Familiares de los presos políticos en Nicaragua claman desesperadamente por ayuda internacional mientras denuncian condiciones inhumanas y un olvido persistente hacia sus seres queridos, encarcelados injustamente bajo el régimen sandinista de los Ortega Murillo. La falta de acción y el silencio de los medios y la oposición los lleva a hacer un llamado urgente por la liberación inmediata de las y los detenidos.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
En medio de la opresión y el silencio que envuelven a Nicaragua, los familiares de las y los 138 presos políticos se alzan con una voz desesperada y angustiada. Lejos de ser simplemente cifras en un informe, cada uno de estos prisioneros representa una historia de injusticia, sufrimiento y desesperación que clama por ser escuchada y atendida urgentemente. En una carta abierta difundida en redes sociales por el Grupo Secuestrados Políticos Unidos, las y los familiares expresan su profunda preocupación por la falta de atención y acción respecto a la situación de las y los presos políticos en Nicaragua a junio de 2024. Critican amargamente tanto a la oposición como a los medios de comunicación por lo que perciben como un "silencio ensordecedor" fuera "de las épocas navideñas", cuando la atención se concentra brevemente en las y los presos.
"Únicamente en Navidad se escucha el clamor por la liberación, pero durante el resto del año reina un silencio absoluto", lamentan, reflejando el abandono que sienten los familiares y los propios presos durante la mayor parte del año.
Las condiciones en las que viven los presos políticos son descritas como infrahumanas y crueles. Según denuncias y fuentes policiales consultadas por el equipo de COYUNTURA, muchos de ellos han sido reubicados en celdas de máxima seguridad en la cárcel La Esperanza y La Modelo, del Sistema Penitenciario Nacional (SPN), donde se mezclan con presos comunes que los maltratan y les roban sus pertenencias. Además del constante maltrato físico y psicológico por parte de los guardias y otros reclusos, los presos políticos enfrentan un ambiente extremo: calor sofocante, enfermedades sin tratamiento adecuado, y humillaciones constantes.
La falta de atención médica adecuada es alarmante, con informes que indican la negación de acceso a tratamientos necesarios y la presencia de alimentos de baja calidad e incluso agua contaminada. Esta situación agrava aún más el estado de salud ya deteriorado de muchos de estos prisioneros.
Desde el inicio de las protestas cívicas en abril de 2018, Nicaragua ha visto cómo una creciente cantidad de ciudadanos han sido encarcelados arbitrariamente por expresar disidencia política. Según el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, estos individuos han sido acusados y condenados por crímenes inventados, en muchos casos simplemente por alzar la voz contra la injusticia y la opresión que perciben en su país.
La lista de presos políticos incluye a figuras públicas como exdiputados, periodistas y líderes estudiantiles, todos ellos enfrentando largas penas en condiciones penitenciarias inhumanas y sin que parezca haber una solución cercana a su liberación. Además, al menos tres de estos reos de conciencia se encuentran en estado de "desaparición forzada" debido a que el Estado no ha brindado detalles sobre su paradero o estado de salud y legal.
Ante la falta de acción nacional, los familiares de los presos políticos apelan a la solidaridad internacional. En su carta, imploran a las organizaciones internacionales y a la comunidad global que no los dejen solos en esta lucha desesperada por la libertad. Piden que se unan a su clamor por la justicia y la dignidad humana, exigiendo la liberación inmediata y sin condiciones de todos los presos políticos en Nicaragua.
"Nuestros presos están muriendo en las cárceles y nadie parece preocuparse por ellos", resumen en un llamado urgente que busca resonar más allá de las fronteras de Nicaragua.
Desde las controvertidas elecciones generales de noviembre de 2021, Nicaragua ha visto intensificarse la represión y el control sobre cualquier forma de disidencia política. Con una situación política y social cada vez más tensa desde las protestas de 2018, la comunidad internacional observa con preocupación cómo la democracia y los derechos humanos son erosionados en este país centroamericano.
La crisis de los presos políticos en Nicaragua no es simplemente un conflicto local; es un símbolo de la lucha global por la justicia y la libertad. Mientras los líderes mundiales y las organizaciones internacionales debaten sobre políticas y alianzas, detrás de las cifras y los informes hay vidas humanas en agonía, familias destrozadas y un país que enfrenta una encrucijada crucial en su historia.
La voz de los familiares y la indignación por la falta de acción resonará mientras persista la injusticia en Nicaragua. La pregunta que queda flotando es si el mundo escuchará y actuará antes de que sea demasiado tarde para aquellos que ya han sufrido demasiado. Porque ya se registran personas que fallecieron en las cárceles del sandinismo desde 2018.
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