El golpe maestro de la copresidencia de Daniel Ortega y Rosario Murillo se ha dado. La administración sandinista ordenó este lunes el cierre de 19 cámaras empresariales, una de ellas con más de 60 años de existencia, alegando que no completaron el proceso de convalidación de registro establecido en la Ley N° 1127. Desde hace varios meses el sector privado era excluido de los procesos económicos nacionales, pese a que el presidente de la patronal pidió la reapertura de las relaciones con el régimen de Nicaragua.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
Si algo cabe en esta noticia es un "te lo dije". Tras varios años de un romance tóxico y unos últimos meses de pura tensión y desentendimientos, a través de dos acuerdos ministeriales publicados este 06 de marzo de 2023 en La Gaceta - Diario Oficial, fueron canceladas 19 cámaras empresariales, entre ellas la matriz que aglomeraba a este grupo representativo del sector privado en Nicaragua: el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP). En medio de una ola de cancelaciones de organizaciones no gubernamentales, queda así decapitado el sector empresarial del país centroamericano.
"De acuerdo a Dictamen Legal emitido por la Dirección General de Registro y Control de Organismos sin Fines de Lucro del Ministerio de Gobernación, las organizaciones no completaron el proceso de convalidación de registro, conforme lo establecido en la Ley N° 1127 (reforma de la Ley Nº 1115, Ley General de Regulación y Control de Organismos sin Fines de Lucro y la Ley Nº 522, Ley General del Deporte, Educación y Recreación Física), presentando inconsistencias en la información", alega el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
"Variaciones en cuentas sin justificar; diferencias de saldos sin soportes; no reportan detalle de ingresos y gastos, desconociéndose el origen y ejecución de los fondos. Con estas acciones estos organismos no promueven políticas de transparencia en la administración y manejo de sus fondos; así mismo no han reportado estados financieros del periodo fiscal 2022", cita el diario.
El anuncio no deja de ser sorpresivo para los empresarios, inversionistas y las entidades cerradas, teniendo en cuenta que desde hace varios meses el sector privado es excluido de los procesos económicos nacionales, tal fue el caso del ajuste del salario mínimo en Nicaragua, acordado sin conocerse si el COSEP intervino en la decisión o en la discusión en la comisión correspondiente.
El empresario César Zamora, a la cabeza de la patronal desde 2021 tras el encarcelamiento de los expresidentes del sector privado, José Adán Aguerri y Michael Healy, es uno de los fieles partidarios de la relación entre el gran capital y la administración sandinista. No obstante, el COSEP no parece estar preparado para esta nueva crisis. Al cierre de este texto no han emitido ninguna comunicación, y sus líneas telefónicas no son atendidas.
Según información verificada por varios medios de comunicación independientes en Nicaragua, las instituciones, con una cantidad de bienes y activos desconocida por la opinión pública, buscan salidas ante la situación, que sigue el mismo patrón utilizado por la administración Ortega-Murillo para la cancelación de más de 3,000 organizaciones sin fines de lucro, y la confiscación de innumerables propiedades en los últimos años.
Para el exdirector de la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (CANATUR) y del COSEP, Alfredo Gutiérrez, "esta nueva oleada represiva elimina el derecho a la iniciativa privada y la productividad que genera en la sociedad".
"También es una estocada al pueblo nicaragüense, al pueblo trabajador, porque esta libertad de asociación es la que permite precisamente la coordinación de las distintas cámaras para que puedan trabajar conjuntamente en la atracción de empleo; para que puedan trabajar en la promoción de inversiones públicas y privadas, y puedan promover, al fin y al cabo, el libre comercio", señaló el académico y político Félix Maradiaga.
"Ortega aleja más a Nicaragua del libre mercado y la acerca a las tiranías como la de Cuba, como la de Venezuela, como la de Irán, que están completamente atrofiando los derechos fundamentales de sus pueblos, y está destruyendo la posibilidad de crear empleos. Es un paso hacia la 'cubanización' en Nicaragua", enfatizó Maradiaga.
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