El Gobierno de los Estados Unidos de América (EE.UU.) ha expresado su profunda preocupación por el creciente flujo de migrantes que llegan a Nicaragua en vuelos chárter desde Haití y Cuba, utilizando al país centroamericano como una parada estratégica en su ruta hacia el "sueño americano". Este fenómeno, que ha alcanzado proporciones históricas en 2023, infla una crisis migratoria sin precedentes en la región, suscitando una serie de interrogantes sobre las implicaciones y motivaciones detrás de esta problemática.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
La administración del presidente Joseph Biden, de los Estados Unidos de América (EE.UU.), expresó este martes 06 de noviembre su inquietud ante el creciente número de vuelos chárter que llegan a Nicaragua desde Haití y Cuba, permitiendo la migración irregular de miles de personas en busca del "sueño americano". Esta crisis migratoria sin precedentes ya es objeto de investigación detallada, destacando la preocupante relación entre el régimen de Daniel Ortega y este flujo migratorio. Por ello es importante profundizar en los aspectos clave de esta compleja situación, desde los motivos detrás de la migración masiva hasta las implicaciones económicas y políticas, además de los desafíos humanitarios que enfrentan las y los migrantes en tránsito.
Desde principios de junio de este año hasta finales de octubre de 2023, el flujo de migrantes haitianos y cubanos a través de Nicaragua hacia EE.UU. se ha duplicado, alcanzando cifras históricas. Este fenómeno ha convertido a Nicaragua en un importante punto de tránsito para estos migrantes, gracias a la autorización del régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo de ingreso con libre visado. En este contexto, cientos de vuelos chárter han llegado desde Haití y Cuba al Aeropuerto Internacional Augusto César Sandino en Managua.
Entre agosto y octubre de 2023, se han realizado más de 260 vuelos chárter desde Puerto Príncipe a Managua, transportando a más de 30,000 haitianos, según cifras verificadas por el equipo de COYUNTURA. Esto representa aproximadamente el 60 % de todos los migrantes haitianos que llegan a las fronteras entre los Estados Unidos de América y México, teniendo en cuenta las cifras oficiales. Además, se han contabilizado alrededor de 50 vuelos chárter mensuales desde La Habana a Nicaragua en 2023, con un promedio de 5,700 pasajeros. Este número equivale al 40 % de las llegadas de migrantes cubanos a las fronteras de EE.UU. y México.
Desde enero hasta finales de octubre de 2023, se estima que más de 100,000 personas han viajado a EE.UU. utilizando a Nicaragua como puente migratorio, lo que representa el 4.5 % de todas las entradas irregulares en la frontera entre los Estados Unidos de América y México. Además de la cantidad significativa de vuelos chárter, se destaca que estos vuelos han operado sin la regularización de las autoridades migratorias nicaragüenses, lo que ha permitido el libre paso de migrantes caribeños.
Críticos del régimen Ortega-Murillo han acusado a la administración sandinista de beneficiarse de la crisis migratoria al facilitar la migración cubana y haitiana. Según la Plataforma de Unidad por la Democracia (PUDE), Ortega ha convertido en un negocio facilitar la migración cubana, cobrando precios exorbitantes por los boletos aéreos, lo que beneficia tanto al régimen cubano como al régimen nicaragüense.
El economista nicaragüense, expreso político y exprecandidato a la Presidencia de Nicaragua, Juan Sebastián Chamorro, sugiere que, además de razones económicas, la administración de Ortega está utilizando la migración masiva como una forma de presión política sobre la administración estadounidense. Esto se refuerza por el hecho de que la burocracia nicaragüense ha autorizado estos vuelos chárter en momentos estratégicos, coincidiendo con la ola migratoria hacia EE.UU., lo que lo convierte en un ejemplo concreto de migración utilizada como política exterior.
En ese sentido, 10 países de América Latina y el Caribe se reunieron en la ciudad de Palenque, en Chiapas, México, el pasado domingo 22 de octubre de 2023, para forjar un acuerdo conjunto en la búsqueda de soluciones estructurales a los problemas del desplazamiento forzado. Esta cumbre fue convocada por el presidente mexicano, Andrés López Obrador, y contó con la participación de jefes de Estado, vicepresidentes y ministros de Exteriores de diversos países de ideología socialista o socialdemócrata. El gran ausente fue Daniel Ortega.
El pacto acordado rechaza en primera instancia las "medidas coercitivas unilaterales" de la administración de EE.UU. contra Cuba y Venezuela, pero no aborda la protección de los derechos de las y los migrantes ni las condiciones que los impulsaron a emigrar, especialmente en el caso de Nicaragua, Cuba, Haití y Venezuela.
El acuerdo también propone que los países puedan renegociar sus deudas con entidades financieras con el fin de liberar recursos que puedan ser utilizados para la inversión en desarrollo. La idea detrás de esta propuesta es que, al disponer de recursos financieros adicionales, los países podrán abordar problemas estructurales que fomentan la migración, como la pobreza, la educación y la falta de oportunidades económicas. Esto, a su vez, reduciría la presión migratoria en la región.
Beneficios económicos elevados y en alza para el régimen de Ortega
El Aeropuerto Internacional Augusto César Sandino de Managua ha visto un aumento significativo en el número de vuelos chárter, especialmente desde Haití, Cuba y República Dominicana. Este fenómeno ha sido beneficioso para el régimen de Ortega en términos económicos. Los aterrizajes de vuelos chárter están sujetos a un "landing fee" o tasa de aterrizaje, que es mucho más alto para estos vuelos que para los vuelos comerciales. Los vuelos chárter desde Haití a menudo cuestan entre 2,000 y 3,000 dólares por aterrizaje, lo que representa una fuente significativa de ingresos para la instalación aeropuertaria y, por extensión, para el Estado de Nicaragua.
En la última semana de octubre, 36 vuelos chárter llegaron a Managua desde Haití, lo que significa una recaudación de alrededor de 36,000 dólares solo en tasas de aterrizaje en ese período. Además, se ha aplicado un impuesto a los pasajeros que retornan a su país de origen, lo que añade una carga financiera para las y los migrantes. Este impuesto es conocido como "Derecho de terminal para pasajeros salientes" y tiene un costo de 44.23 dólares, uno de los más altos en la región centroamericana y latinoamericana.
Además, las y los migrantes haitianos están sujetos a un impuesto de ingreso a Nicaragua, que se cobra de manera discrecional, a menudo en efectivo y sin recibos oficiales. Esto agrega una carga financiera adicional para dichos nacionales en tránsito, que a menudo pagan entre 150 y 200 dólares, según un monitoreo realizado por este medio.
El experto en temas migratorios Manuel Orozco ha señalado que los datos de vuelos de agosto a octubre de 2023 apuntan a más de 260 aviones fletados que llegaron a Managua con un promedio total de más de 30,000 haitianos. Esto representa un flujo constante de ingresos para el gobierno de Ortega. Al suponer que esa cifra es exacta, la administración sandinista habría recibido, en promedio, durante dicho período, más de $ 4,500,000 dólares estadounidenses.
El Gobierno de los EE.UU. ha expresado su preocupación por la migración masiva desde Haití y Cuba a través de Nicaragua. El encargado de Negocios de la embajada estadounidense en Haití, Eric Stromayer, advirtió a las y los migrantes sobre los riesgos asociados con este viaje, calificándolo de incierto, caro y peligroso. Además, señaló que las y los traficantes se benefician de la migración irregular y que muchas personas sufren asaltos y violencia sexual en el camino.
En lo que va de 2023, la migración irregular a través de Nicaragua ha generado ingresos significativos para el país, a través de la imposición de multas a las y los migrantes que cruzan su territorio en su ruta hacia los Estados Unidos de América. Basado en las estimaciones de investigaciones periodísticas y datos proporcionados por el Estado del país centroamericano:
Entre enero y octubre de 2023, la Dirección General de Migración y Extranjería de Nicaragua habría recaudado alrededor de 65.9 millones de dólares a través de estas multas a personas de diversas nacionalidades.
Estas multas oscilan entre 150 y 200 dólares por migrante, y la mayoría de las y los migrantes son de nacionalidades como la venezolana, haitiana, cubana y ecuatoriana.
Según datos oficiales, 187,902 de las y los migrantes que entraron a Honduras (un 42 %) en ese mismo período eran de origen venezolano, mientras que otros 73,188 (17 %) eran haitianos, 64,818 (15 %) cubanos y 38,964 (9 %) ecuatorianos. Estas son las nacionalidades que más utilizan a Nicaragua como parte de su ruta migratoria. Tienen la misma dimensión.
En el año 2022, la Dirección General de Migración y Extranjería de Nicaragua reportó una recaudación de más de 26.8 millones de dólares por "otras tasas de servicios", lo que representa un aumento significativo en comparación con los años anteriores.
Estas cifras reflejan el flujo constante de migrantes que atraviesan Nicaragua en su camino hacia los Estados Unidos de América y la importante fuente de ingresos que esta práctica representa para la dictadura de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
La crisis migratoria ha generado preocupación en la región, y algunos países como Panamá, Costa Rica, México y Honduras han implementado medidas para abordar la situación y facilitar el paso de los migrantes en su ruta hacia EE.UU., incluyendo la implementación de amnistías migratorias o permisos especiales de tránsito o permanencia temporal. La migración irregular genera evidentemente altos ingresos para la administración nicaragüense, e incluso para los Gobiernos de Honduras y México, pero también es un testimonio de la desesperación de las y los migrantes que buscan mejores condiciones de vida y huyen de las dificultades en sus países de origen.
El subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU., Brian Nichols, expresó en las redes sociales digitales su preocupación por la cooperación de Ortega en este flujo migratorio. Nichols destacó la necesidad de abordar las condiciones que impulsan la migración y llamó a los países de la región a trabajar juntos para abordar el problema de raíz.
Por otro lado, las y los migrantes en tránsito por Nicaragua enfrentan una serie de desafíos humanitarios. Muchos de ellos llegan a Nicaragua con pocos recursos y se ven obligados a vivir en condiciones precarias. Algunos no tienen acceso a alojamiento ni servicios básicos, y a menudo se ven obligados a dormir en las calles o en campamentos improvisados. Pero no solo Nicaragua sufre esa difícil situación. Honduras, Guatemala y México documenta las mismas condiciones, en varias ciudades y territorios.
El uso de la migración de personas haitianas y cubanas como un medio para fines políticos y económicos representa una violación de las normas internacionales que regulan la movilización ordenada y regularizada de personas, recuerdan analistas consultados bajo anonimato por la Redacción de COYUNTURA. Esta situación, además, pone en riesgo los derechos de las y los migrantes que llegan a Nicaragua sin ningún tipo de protección. La falta de refugios para víctimas de trata en el país y la ausencia de medidas efectivas para atender a las víctimas y sancionar a los agresores agravan aún más la situación. La Policía Nacional y la Dirección General de Migración y Extranjería de Nicaragua no dan declaraciones al respecto.
Finalmente, un informe reciente del Departamento de Estado de EE.UU. señala que el régimen Ortega-Murillo ha tomado medidas insignificantes para combatir la trata de personas en el último año, una evaluación que se ha basado en la identificación de un número creciente de víctimas de trata en Nicaragua.
La nutrición y la atención médica son otros desafíos que enfrentan los migrantes en su paso por tierras nicaragüenses. La falta de acceso a alimentos y atención médica adecuada puede tener graves consecuencias para su salud. Además, muchos de los migrantes están expuestos a la explotación y el abuso por parte de traficantes de personas y otros delincuentes. Incluso, este año se registraron al menos dos tragedias colectivas en donde personas de otras nacionalidades fallecieron como consecuencia de accidentes de tránsito relacionados con autobuses.
Asimismo, el régimen de Ortega ha autorizado los vuelos chárteres en momentos estratégicos, ya que el aumento de la llegada de haitianos y cubanos a Nicaragua coincide con la ola migratoria más grande que ha enfrentado los Estados Unidos de América en décadas. Esta situación plantea preguntas sobre el uso de la migración como una herramienta de ataque y presión política contra EE.UU. por parte del régimen sandinista.
La migración masiva de haitianos y cubanos a través de Nicaragua hacia los Estados Unidos de América es en si misma un fenómeno sin precedentes que plantea importantes desafíos humanitarios, económicos y políticos, en varios puntos del continente y de Centroamérica. Si bien el régimen de Daniel Ortega ha permitido y se ha beneficiado de esta migración, las y l os migrantes se enfrentan a una serie de dificultades a lo largo de su travesía. EE.UU. y otros países de la región deben abordar esta crisis desde una perspectiva integral, abordando tanto las condiciones que impulsan la migración como la protección de los derechos de las y los migrantes. La situación actual destaca la compleja intersección entre la política, la economía y los derechos humanos en el contexto de la migración en la región.
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