En una escalada de tensiones diplomáticas, el Gobierno de Panamá ha acusado a Nicaragua de intervenir en sus asuntos internos al permitir al expresidente panameño Ricardo Martinelli refugiarse en su embajada en Ciudad de Panamá. Esta acusación surge en medio de la prolongada estadía de Martinelli en la sede diplomática nicaragüense, desde donde está llevando a cabo actividades políticas partidistas.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Ciudad de Panamá, Panamá
La relación entre Panamá y Nicaragua se ha visto empañada por una creciente disputa diplomática, desencadenada por la presencia del expresidente panameño, Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, en la embajada nicaragüense en Ciudad de Panamá. La situación ha alcanzado su punto crítico con la reciente protesta enérgica del Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá hacia su contraparte nicaragüense. En un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores panameño se denuncia lo que se considera una "intromisión en los asuntos internos" por parte de la administración sandinista de Nicaragua, permitiendo que Martinelli utilice la embajada con propósitos político-partidistas. La negativa de Panamá a reconocer el traslado del consulado nicaragüense a una residencia contigua a su sede diplomática subraya aún más las tensiones existentes. En ese sentido, la protesta de Panamá se basa en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, que establecen claramente los procedimientos a seguir en lo que respecta a la función diplomática y consular entre Estados. Panamá sostiene que el traslado del consulado nicaragüense no cuenta con su aprobación, un requisito esencial según el marco diplomático internacional.
La controversia ha generado preocupaciones adicionales en ambos países. Por un lado, la situación ha afectado la capacidad de los ciudadanos nicaragüenses en Panamá para llevar a cabo trámites migratorios regulares. La presencia de Martinelli en la embajada nicaragüense ha llevado al cierre de la sede consular, dejando a las y los nicaragüenses en una situación de vulnerabilidad y sin acceso a servicios vitales. Por otro lado, el asilo otorgado a Martinelli ha avivado las tensiones políticas en Panamá, donde enfrenta una condena por blanqueo de capitales y se le ha negado el salvoconducto para viajar a Nicaragua. Martinelli, quien agradeció más de una vez al mandatario Daniel Ortega por el asilo, ha sido acusado de buscar influencia política desde la embajada nicaragüense, lo que complica aún más la situación, en medio del proceso electoral por la Presidencia de Panamá.
El caso de Martinelli ha puesto de relieve un doble estándar en la aplicación de la diplomacia y la protección consular. Mientras se brinda asilo al expresidente panameño, la ciudadanía nicaragüense en el extranjero se encuentran desamparada debido al cierre del consulado, lo que ha generado críticas y denuncias de parte de activistas y miembros de la comunidad nicaragüense en Panamá.
El miércoles 13 de marzo de 2024, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Panamá admitió una demanda de inconstitucionalidad contra la candidatura a las elecciones del domingo 05 de mayo de José Raúl Mulino, quien se había convertido en uno de los favoritos en las encuestas y sustituto del expresidente Ricardo Martinelli. La demanda, interpuesta por una abogada el 4 de marzo, argumentaba que la candidatura de Mulino no era válida ya que no había pasado por primarias ni había recibido un acta oficial del Tribunal Electoral. La demanda fue admitida y se le dio un plazo de 10 días a la Procuraduría General de la Nación para emitir un concepto al respecto.
Mulino se había convertido oficialmente en el candidato presidencial del partido Realizando Metas (RM) luego de que Martinelli fuera inhabilitado como aspirante tras ser condenado por un caso de corrupción. El Tribunal Electoral decidió que Mulino aparecería en la papeleta de votación como "candidato a presidente sin vicepresidente" en sustitución de Martinelli. A pesar de su oficialización como candidato, Mulino optó por no participar en un debate electoral.
José Raúl Mulino es un abogado con una amplia carrera política en Panamá, habiendo ocupado cargos como canciller, magistrado suplente en la CSJ y ministro de Gobierno y Justicia, y de Seguridad durante la administración de Martinelli. Entre 2015 y 2016 estuvo involucrado en una trama de corrupción por la compra de radares italianos durante el Gobierno de Martinelli, aunque finalmente fue sobreseído. Perdió en las primarias de Cambio Democrático (CD) en 2018 contra Rómulo Roux, quien también es aspirante presidencial en los comicios de mayo. Mulino ha expresado públicamente su intención de "ayudar" a Martinelli si llega al Poder Ejecutivo.
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