"Vergüenza institucional", dice un nacionalista. "Pensábamos que esto ya no pasaba, de tan absurdo", comenta una liberal. "Que salgan aunque sea a dar explicaciones y pedir disculpas", exige una seguidora del oficialismo. "Nos atacaron donde menos pensábamos: en el transporte. Nos sorprendieron con algo tan simple como eso. Es un ataque directo a la democracia", sentenció la consejera presidenta del órgano electoral.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Tegucigalpa, Honduras
Honduras despertó hoy, lunes 10 de marzo de 2025, con olor a llantas quemadas, con un sabor agridulce en el paladar, con un Consejo Nacional Electoral (CNE) avergonzado por irregularidades que no considera "su culpa" y con una pregunta incómoda, inquietante y áspera en el aire y entre algunos medios de comunicación: ¿quién intentó impedir -y tal vez alterar-, con conocimiento o ingenuidad, la voluntad popular en las elecciones primarias del domingo 09 de marzo? Mientras tanto, el órgano encargado del sufragio, sin sufrir todavía una caída en su sistema de transmisión, sigue contabilizando los resultados de todo el país centroamericano.
Los primeros números de las elecciones primarias en Honduras comienzan a perfilar las tendencias dentro de las principales entidades partidarias. En el Partido Liberal (PLH), con el 29.54 % de las actas escrutadas y el 70.46 % aún pendientes de divulgación, Salvador Nasralla lidera la contienda con 148,307 votos, seguido por Jorge Cálix, quien acumula 74,741 votos. Por su parte, en el Partido Nacional (PNH), con el 30.91 % de las actas procesadas y un 69.09 % aún por contar, Nasry Asfura encabeza la votación con 203,527 votos, mientras que Ana García se encuentra en segundo lugar con 56,939 votos.
En el partido oficialista, Libertad y Refundación (LIBRE), al cierre de este informe, el 37.74 % de las actas han sido escrutadas, quedando un 62.26 % aún pendientes. Rixi Moncada lidera la contienda con 268,618 votos, mientras que Rasel Tomé suma 22,642 votos. Cabe destacar que en LIBRE, más de 63,000 votos han sido blancos o nulos, lo que refleja el mayor porcentaje de descontento interno o falta de conocimiento de los candidatos por parte del electorado, en comparación con los otros dos partidos en contienda.
El proceso electoral sigue en curso y los resultados podrían variar a medida que avance el conteo y la divulgación de actas. La jornada de elección, desde la apertura de las Juntas Receptoras de Votos (JRV) hasta el cierre de los Centros de Votación (CV), varios de ellos después de las 02:00 a.m. de hoy, estuvo marcada por retrasos inexplicables en la entrega del material electoral en las dos principales ciudades del país centroamericano, afectando el derecho al voto de miles de ciudadanos. Ahora, el Ministerio Público (MP) desarrolla una investigación de "alto nivel" para determinar responsabilidades.
La Unidad de Delitos Electorales del MP, en conjunto con la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (UFERCO), llegó este lunes al Estado Mayor Conjunto para tomar declaración al general de división Roosevelt Leonel Hernández Aguilar, jefe de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) hondureñas. "Están los fiscales tomándole la declaración como parte del proceso investigativo y se tomará declaración a otros actores de interés público", confirmó Yuri Mora, portavoz del MP.
El trasfondo de esta diligencia es el Artículo 272 de la Constitución de Honduras, que establece que la institución castrense es la encargada del "resguardo" del material electoral. Sin embargo, Hernández aseguró que las Fuerzas Armadas no tienen responsabilidad en los retrasos que impidieron la apertura oportuna de los Centros de Votación en Tegucigalpa y San Pedro Sula, principalmente.
El fiscal general, Johel Zelaya, ha ordenado la conformación de un grupo élite de fiscales para llegar "hasta el final" sobre "las causas del retraso que vulneró el derecho de la ciudadanía a ejercer el sufragio".
En ese sentido, el CNE no ha brindado información sobre cuáles fueron las JRV específicas que no pudieron aperturar del todo, o aquellas que comenzaron a permitir el sufragio por la tarde o pasadas las 10:00 p.m. del domingo.
Según verificación de COYUNTURA, más de 100 Juntas Receptoras de Votos permanecieron cerradas hasta las 02:00 p.m., y muchas otras hasta las siete u ocho de la noche. Ejemplo de ello fueron el Instituto San Vicente de Paul, la Escuela César López y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH-VS), en San Pedro Sula. La Escuela República de Nicaragua, el Colegio de Abogados y la sede de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNAH, en Tegucigalpa, también aperturaron su jornada al atardecer.
"Terrible esto. Y chiva (de riesgo)", comentó en la capital hondureña Manuel B., quien acudió a su CV a las 06:15 a.m., y logró votar a las 11.
El equipo de este medio visitó al menos siete centros establecidos para emitir el voto en San Pedro Sula. Cinco de ellos abrieron después de las 10:25 a.m. de ayer. Y en todos los casos, muchas personas desistían de ejercer su derecho y deber.
El paseo de cientos de maletas electorales
Mientras los fiscales interrogan a Hernández, una trama aún más turbia se desenreda en el transporte del material electoral. En una transmisión en vivo de HCH, el canal de mayor audiencia en Honduras, la tarde de este lunes, Carlos Fonseca, representante de la empresa encargada de la movilización, lanzó una grave acusación contra el Consejo Nacional Electoral. "Nosotros solo ponemos la flota a disposición del CNE, y este órgano decide la ruta de distribución", dijo Fonseca, sin explicar por qué se cambió el medio de transporte acordado.
El contrato original especificaba el uso de camiones, pero a última hora fueron reemplazados por autobuses tipo "rapidito", que fueron estacionados por horas en diferentes puntos de la capital y San Pedro Sula sin justificación aparente.
El CNE, por su parte, ha insistido en que la licitación original no contemplaba autobuses. Fonseca dijo en primera instancia que los cambios fueron autorizados por las Fuerzas Armadas y la coordinación del comandante del Comando de Apoyo Institucional, el coronel de infantería DEM Marco Valentín Barahona Fuentes. "Nosotros no contratamos buses, contratamos camiones", insistió una funcionaria del CNE en una llamada telefónica que ahora está bajo investigación del Ministerio Público.
Otro nombre también apareció en la controversia: Jorge Lanza, líder del gremio de transporte en Honduras. Cossette López, presidenta del CNE, le pidió públicamente que explicara su participación en el traslado de las maletas electorales, pues él no tenía contrato con el organismo electoral. "¿Por qué el señor Jorge Lanza está dando explicaciones de algo en lo que no sabía yo que él fuera parte? Él no tiene contrato con el CNE, ni concursó", cuestionó López.
Lanza dijo a los medios locales que nunca supo que estaría transportando urnas. "Nunca nos dijeron que íbamos a cargar urnas en los buses; hasta las 08:30 de la mañana dejaron entrar a los motoristas, pensamos que íbamos a transportar personas", dijo el empresario.
Sus declaraciones han avivado la incertidumbre sobre quién realmente orquestó los cambios en la logística electoral y con qué propósito, mientras la indignación ha escalado hasta los actores políticos más influyentes y la ciudadanía. Salvador Nasralla, precandidato presidencial del PLH, denunció que lo sucedido el domingo podría ser un "ensayo" de lo que pasará en las elecciones generales de noviembre próximo. "Aquí hubo una mano peluda que dio la orden y que es un aviso de lo que puede pasar el 30 de noviembre", afirmó Nasralla.
Su esposa, Iroshka Elvir, llegó a afirmar que el MP había emitido un requerimiento fiscal contra Roosevelt Hernández, aunque el propio Nasralla y las autoridades luego aclararon que aún no hay un requerimiento formal, sino una serie de denuncias e indagaciones en curso. El Ministerio Público ha desplegado operativos en la unidad de Compras del CNE y otras entidades involucradas en la organización electoral.
Diferentes sectores de la sociedad hondureña -incluyendo la empresa privada y organizaciones civiles- han exigido una investigación exhaustiva sobre las irregularidades que marcaron estas elecciones primarias.
Más de 1,000 observadores nacionales e internacionales, incluidos representantes de la Organización de los Estados Americanos (OEA), supervisaron el proceso electoral. El hecho de que muchos Centros de Votación en Tegucigalpa y San Pedro Sula permanecieran cerrados durante casi 15 horas ha generado alarma entre los veedores internacionales. En declaraciones a la prensa, algunos espectadores señalaron otras anomalías, incluidas:
Una misma persona votando más de una vez.
Funcionarios electorales y representantes del oficialista Libertad y Refundación manipulando actas y Documentos Nacionales de Identidad (DNI) de forma masiva.
Material electoral tirado en avenidas públicas durante el horario de votación.
Cajas abiertas con material electoral arribando a Juntas Receptoras de Votos.
Retención ilegal de material electoral.
¿Fraude, negligencia o sabotaje?
A medida que avanzan las investigaciones, las preguntas clave siguen sin respuesta:
¿Quién autorizó el cambio de camiones por autobuses y con qué propósito?
¿Por qué las Fuerzas Armadas no garantizaron el resguardo del material electoral como lo establece la Constitución?
¿Hubo una orden superior para retrasar la votación en ciertos sectores? ¿Con qué fin?
¿Cuáles fueron los lugares y el número de votantes afectados?
¿Sucederá lo mismo con el material electoral que retorna a esta hora a Tegucigalpa?
El Ministerio Público ha prometido llegar hasta el fondo del asunto y procesar a los responsables. Sin embargo, en un país con una larga historia de fraudes e irregularidades electorales, muchos temen que esta crisis termine, una vez más, en la impunidad o, peor aún, se agrave, pues aún no se sabe con certeza qué ocurrió ni a quién benefició.
El impacto legal podría alcanzar a la imprenta, a la empresa tercerizada para el transporte y a otros involucrados, ya sea por negligencia o mala intención, según analistas consultados por este medio. Pero la confianza perdida es difícil de recuperar.
Aun así, nadie cuestiona la legitimidad de las personas con tendencias ganadoras. Tal vez no hubo intención de fraude, pero los errores deben tener consecuencias. El pueblo hondureño cumplió, incluso en las horas más oscuras.
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