El caso de los hermanos González es un reflejo de la situación crítica en Nicaragua, donde la libertad de expresión y los derechos fundamentales son constantemente amenazados por una administración decidida a silenciar cualquier forma de oposición, y hasta a quienes denuncian los crímenes del sandinismo en cualquier espacio. Porque las y los nicaragüenses "no deben olvidar que ellos tienen el poder y la fuerza".
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Estelí, Nicaragua
En un ambiente de creciente represión y tensión en Nicaragua, el enfrentamiento entre Eddie Moisés González, mayor en retiro del Ejército de Nicaragua, y la Policía sandinista en la ciudad de Estelí ha generado conmoción y temor entre la población. Este incidente, que refleja la tensa situación política y social del país centroamericano, se suma a una serie de eventos que han marcado la represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra sus opositores. González, conocido por su participación en la guerrilla del Frente Sandinista y posteriormente en el Ejército Popular Sandinista, ha sido un crítico abierto de la actual administración de Nicaragua. Recientemente, denunció la detención y posterior destierro de su hermana, la periodista Nohelia González, quien fue jefa de información en el diario La Prensa y colaboradora del Canal Católico de Nicaragua. Según González, su hermana fue deportada a Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) tras ser detenida por las fuerzas armadas en una ubicación y bajo una situación desconocida.
La situación alcanzó un punto crítico cuando Eddie González utilizó su cuenta de Facebook para alertar sobre la presencia violenta de la Policía Nacional y paramilitares con vestimenta del Ejército de Nicaragua en su hogar en Estelí. "En estos momentos los policías vinieron y con violencia quisieron entrar a mi casa. Solo hay un camino", escribió González, anticipando lo que sería un enfrentamiento violento.
El enfrentamiento se produjo alrededor de la una de la tarde del domingo 14 de julio. Según informes de medios locales y publicaciones en redes sociales, la Policía llegó a la vivienda de González con la intención de detenerlo. Videos que circulan en las redes muestran escenas de violencia, donde se escuchan varias detonaciones de arma de fuego, y a González siendo arrastrado por uniformados y civiles armados. Testigos confirmaron a COYUNTURA que al menos un oficial de la Policía resultó herido y fue trasladado a un centro hospitalario. También se reportó que un miembro de la inteligencia policial y el propio González resultaron heridos.
La captura de González fue confirmada por el desterrado político Marlon Gerardo Sáenz, conocido como Chino Enoc, quien en sus redes sociales digitales identificó al detenido como su compañero de la guerrilla. "Ese es mi compañero de la guerrilla Eddie González, seudónimo Ricardo, hermano de la periodista Nohelia González", escribió Sáenz.
El incidente ha generado una ola de reacciones tanto a nivel local como internacional. Videos publicados en redes sociales muestran a Eddie González siendo llevado de manera violenta al hospital por agentes policiales. La crueldad del trato ha sido ampliamente condenada, aumentando la indignación y el temor entre las y los ciudadanos de Estelí y otras partes de Nicaragua.
La Policía aún no ha emitido un comunicado oficial sobre los hechos, lo que ha incrementado la especulación y la incertidumbre. Medios oficialistas han tratado de justificar la acción policial, alegando que González estaba bajo los efectos de sustancias desconocidas al momento del enfrentamiento, una afirmación que no ha sido corroborada de manera independiente u oficial.
Este incidente es un reflejo más de la dura realidad que viven muchos nicaragüenses bajo el régimen de Ortega y Murillo. Desde las protestas civiles de 2018, la represión ha sido constante. Según la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED), un total de 263 periodistas nicaragüenses se han visto obligados a exiliarse desde ese año. Las protestas, que fueron violentamente reprimidas, dejaron un saldo de al menos 355 asesinatos, más de 4,000 heridos y miles de desaparecidos, según informes de organizaciones de derechos humanos. Nohelia González es una de las muchas periodistas que ha enfrentado la persecución del régimen. Su detención y posterior destierro forman parte de una estrategia más amplia de silenciar a la prensa independiente y crítica. El caso de Nohelia, quien tiene un fuerte vínculo con la historia revolucionaria del país a través de su familia, ha resonado fuertemente en la comunidad periodística y de derechos humanos.
La familia González tiene una larga historia de lucha y sacrificio en Nicaragua. Eddie González recordó en una publicación reciente el papel de su hermana y su familia en la lucha armada revolucionaria en Estelí. Su abuelo, conocido como el Viejo Simo, fue un correo personal del general Augusto C. Sandino, y su familia albergó la logística del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSN). Esta historia de compromiso y resistencia ha sido un pilar en su identidad y en su lucha actual contra lo que consideran un régimen opresivo.
El enfrentamiento entre Eddie Moisés González y la Policía en Estelí es un recordatorio doloroso de la situación crítica que enfrenta Nicaragua bajo el régimen Ortega-Murillo. La represión de la oposición, el acoso a periodistas y la violencia estatal son indicativos de una administración estatal que se mantiene en el poder a través del miedo, la intimidación y los crímenes impunes.
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