El único observatorio local en el país centroamericano denuncia que el próximo proceso no cumplirá las normas internacionales, será la votación municipal que se organiza con el menor tiempo desde el año 2000 y no contará con observación internacional creíble.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Persecución religiosa y política
Managua, Nicaragua
El próximo domingo 06 de noviembre se celebraran los comicios municipales 2022 en Nicaragua, cuando se deben escoger a las autoridades locales para las 153 municipalidades del país. El proceso, igual de viciado que las votaciones presidenciales de 2021, fue convocado oficialmente por el Consejo Supremo Electoral (CSE) el 16 de agosto, como quedó registrado en el diario oficial La Gaceta.
A menos de tres meses de celebrarse dichas votaciones, bajo un ambiente de amplia persecución política y religiosa, el órgano estatal ha brillado por su ausencia, evitando una convocatoria pública, generando confusión por una verificación ciudadana que nunca existió y permitiendo la instauración de un partido único en todos los niveles del poder y sistema nicaragüense.
A pesar de no haber convocado las elecciones para entonces, y tampoco haber publicado su Plan Anual de Contrataciones, en julio el CSE asignó la impresión de todo su material electoral a la empresa Inversiones Papeleras S.A. (Inpasa). "No se conocen las personas que estarán incluidas en la boleta, porque no se ha completado el proceso de inscripción de candidaturas", explica el observatorio ciudadano Urnas Abiertas sobre esta anomalía, en un informe que detalla como el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo no tiene "voluntad política para desarrollar un proceso electoral justo, legítimo, íntegro y transparente".
El organismo independiente, que basa su información "en la investigación participativa proveniente de redes ciudadanas presentes en todo el país", estimó la abstención en un 81 % durante la farsa electoral de 2021. Sin embargo, un año después, para el proceso de este 2022 los partidos políticos -en completo contubernio con el régimen nicaragüense- solo tendrán 20 días de campaña electoral, según el calendario publicado el 18 de agosto, reduciendo las posibilidades de los postulantes a las alcaldías, vicealcaldías y consejos municipales para recorrer de manera oficial las muchas comunidades, comarcas y barrios de los 153 municipios en los 15 departamentos de todo el país.
Por otra parte, la ausencia de espacios comunicacionales y periodísticos, como radios y canales de televisión, comienza a ser notable en las zonas rurales del país. Aunque fuerzas políticas como el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), la Alianza por la República (APRE), la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) desarrollan una basta agenda de "visitas casa a casa", programas oficialistas y talleres en espacios comunitarios, ciudadanas y ciudadanos de municipios rurales en Matagalpa, León y Nueva Segovia desconocen planes, soluciones y posturas para emitir su voto.
Al respecto, Urnas Abiertas ha denunciado que los partidos políticos aliados de la dictadura en Nicaragua desde julio pasado realizan actividades electorales. "Los partidos colaboracionistas que volverán a participar del fraude electoral han iniciado actividades electorales de cara a la conformación de tendido electoral y elección de candidaturas", cita el organismo.
"A medida que diferentes actividades avanzan como si se tratara de un proceso electoral legítimo y transparente, el régimen continúa cometiendo actos de represión contra periodistas, transportistas y miembros de la Iglesia Católica. Durante el mes de julio e inicios de agosto se observó un incremento en la violencia política contra periodistas, que incluye asedio policial, allanamientos ilegales y detenciones arbitrarias. Incluso una cantidad todavía indeterminada de periodistas se han tenido que exiliar", explica Urnas Abiertas, quien también denuncia el cierre de medios locales.
En la actualidad, solo 12 de las 153 municipalidades en Nicaragua son dirigidas por otros partidos diferentes al FSLN, entidad partidaria coartado por la pareja dictatorial. 11 corresponden al Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y una a la Alianza Liberal Nicaragüense. Durante las primeras horas del mes de julio, el régimen arrebato de forma abrupta las cinco alcaldías que hasta ese momento estaban bajo la administración del extinto partido opositor Ciudadanos por la Libertad (CxL).
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