Las declaraciones del mandatario venezolano Nicolás Maduro se cumplieron. Durante la primera sesión plenaria de la Cumbre de las Américas el presidente de Argentina, Alberto Fernández, arremetió contra Estados Unidos y fungió el papel de vocero de los regímenes dictatoriales del continente, recordándole a Estados Unidos que "es momento de abrirse" hacia otras naciones.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
IX Cumbre de las Américas
Los Ángeles, Estados Unidos
Los "trucos" del régimen venezolano para tener una representación en el noveno encuentro del continente dieron sus frutos. Alberto Fernández logró cumplir el papel de vocero y demandó políticas y relaciones amplías para todos los países de la región, incluido el triángulo dictatorial de América.
Durante su discurso este 09 de junio, Fernández lamentó en primer lugar la ausencia de los regímenes de Daniel Ortega, Miguel Díaz-Canel y Maduro.
Al igual que los gobiernos de Honduras, México y Bolivia -que no asistieron al encuentro en defensa de la "inclusión" de Cuba, Venezuela y Nicaragua-, Argentina ha rechazado de forma tangente la decisión del anfitrión de no invitar a la cumbre a quienes son considerados violadores de derechos humanos.
Pocos minutos después de iniciar su alocución, el presidente argentino criticó las sanciones impuestas a Cuba y Venezuela, y señaló a este tipo de políticas como herramientas para condicionar a los Estados. "Desde la periferia en la que nos colocan, la América Latina y el Caribe miran con dolor el padecimiento que sobrellevan los pueblos hermanos. Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas, impuesto en los años de la Guerra Fría. Y Venezuela tolera otro, mientras que una pandemia, que azota a la humanidad, arrastra consigo millones de vidas. Con medidas de este tipo se busca condicionar a los gobiernos, pero en los hechos solo se lastima a los pueblos", dijo en el plenario.
"Definitivamente hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas. El silencio de los ausentes nos interpela", resaltó Fernández, en medio de una agenda de la que en realidad sus amigos no estuvieron tan alejados. Fueron desde antes de la inauguración el centro de la atención y el eje de críticas contra Estados Unidos.
Fernández continúo con su tarea de representante y reprochó al presidente estadounidense Joe Biden. "Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer el derecho de admisión sobre los países miembros del continente. El diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia y la lucha contra la desigualdad".
El mandatario argentino también repasó la "política inmensamente dañina" que, según él, Estados Unidos ha impuesto en los últimos años, causante de cambios en la dinámica continental y en las realidades de diversos países. "Se ha utilizado a la OEA (Organización de los Estados Americanos) como un gendarme que facilitó un golpe de Estado en Bolivia; se han aprobado, se han apropiado, de la conducción del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que históricamente estuvo en manos latinoamericanas; fueron desbaratadas las acciones de acercamiento a Cuba, en las que el papa Francisco medió, que habían significado avances logrados por la administración de Barack Obama mientras usted era su vicepresidente", le señaló Fernández al presidente estadounidense Joe Biden.
Además, acusó al gobierno antecesor a Biden de intentar impedir su mandato, y le recriminó la implementación de acciones perjudiciales contra América Latina. "La intervención del gobierno de Donald Trump ante el Fondo Monetario Internacional fue decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible en favor de un gobierno argentino en decadencia; lo hizo con el solo propósito de impedir lo que acabó siendo el triunfo electoral de nuestra fuerza política. Por tamaña indecencia, sufre hoy todo el pueblo argentino".
Fernández está seguro de que es momento de que Estados Unidos se abra "de modo fraterno en pos de favorecer intereses comunes", tras los años previos "signados por una política inmensamente dañina" para la región. "Es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen", enfatizó.
Sin embargo, el presidente argentino no solo utilizó su tiempo para reprender a Estados Unidos y para darle voz dentro de la Cumbre a Cuba y Venezuela. También ocupó el escenario para recomendar cambios dentro de instituciones multilaterales, entre ellas la OEA y el BID.
Pide reformar la OEA y destituir a su Secretario General, Luis Almagro. "Permítanme señalar la urgente necesidad de reconstruir las instituciones que fueron pensadas precisamente para integrarnos. La OEA, si quiere ser respetada y volver a ser la plataforma política regional para la cual fue creada debe ser reestructurada, removiendo de inmediato a quienes la conducen".
Por otra parte, solicitó ampliar la banca regional y capitalizar el BID. "La Banca de Desarrollo Regional, sin más demoras tiene que devolver su gobernanza a la América Latina y el Caribe. El BID requiere un proceso de capitalización para tener más y mejores medios de financiamiento", dijo Fernández.
En su papel de vocero, Fernández olvidó referirse directamente al "otro" amigo en el club de dictaduras de las Américas. Evitó referirse directamente a Nicaragua, pero en cambio recordó el conflicto armado en medio de Europa en pleno 2022, recomendando un diálogo que de fin a la guerra. "La invasión de Rusia sobre Ucrania impacta de lleno sobre nosotros. Es urgentes construir escenarios de negociación que le ponga fin a la catástrofe bélica, sin humillaciones ni deseos de dominación, sin geopolítica deshumanizada ni privilegios de violencia".
Como presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Fernández invitó a Biden a formar parte de la próxima reunión plenaria de dicho órgano, que se llevará a cabo en Argentina.
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