Desde la misteriosa desaparición de ambulancias equipadas, pasando por una camioneta blindada, hasta la opacidad en la gestión de fondos y el secretismo en la administración institucional. Esta es una mirada profunda al estado actual del 911 en Honduras, en medio de la reestructuración de la institución a cargo de una comisión interventora por orden de la presidenta Xiomara Castro.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Tegucigalpa, Honduras
El Sistema Nacional de Emergencias 911 (SNE) en Honduras ha sido objeto de intensa atención en los últimos meses debido a una serie de eventos que plantean serias interrogantes sobre su funcionamiento y transparencia como un ente de emergencias para la ciudadanía. Desde la desaparición de más de 100 ambulancias adquiridas por la institución hace unos años en Tegucigalpa y San Pedro Sula, hasta la reducción de la operatividad de las cámaras de seguridad. El 911 enfrenta retos y desafíos significativos. Por esa razón, según el oficialismo, la presidenta socialdemócrata Xiomara Castro ordenó su intervención, poniendo al frente de una comisión especial para ello a la abogada y activista del partido Libertad y Refundación (Libre), Miroslava Cerpas, quien fue removida "hasta nueva orden" de su cargo en la Dirección General de Servicio Civil (DGSC), en enero de este año.
El lunes 04 de septiembre de 2023, Francia Reyes, portavoz del SNE, anunció que alrededor de 2,200 cámaras de seguridad habían sido habilitadas, alcanzando el 70 por ciento de operatividad. Esta noticia marcó un avance en comparación con la situación previa, donde desacuerdos contractuales con los operadores habían reducido drásticamente la capacidad de vigilancia, dejando fuera de funcionamiento el sistema vital para prevenir o enfrentar emergencias en las principales ciudades del país centroamericano.
A pesar de este progreso, el SNE no se detiene en su objetivo de mejorar la seguridad en Honduras, según sus nuevos funcionarios a la cabeza. Se encuentra en proceso la negociación de un nuevo contrato que permitirá la habilitación del 100 por ciento de las cámaras de seguridad. Además, se ha anunciado la firma de un convenio entre la Comisión Interventora del 911 y la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON), lo que facilitará la interconexión de las cámaras de seguridad de las municipalidades con el SNE.
En medio de estos avances, surge un enigma que ha suscitado más preocupación y sospechas: la desaparición de más de 100 ambulancias adquiridas por el SNE durante la administración anterior.
Documentos obtenidos por La Prensa de Honduras revelan que la institución autorizó la compra de al menos 163 ambulancias a través de contratación directa con fondos de la Tasa de Seguridad Poblacional.
Sin embargo, la documentación disponible es escasa y no incluye facturas, solo registros de desembolsos, autorizaciones de liberación de fondos y documentos de traspaso de bienes. Los desembolsos, según los documentos revisados, se realizaron entre mayo de 2017 y septiembre de 2018, sumando un total de 70.7 millones de lempiras. Esto representa una cifra significativamente menor a lo esperado para la compra de 163 ambulancias, lo que plantea serias dudas sobre la transparencia en la gestión de estos fondos.
Una de las cuestiones más preocupantes en este caso es la opacidad en torno a las adquisiciones realizadas con fondos de la Tasa de Seguridad. Muchas de las compras se llevaron a cabo mediante contratación directa y sin comprobantes disponibles, bajo el argumento de la reserva de información por motivos de seguridad nacional.
Este caso de las ambulancias desaparecidas es un ejemplo claro de esta falta de transparencia. Analistas consultados por el equipo de COYUNTURA señalaron que la ausencia de facturas y documentación de respaldo completa, junto con los desembolsos sustancialmente menores a lo esperado, plantea serias dudas sobre si los procedimientos y la selección de la empresa fueron adecuados. En ese sentido, recientemente fue del conocimiento público que el SNE, bajo la dirección anterior a la de Cerpas, buscó adquirir una camioneta blindada, sin razón aparentemente justificable.
El pueblo hondureño espera respuestas y acciones concretas para resolver el misterio de las ambulancias desaparecidas y garantizar que los fondos públicos sean utilizados de manera transparente y efectiva, ahora y en el futuro. Organizaciones como la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) y el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) han instado a las autoridades a tomar medidas contundentes para resolver este enigma y el débil funcionamiento de las cámaras del 911 en todo el país centroamericano.
El caso del SNE y sus desafíos actuales son una llamada de atención para que Honduras se enfoque en mejorar la gestión de los recursos públicos, fortalecer la transparencia y garantizar que las instituciones encargadas de la seguridad y el bienestar de la población operen de manera eficiente y con rendición de cuentas.
Por otro lado, pero igual de grave, el SNE y su nueva administración han impedido la indagación periodística al respecto de estos problemas. Sus jerarcas evitan los cuestionamientos y hasta la fecha los medios de comunicación no hemos podido obtener declaraciones de las y los nuevos funcionarios.
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