Este menú de Navidad a la centroamericana es una muestra de cómo la cocina puede ser un puente entre tradición y creatividad. Una excusa para juntarse, platicar, degustar y reiniciar historias, con sencillez y amor. Estas opciones no solo son fáciles y económicas, sino que también invitan a disfrutar de lo más importante de estas fechas: compartir momentos inolvidables con quienes más queremos; con quienes nos rodean; para recordar y decir.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Paladar
Tegucigalpa, Honduras
La Navidad en Centroamérica no solo es una festividad religiosa, sino también una celebración llena de tradiciones culinarias que han pasado de generación en generación, aunque sin duda es buen momento para innovar o invocar/crear momentos, deseos y luchas. En cada rincón de la región, las mesas se llenan de platos festivos o a lo mucho reconfortantes, que no solo marcan el cierre de un año, sino que también representan la diversidad de ingredientes, técnicas y sabores que definen a la región. Este año, con una propuesta que refleja el carácter de la región, para que no desfallezcas o hagas malabares con amigos, familia, vecinos y colegas, hemos reunido en este menú una serie de platillos fáciles, accesibles y llenos de sabor que transformarán cualquier cena navideña en una experiencia memorable. Todo es posible de realizar en un máximo de tres horas, según los cálculos de la Redacción de COYUNTURA, y no excede un presupuesto de entre $3 y $5 por persona. No más de 30 dólares para una reunión de entre cuatro y seis personas.
La técnica es escoger un platillo de cada selección, armar el mejor menú para ti y los tuyos, sin presumir ni vaciar tu bolsillo.
Aperitivos que preparan el paladar para un gran menú de Navidad
Tabla de queso para untar, con frutos secos y papas fritas
Chocolate caliente y galletas
Pan de ajo
La cena de Navidad comienza con una variedad de aperitivos que permiten a las y los comensales abrir el apetito sin perder la esencia tradicional. Una tabla de queso para untar, acompañada de frutos secos y tus chips favoritas, es una opción ideal para compartir, mientras el suave sabor del queso se complementa con la crocancia de los frutos secos. El chocolate caliente y galletas es otra opción reconfortante, perfecta para quienes buscan algo más dulce y cálido en la noche, ideal también para las y los más adultos; en el caso de las y los pequeños, el chocolate helado -o sencillamente leche de chocolate- puede funcionar. Finalmente, el pan con ajo, crujiente pero no quemado y con especies untadas con aceite de oliva, algún aderezo casero o queso crema, aporta ese toque de calidez que caracteriza las cenas navideñas.
Entrantes para todo gusto
Ensalada de papas fría
Caldo/sopa/consomé de pollo o solo verduras
El primer plato de la noche siempre deja una huella en la memoria, y en esta ocasión, tenemos varias opciones para todos los gustos y estilos de vida, que marcan tonos y expectativas. La ensalada de papas fría, fresca y cremosa, puede ser elaborada según cada hogar o invitado; es un clásico en muchas mesas centroamericanas, con o sin maíz, jamón y pasas. Para quienes prefieren algo más reconfortante, un caldo, sopa o consomé de pollo o solo verduras, puede ser el inicio perfecto para la velada. Sin olvidar el marol con tortillas, también conocido como indio viejo, un guiso a base de maíz y carne de res, que siempre ofrece una mezcla de sabores que captura la esencia de la Nicaragua. Acá la receta, elaborada por nuestro equipo.
Platos fuertes que enamoran
Zanahorias, berenjenas, papas, coles de bruselas y otras hortalizas o verduras asadas, con vinagreta de maní
Relleno
Los platillos principales son los protagonistas de la cena navideña en Centroamérica. Las zanahorias, berenjenas, papas, coles de bruselas y varias hortalizas o verduras asadas con una vinagreta de maní ofrecen una opción ligera y deliciosa para quienes buscan un acompañante vegetal, pero con un toque distintivo. Todas y todos lo amaran. Es una forma sana de comer en una noche que se distingue por la grasa y las carnes. En muchos hogares centroamericanos, el tamal, nacatamal o tamalito es el plato estrella, ya que incluso hace que grandes y pequeños se reúnan por todo un día u horas antes de ponerse "el estreno" para cocinar, comer y poner las canciones del recuerdo. Este manjar de maíz relleno, preparado con carne, vegetales y mucha paciencia, es sinónimo de fiesta y se disfruta especialmente en Nicaragua, Honduras y El Salvador. Por otro lado, el relleno, preparado con carne de cerdo, res o pollo, y vegetales, e incluso una pizca de alcohol, es un platillo que nunca falta en la mesa, añadiendo una capa de sabor a las celebraciones. Con pan, arroz, tostones de plátano verde y alguna vinagreta.
Bebidas para acompañar la noche y el menú
Rompopo
Sangría
Fresco de tamarindo
La bebida es otro aspecto clave en la cena navideña centroamericana y en cualquier equina del mundo. El rompopo, con su sabor cremoso y ligeramente alcohólico, es una tradición que simboliza la calidez de la Navidad en muchos hogares, y el "toque alegre" de la noche. La sangría, por su parte, se ha ganado su lugar en las mesas, con sus frutas frescas y la mezcla de vino y jugo de naranja, perfecta para brindar y compartir, sin excederse. Para quienes buscan algo sin alcohol, el fresco de tamarindo es una opción refrescante, fácil, masiva y exótica que captura la esencia tropical de la región y de los otros platillos del presente menú.
Postres que cierran la cena con dulzura
Torreja
Chocobananos
Arroz con leche
Como no podría ser de otra forma, los postres ponen el broche de oro a esta noche tan especial, pero recuerda el límite de azúcar para grandes y pequeños. La torreja, a base de pan, leche, canela, dulce y azúcar morena, es un plato que llena de nostalgia a muchos, desde Honduras hasta Guatemala. Los chocobananos, con su mezcla del chocolate -blanco u oscuro- y plátano, son el dulce favorito de los más pequeños y de los adultos que desean disfrutar de un toque diferente, que puede llevar también algo de maní o chispas de azúcar. Finalmente, el arroz con leche, espeso y cremoso, además de casero, es la opción ideal para cerrar la cena de forma dulce y cercana.
Este menú navideño no solo representa la riqueza de la gastronomía centroamericana, sino también la adaptabilidad de sus tradiciones culinarias. Con platillos que abarcan desde aperitivos sencillos hasta postres reconfortantes, la cena de Navidad se convierte en una celebración de unidad, sabor y amor familiar. Cada bocado es un recordatorio de las raíces culturales de la región y un convite a seguir manteniendo vivas las tradiciones que nos unen, o a crear nuevas, con comida y gente bella que se puede reunir con paz y colectividad.
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