Varios medios independientes en crisis y exiliados, mientras la narrativa oficialista se vuelve la única voz en cada vez más territorio y público. Las detenciones, la insostenibilidad económica, laboral y humanística, y el adoctrinamiento académica, erradican los vestigios que quedan del deseo y la pasión que se necesita hoy más que nunca para hacer periodismo disidente. "Es momento de que el silencio que el autoritarismo, la violencia e indiferencia quieren causar genere un grito verdaderamente potente, para la ciudadanía, las autoridades, la sociedad civil, los aliados de la palabra en Centroamérica y el mundo. Porque escribir, hablar, indagar, preguntar, comentar, divulgar, escuchar y proponer sobre Nicaragua nos está dejando sin vida", concluyó la Redacción de COYUNTURA.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Managua, Nicaragua
En un contexto de creciente represión y crisis en la libertad de prensa y expresión, Nicaragua Investiga, un medio de comunicación digital independiente nacido en junio del año 2018, actualmente con más de 248,000 suscriptores en su canal de YouTube, 312,000 seguidores en Facebook y vídeos con hasta dos millones de reproducciones, anunció el martes 13 de agosto de 2024 su decisión de declarar una huelga informativa. La medida, que implica la suspensión de publicaciones durante una semana, busca exponer la realidad del país sin la presencia de un medio independiente. Esta decisión subraya la aguda crisis que enfrenta el periodismo en Nicaragua, exacerbada por la persecución y el acoso sistemático del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En un comunicado, Nicaragua Investiga explica que la huelga no solo es un acto de protesta por las difíciles condiciones que enfrenta su equipo, sino también una manifestación del vacío informativo que el país experimenta debido a la censura y represión. La directora de dicho medio, Jennifer Ortiz, destacó el doble desafío: enfrentar la persecución oficialista y la falta de apoyo de quienes dicen "valorar la democracia" pero no respaldan económicamente a los medios críticos y disidentes.
Ortiz subrayó esta semana el impacto emocional y profesional de la represión sobre las y los periodistas, que deben lidiar con amenazas constantes y la falta de recursos, mientras enfrentan una creciente indiferencia por parte de algunos sectores que podrían ofrecer apoyo. Esta huelga busca visibilizar la importancia de los medios independientes en la preservación de la libertad de información y en la denuncia de abusos de poder. Y aunque algunos de los comentarios y reacciones a la medida de Nicaragua Investiga han sido negativos, la turbación en otros medios, la ciudadanía con acceso a internet y el gremio periodístico es evidente, esto debido a que la plataforma es la tercera fuente informativa más importante hasta la fecha, solo detrás de La Prensa y Confidencial, según el alcance de sus trabajos periodísticos.
Por otro lado, ya documentado cómo un caso relacionado a la libertad de prensa y expresión, está el incidente -por decir poco- de Fabiola Tercero Castro, quien desapareció hace ya más de un mes. La periodista, licenciada en Filología y Comunicación, conocida por su activismo en pro de los derechos humanos y la lectura formativa, y su trabajo en la denuncia de violaciones a libertades fundamentales, fue vista por última vez el 12 de julio, cuando agentes de la Policía de Nicaragua allanó su vivienda, según fuentes consultadas por COYUNTURA. Desde entonces, no se han tenido noticias sobre el paradero de la también promotora cultural, y las autoridades no han proporcionado ninguna explicación sobre su desaparición. Ni un solo comunicado. No hay explicación.
Octavio Enríquez, periodista independiente y coordinador del proyecto Sala de Edición de la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED), ha señalado al respecto que la falta de respuesta de la Policía ante la desaparición de Tercero refleja el patrón de violaciones de derechos humanos en el país centroamericano. Enríquez y otros colegas han exigido respuesta del Estado, que ha demostrado una y otra vez su animadversión hacia las y los periodistas y defensores de derechos humanos. El exdocente Freddy Quezada, el diputado indígena Brooklyn Rivera Bryan y otros líderes opositores también están reportados cómo desaparecidos, al igual que Tercero.
Crisis generalizada e "irreversible"
Un informe reciente de la Red de Defensa Jurídica destaca un panorama sombrío para el periodismo en Nicaragua. Entre 2019 y 2023, se han registrado más de 18,000 agresiones contra la libertad de prensa, un reflejo del ambiente hostil que enfrentan los medios independientes y quienes trabajan con la palabra. El informe documenta 49 cierres de medios y confiscaciones de oficinas, afectando gravemente la capacidad de estos para operar y mantener una presencia crítica en el país. La represión también se ha manifestado en la implementación de juicios exprés y la restricción del acceso a la información. La clausura de medios como Radio Darío, Confidencial, 100 % Noticias y La Prensa, junto con las agresiones físicas y psicológicas a periodistas, han creado un entorno extremadamente peligroso para la práctica del periodismo. La presión sobre los medios ha sido tal que muchos han sido forzados al exilio, mientras que otros operan en condiciones de extremo riesgo y con recursos mínimos.
La Fundación para la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) reveló que más de 200 periodistas han buscado refugio en el exilio en los últimos cinco años, una cifra alarmante en un país donde el número total de periodistas activos no superaba los 500 hasta 2022. Este éxodo no solo debilita la capacidad del periodismo independiente para operar dentro de Nicaragua, sino que también deja un vacío en la cobertura de noticias cruciales para la población.
Mientras tanto, las y los periodistas en el exilio enfrentan retos significativos, desde la inseguridad personal hasta la falta de recursos para continuar su labor desde fuera del país. Muchos han tenido que adaptarse a nuevas realidades y buscar apoyo en organizaciones internacionales, y ahora incluso hay muchos casos en los que las y los comunicadores laboran en otras áreas, mientras lidian con el dolor de haber sido forzados a abandonar su hogar, familia y trabajo.
El régimen de Ortega y Murillo ha mantenido una postura desafiante frente a las críticas internacionales y las demandas de libertad de prensa. Durante la conmemoración 45 de la Revolución Ciudadana de 1979, Rosario Murillo descalificó a las y los periodistas críticos, llamándolos "chachalacas" y acusándolos de intentar desestabilizar al país. Esta retórica agresiva no solo refleja otra vez una actitud de desprecio hacia la libertad de expresión y las críticas, sino que también sirve para intimidar y silenciar a quienes buscan cuestionar el poder establecido. La represión creciente y el control estatal sobre los medios han creado un ambiente en el que la libertad de prensa está en peligro. La falta de respuesta del régimen a las recomendaciones internacionales y la continuada represión de voces disidentes muestran un desdén por los principios democráticos y los derechos humanos, cuando ni las y los jóvenes desean estudiar carreras humanísticas.
En agosto de 2024, la situación de los medios independientes en el exilio se torna cada vez más crítica. Nicaragua Actual, otro pilar del periodismo en el exilio, enfrenta serias dificultades financieras y operativas, reflejando la dura realidad de los medios que han tenido que abandonar Nicaragua. De manera similar, La Lupa, que opera desde España, también ha experimentado severos desafíos, evidenciando la extensión global de la crisis del periodismo nicaragüense. COYUNTURA, que comenzó su labor en Nicaragua el 12 de agosto de 2017, no ha sido la excepción. La persecución oficialista ha dejado huella en nuestro trabajo, forzándonos a desplazarnos a Honduras por segunda ocasión, y a enfrentar la dura realidad de la represión y el narrar los hechos desde el exilio.
La situación del periodismo en Nicaragua es una crisis multifacética que va más allá de las amenazas y represalias inmediatas. La desaparición de periodistas, la represión sistemática y la falta de apoyo a los medios independientes son indicadores de un entorno en el que la libertad de expresión está severamente comprometida. La huelga de Nicaragua Investiga es un llamado de atención sobre la importancia crítica de la información libre y la necesidad urgente de apoyar a los periodistas que continúan luchando por informar a la ciudadanía en medio de condiciones extremas. La comunidad internacional y las organizaciones defensoras de derechos humanos deben redoblar esfuerzos para apoyar a las y los periodistas en Nicaragua y presionar al régimen sandinista para que respete los derechos fundamentales y permita un entorno donde la verdad pueda ser contada sin miedo.
En COYUNTURA, cada noticia y día de trabajo es un acto de valentía respaldado por personas, procesos, fuentes, documentos y perspectivas confiables, contrastadas y diversas, aunque muy a menudo debemos proteger la identidad de quienes informan y/o comentan. Pero la censura, la crisis económica y los obstáculos estatales y de seguridad no detienen a nuestra Redacción; seguimos informando con determinación, desde Centroamérica. Si has sufrido violaciones a tus derechos por un Estado centroamericano, o si quieres contar una historia, contáctanos a través de direccion@coyuntura.co o mediante la burbuja de mensajes en la parte inferior izquierda del medio.
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