La medida llega en un momento crucial, justo antes de las discusiones sobre el presupuesto 2024 y la elección de la Junta Directiva para el próximo año legislativo. Las implicaciones de esta acción trascienden lo político y plantean interrogantes sobre la democracia en Guatemala y su futuro tras la oficialización de Bernardo Arévalo como presidente.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Ciudad de Guatemala, Guatemala
El partido político Movimiento Semilla fue despojado de su presencia como bloque legislativo en el Congreso Nacional de la República de Guatemala. La determinación fue anunciada el miércoles 30 de agosto por la Junta Directiva del organismo Legislativo, una entidad conformada por diputados del partido Vamos y Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Esta decisión, tomada por los diputados que ostentan el control de las decisiones legislativas, ha sacudido los cimientos de la política guatemalteca en un momento crucial, justo antes de las discusiones sobre el presupuesto para 2024 y la elección de la Junta Directiva para el próximo año legislativo.
La drástica medida de declarar independientes a las y los legisladores de Movimiento Semilla, liderados por el presidente electo César Bernardo Arévalo de León, se basa en una serie de resoluciones y acontecimientos legales recientes. La suspensión de la personería jurídica del partido fue impulsada por una orden del juez séptimo penal, Fredy Orellana, en respuesta a la petición de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), bajo la dirección de Rafael Curruchiche.
La FECI acusa a Movimiento Semilla de haber falsificado firmas durante su proceso de inscripción como partido político en el año 2018. Esta decisión fue respaldada por la Junta Directiva del Congreso, en un acatamiento a la resolución del Registro de Ciudadanos emitida el 28 de agosto desde el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
La acción legislativa tiene implicaciones profundas para los diputados independizados. Al perder la afiliación partidista, los diputados de Movimiento Semilla enfrentan restricciones sustanciales en su participación en el Congreso. Se les prohíbe presidir comisiones de trabajo, integrar la instancia de Jefes de Bloque (donde se decide la agenda de sesiones del Congreso) y formar parte de la Junta Directiva del Congreso.
Además, la independización conlleva la pérdida de ciertos beneficios, como la capacidad de contratar ciertos asesores y asistentes.
La medida ha generado un rechazo contundente por parte de los diputados de Movimiento Semilla. En un comunicado expresaron su repudio a la decisión y calificaron estas acciones como "autoritarias", las que evidencian la desesperación de los "corruptos de siempre". Samuel Pérez, diputado de la bancada de Semilla, incluso presentó un punto resolutivo en el Congreso en el que solicitaba la renuncia del fiscal Curruchiche, del Ministerio Público (MP), a quien acusó de atentar contra la voluntad popular y la democracia del país.
El presidente electo Bernardo Arévalo también alzó su voz en medio de esta controversia. Ha denunciado la decisión de la Junta Directiva del Congreso como ilegal y dice que será revertida. Argumenta que la suspensión se basa en una resolución que está fuera del marco legal y que no se ha respetado el proceso electoral vigente, ya que la fecha de terminación es el 31 de octubre de 2023, según declaraciones de la presidenta del TSE, Irma Palencia.
Expertos legales consultados por la Redacción de COYUNTURA respaldan esta opinión y cuestionan la legalidad de la medida, especialmente considerando que la ley prohíbe la suspensión de un partido mientras está en curso el proceso electoral, y teniendo en cuenta que la orden se realizó gracias a la presión de un proceso judicial, carente de esa potestad legal.
El impacto de esta decisión también se ha reflejado en el ámbito internacional. Actores como el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos (OEA) han condenado la interferencia en el proceso electoral y la voluntad del pueblo guatemalteco expresada en las urnas. Cabe destacar que en las elecciones recientes, el partido Semilla obtuvo 23 diputaciones, consolidándose como la tercera fuerza parlamentaria para la próxima legislatura.
La medida tomada por la Junta Directiva del Congreso arroja interrogantes sobre el estado de la democracia en Guatemala y sus implicaciones a largo plazo. A medida que el país centroamericano se acerca a un cambio de Presidencia en enero de 2024, la suspensión de la bancada de Movimiento Semilla agita las aguas políticas y pone de manifiesto tensiones profundas en el sistema político guatemalteco.
El escenario político e institucional de Guatemala se encuentra en un momento crítico, donde la lucha por la preservación de la voluntad popular y la transparencia en el proceso político se entrelazan en una batalla legal y legislativa. El futuro político del país está en juego, y cómo se resuelvan estas controversias tendrá un impacto significativo en la dirección que tome Guatemala en los próximos años.
Una sesión acalorada con el presidente electo
El miércoles 30 de agosto, en una jornada legislativa cargada de tensiones, las y los diputados del Congreso Nacional de Guatemala tomaron una decisión de gran impacto: declararon la "independencia" de los cinco congresistas (tres hombres y dos mujeres) pertenecientes al partido Movimiento Semilla. Esta resolución siguió a la recepción de una notificación emitida por el Registro de Ciudadanos, en la cual se comunicaba la suspensión provisional de la agrupación política en cuestión. La sesión no estuvo exenta de agitación, ya que se generaron diversas reacciones. Las voces de los legisladores de Movimiento Semilla quedaron silenciadas al no otorgárseles la palabra, lo que generó tensión. Además, hubo momentos de alboroto entre algunos diputados y el presidente electo Bernardo Arévalo.
En el transcurso de la sesión, el diputado Mario Taracena aprovechó la oportunidad para expresar su opinión: "Hizo su entrada al recinto parlamentario el presidente electo de Guatemala, el doctor Bernardo Arévalo". En un tono de felicitación y buenos deseos, Taracena cuestionó la actitud de indiferencia que el Congreso estaba mostrando ante esta circunstancia. Hizo hincapié en que estas actitudes son las mismas que llevaron al rechazo de la clase política en el pasado, recordando el resultado de la votación 60 contra 40 que reflejó un rechazo a este tipo de comportamientos.
Taracena también señaló la falta de gestos amistosos y protocolares hacia Arévalo, cuestionando los motivos detrás de esta actitud por parte del Poder Legislativo de Guatemala. Afirmó que debería haber alegría por el funcionamiento de la democracia y la defensa de la ley electoral ante los desafíos múltiples que se viven. Además, destacó que el presidente electo asumirá su cargo el 14 de enero de 2024.
En un contexto similar, la diputada Evelyn Morataya también reaccionó ante lo sucedido. A través de una red social, expresó su descontento por el apagón de micrófonos durante el intento de reconocer el triunfo de Bernardo Arévalo en las elecciones de este año. Morataya subrayó que la alianza oficialista parecía incómoda frente a la "verdad".
En concordancia con las felicitaciones y los deseos de éxito hacia Arévalo, el diputado Cristian Álvarez se unió a las voces que reconocían el triunfo electoral. Además, respaldó una moción presentada por otro colega parlamentario para abordar el aumento de casos de dengue en el país. En un gesto significativo, algunos diputados se acercaron a saludar al presidente electo Bernardo Arévalo durante el transcurso de la sesión legislativa.
Denuncian a la Junta Directiva del Legislativo ante la Corte de Constitucionalidad
Los diputados de Movimiento Semilla presentaron este mismo miércoles una denuncia ante la Corte de Constitucionalidad (CC) en Guatemala, acusando a la Junta Directiva del Congreso de abuso de autoridad. El líder de la bancada, Samuel Pérez Álvarez, explicó que la denuncia se basa en decisiones que consideran violatorias de la Constitución y en la toma de decisiones sin el debido proceso. Pérez Álvarez subrayó que buscan poner fin a la persecución política que su movimiento experimenta, y llamó al pueblo a apoyar su lucha legal y política.
El Congreso guatemalteco justificó su medida señalando que se ajusta a lo dictado por el juez séptimo. Esta acción sigue a la solicitud del Ministerio Público para suspender al partido por presunto lavado de dinero relacionado con la recolección de firmas necesarias para su formación. La denuncia y las acciones legales ocurren en un contexto de transición política en Guatemala, con el presidente electo Bernardo Arévalo asumiendo el cargo en enero de 2024. "Según la jurisprudencia de la CC, la suspensión del partido no anula los derechos de los partidos ni su personería. Lo que hizo ayer Shirley Joanna Rivera (presidenta de la Junta Directiva del Congreso de Guatemala) se llama abuso de autoridad y es delito", dijo Andrea María Reyes, abogada fiscal nacional y diputada electa del partido Movimiento Semilla.
"El procedimiento legislativo que usó el Congreso fue anómalo. No entraron a votar. Fue la Junta Directiva quien decidió", también explicó Reyes.
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