser el gobernante de turno que más cumbres ha atestiguado, de las que solo ha participado en dos; Trinidad y Tobago (2009) y Panamá (2015). A la Cumbre de Colombia (2012), Ortega no asistió en solidaridad con Cuba, y a la de Perú (2018) no asistió en solidaridad con Venezuela. Ahora es su turno.
Fue el presidente mexicano Andrés Obrador quien rompió los fuegos del debate tras abogar por la participación del tridente dictatorial, precisamente antes, durante y después de su gira, que terminó en la isla de Cuba, condicionando de forma terca su participación si no se cumple su exigencia. La respuesta de los anfitriones ha sido exhaustiva: "el respeto a la democracia es esencial para participar en la Cumbre de las Américas".
Los gobiernos de Bolivia, Honduras y Argentina se apandillaron en el discurso de Obrador, minimizando que, además del respeto a la democracia, otro de los requisitos es que se debe formar parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA), algo que en Managua se rechaza de una forma que nunca antes se había visto en la historia del organismo.
Expulsada, denunciada y confiscada. Así se encuentra la OEA en la capital nicaragüense.
A pesar de ser inenarrable la forma en la que con mano dura rige el matrimonio Ortega-Murillo en Nicaragua, esto no puede ser un asunto menor previo a la cumbre y en ella misma, razón por la que varios periodistas han dado memoria de porqué no se debe defender la postura de Obrador. "Mexico de ninguna manera puede aliarse, defender o seguir el ejemplo de brutales dictaduras como la de Cuba, Nicaragua y Venezuela", manifestó el mejicano periodista Jorge Ramos.
La respuesta del periodista argentino y ex miembro de CNN, Carlos Montero, al fotógrafo nicaragüense Jorge Mejía Peralta tras haber reaccionado al multimedia que posteó Ramos en su Twitter fue abrumadora. "Déjate de joder!Solo en Miami podes decir que llamar a los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua dictadores, matones, torturadores, censores y represores no es un juicio de valor y es un hecho medible con indicadores. Indicadores comprados por ustedes, farsantes!!!", sentenció Montero.
El debate se ha extendido tanto que ha logrado generar comentarios entre reconocidos personajes de la opinión pública, mejicana y regional, tal es el caso de los periodistas Dolia Estévez y Chumel Torres.
Estévez recordó en su cuenta de Twitter que tanto Venezuela como Nicaragua se retiraron de la OEA, organismo base de la Cumbre, a diferencia de Cuba "cuya membresía condicionada sigue vigente".
Y sí los invitan, ¿irían?
Una de las preguntas claves que surge de la conversación es que, de existir la posibilidad de ser invitados, ¿los mandatarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua asistirían? La periodista Estévez explicó en pocas palabras dos razones, bastante acertadas, sobre porque es poco probable que, al menos Daniel Ortega y Nicolás Maduro, asistan al evento en Los Ángeles. "Maduro en 2020 fue acusado de tráfico de drogas y narcoterrorismo en Miami", aseveró Estévez.
Dicha acusación contra Maduro fue hecha en marzo de ese año, responsabilizando al mandatario venezolano de tráfico internacional de drogas, ofreciendo incluso 15 millones de dólares como recompensa por información que conduzca a su detención. El riesgo de ser arrestado es alto.
Mientras tanto, en el caso de Ortega, Estévez enfatizó que tanto sobre él como sobre su familia recaen un sinnúmero de sanciones impuestas para restringir en su totalidad las transacciones financieras entre ellos y cualquier persona o entidad estadounidense. Es decir, no podría ni siquiera hospedarse en un hotel norteamericano.
Para la opinión pública al cierre de este artículo se desconoce si las invitaciones al evento continental ya fueron enviadas. Según el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el país anfitrión espera llevar a cabo una cumbre "segura y exitosa".
La última información que se conoció sobre el rifirrafe fue desde la Voz de América, medio que asegura que "la Casa Blanca está realizando consultas con múltiples países latinoamericanos a raíz de las posturas de los dignatarios de México y Bolivia de no asistir al evento si no se invitaba a Venezuela, Nicaragua y Cuba".
Son justamente estos tres países, el tridente dictatorial de la región, aliados indispensables de Vladimir Putin, llegando a ordenar incluso la divulgación de información a favor de Rusia en los medios oficialistas de sus naciones en medio de la ofensiva ordenada sobre Ucrania.
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