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Elthon Rivera: "En Nicaragua se requiere de un compromiso de todas las plataformas en contra del adoctrinamiento político-universitario y social"

El plan de ideologización de la dictadura sandinista en todas las fases del sistema educativo de Nicaragua de cierta forma funciona y avanza, al menos eso es lo que Elthon Rivera advierte a la sociedad nicaragüense, dentro y fuera del país centroamericano. Entonces, explica, es necesario comprometerse "en serio" para contrarrestar dicho proyecto. El activista lleva más de un año en Rumanía, y desde allá coordina, junto al grupo de muchachas y muchachos de la Iniciativa Puentes por los Estudiantes de Nicaragua (IPEN) en San José, Costa Rica, iniciativas para que más estudiantes nicaragüenses despatriados por el régimen de Daniel Ortega puedan continuar sus sueños y estudios. Eso sí, llama a sus pares a ser "resilientes y saber aceptar retos", porque, tanto para las y los estudios, en la vida y en la sociedad, "es un factor fundamental".


Por Juan Daniel Treminio | @DaniTreminio

Transilvania, Rumanía
Fotografía cortesía
Fotografía cortesía

Para Elthon Rivera Cruz (Matagalpa, 29 años de edad) renunciar a sus sueños profesionales no está dentro de los planes, aún con el gran obstáculo que ha significado su expulsión de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) y de su propio país. Ya va por su tercer año en el exilio, a 10,000 kilómetros de distancia de su casa, pero está aprovechando al máximo una beca de estudios superiores que le otorgó la Universidad de Medicina, Farmacia, Ciencia y Tecnología de Rumanía.


Cuando Rivera llegó a Rumania, en octubre de 2022, no había ni un solo nicaragüense en cientos de kilómetros a su alrededor, señala, pero él fue la puerta para que otros compatriotas llegaran a formarse a dicho país europeo.


Ahora, esa tarea es su misión personal y también es la misión de la organización que dirige, la Iniciativa Puentes por los Estudiantes de Nicaragua (IPEN), legalmente constituida y con sede en Costa Rica. La finalidad de la IPEN es brindar apoyo a jóvenes nicaragüenses a quienes el sandinismo expulsó de las universidades, para que puedan retomar sus sueños. Rivera comenta: "Para nosotros, apoyar a una persona es como apoyar a 20". A su vez, revela parte de los resultados obtenidos en su gestión y destaca: "Nos vemos como una organización que no solo distribuye o provee, sino que busca que las personas se acerquen para crecer en algo".


En esta entrevista detallada para COYUNTURA, Rivera centra su preocupación y análisis en los efectos del plan de adoctrinamiento político que la dictadura sandinista implementa en el sistema de educación básica y superior de Nicaragua, enraizado desde agosto de 2023 con el cierre de la Universidad Centroamericana (UCA). En ese sentido, ofrece un mapeo de lo que considera necesario para hacerle frente de manera urgente a dicho programa político-partidario, señalando: "Se requiere bastante compromiso de la comunidad nicaragüense en la creación de campañas y dinámicas en contra del adoctrinamiento político universitario y social".


Asimismo, realiza una evaluación de la más reciente reforma educativa, denominada "Ley de Reformas y Adición a la Ley Número 89, Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior y de Reformas a la Ley número 582, Ley General de Educación", y considera que dicha legislación fue "el golpe final" a la educación superior por parte del sandinismo. Denuncia que "no fueron reformas; los cambios fueron completamente transversales y destruyeron lo más importante de la ley, decapitaron la autonomía universitaria y sus pilares".


Pregunta. ¿Cuándo llegaste a Rumanía?


Respuesta. Octubre 02, del 2022. Ya tengo más de un año de estar por estos lados.


P. Y, ¿cómo resumes la experiencia en este tiempo?


R. Bastante retador. La noticia de que me iba a venir a estudiar aquí era inesperada. Inicié procesos de aplicación a becas en muchos lugares, pero no me imaginé que me iban a responder de tan lejos. Había puesto mi esperanza en Latinoamérica, pero los planes surgieron en Europa y ese fue el reto. Me tuve que acostumbrar a cositas como el clima, la cultura y el idioma. Pese a que hablo inglés, es la primera vez que estudio en una universidad 100 % en ese idioma, y también tengo que aprender algo del idioma local, el rumano.


Ha sido una experiencia de mucho aprendizaje que ha permitido abrir puertas para que otras personas vengan acá y no ser el único nicaragüense estudiando en una universidad rumana. El proceso de crecimiento lo aprecio y es algo que me va a servir el resto de mi vida.


P. ¿Qué se requiere para trasladarse a un lugar tan lejano, y tal vez desconocido para nuestra sociedad y forma de vida?


R. Total apertura de mentalidad y de cambios. Ser resiliente y saber aceptar retos es un factor fundamental. Lo menciono porque hay muchas personas con quien hemos tenido acercamiento para buscar cómo reinsertarlos académicamente, aunque la idea de continuar sus estudios está presente, no precisamente la idea de moverse tan lejos. Se necesita esa apertura, esa disponibilidad de dar un salto al Atlántico o al Pacífico.


También hay que tenerle paciencia a los procesos burocráticos y entender que así funciona el mundo; disponer de tiempo y paciencia para llevar un paso a paso que puede resultar en una oportunidad de muchísimo valor.


P. ¿Te has encontrado con otros nicaragüenses en ese país?


R. Tanto en la universidad y en lo que he logrado recorrer de la ciudad en la que estoy me he encontrado solo con un nicaragüense, que soy yo. Ni siquiera hay una comunidad latina tan amplia. He logrado conocer a algunos habitantes latinos de origen mexicano, también venezolanos y ecuatorianos, pero es una comunidad pequeña y precisamente por eso es que emprendimos este rumbo de traer nicaragüenses. Actualmente ya no soy el único nicaragüense.


P. ¿Cómo está funcionando IPEN?


R. Fuimos una iniciativa que ahora nos convertimos en una organización legalmente constituida e inscrita ante las autoridades costarricenses. Nuestro equipo funciona y trabaja desde Costa Rica. Sin embargo, la misión va donde vayamos quienes creemos en la misión de este trabajo. En ese sentido tenemos una parte de IPEN en Rumanía, pero seguimos siendo una organización nicaragüense, por nicaragüenses y para nicaragüenses, pero asentada y funcionado en Costa Rica.


P. ¿Qué desempeño han tenido como organización desde que fueron legalmente constituidos?


R. Estamos satisfechos. En agosto cumplimos un año y hemos dado pasos de los cuales sentirnos orgullosos, con todos los retos que representa tener una organización en el extranjero. Consolidarla ha sido retador, pero hemos dado avances y la ventaja de estos avances es que se traducen en oportunidades para otras personas, para nosotros apoyar a una persona es como apoyar a 20.


En el 2023 logramos la aprobación de 10 becas directas para que jóvenes vengan a estudiar a Rumanía, gracias al apoyo del Gobierno y del pueblo rumano, también a las universidades que nos abrieron las puertas para becar a estos estudiantes. En Costa Rica hemos participado en proyectos que nos han permitido la reinserción de estudiantes en universidades que tienen programas de asistencia técnica, beneficiando a más de 20. De esa manera hemos contribuido nuestro granito de arena en esa misión que asumimos.


También tenemos un programa de apadrinamiento con el cual beneficiamos a estudiantes que siguen en Nicaragua, pero este programa es sumamente reservado por el tema de seguridad.


P. ¿El enfoque de la organización consiste en apoyar solamente al sector estudiantil?


R. Nuestra misión es el derecho a la educación como tal, esa es la columna vertebral de la organización. Trabajamos con un enfoque de juventud y claramente ligamos el tema de la educación con la juventud, son dos elementos que tienen que estar abrazados, concatenados y avanzados.


En ese sentido trabajamos tres ejes en tres programas: el programa Puentes que es el que da la oportunidad de seguir con los estudios superiores; también tenemos el programa Amistad que se enfoca en el apoyo humanitario, y el tercero es el programa Fuerza, que es donde tenemos un enfoque más de juventud con la formación de valores democráticos, cívicos.



Estos componentes de habilidades blandas y duras son un espacio para el crecimiento personal de la juventud. Nos vemos como una organización que nos solo distribuye o provee, queremos que las personas se acerquen para crecer en algo. Tenemos una estrategia triangular de los tres programas para que quienes reciban algún tipo de apoyo se comprometan a participar en los programas de fortalecimiento personal o de habilidades. Apostamos más en convertirnos en una comunidad que en una organización asistencialista.


P. ¿Cómo fue ese que consideras el "golpe final" que sufrió recientemente la educación superior en Nicaragua?


R. El sistema de educación superior en Nicaragua ha venido desmejorando mucho antes del 2018, es algo que la sociedad lo tiene claro. La dictadura comenzó a infiltrarse en las universidades para montar su aparato de propaganda y con la crisis de derechos humanos y el cierre del espacio cívico dio golpes más fuertes. Primero comenzó asesinando y encarcelando estudiantes, que fue lo más grave, luego nos expulsó y nos exilió junto a una vasta comunidad académica de gran trayectoria; eso le fue dando beneficios para apoderarse totalmente de las universidades estatales.


Luego implementó la confiscación de las universidades privadas y se las robó, la última fue la Universidad Centroamericana a la que le querían llegar paulatinamente y finalmente lo hicieron.


Pero le hacía falta algo, que era atacar al marco legal que estaban transgrediendo, pese a que era su propio marco legal.


Lo más doloroso y lamentable, desde el punto de vista institucional y constitucional, fue el ataque a los pilares de la autonomía universitaria, que ya los tenía fragmentados y débiles, pero les pasó completamente su maquinaria demoledora.


La más reciente reforma educativa, denominada por el oficialismo "Ley de Reformas y Adición a la Ley Número 89, Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior y de Reformas a la Ley número 582, Ley General de Educación", en realidad fue la destrucción de la autonomía universitaria. No hay una reforma como tal. Reformar es hacer algunos cambios puntuales para que funcione de una manera diferente, pero los cambios fueron completamente transversales y destruyeron lo más importante de la ley. La decapitaron.


La autonomía universitaria en Nicaragua la componían cuatro ejes fundamentales, que era autonomía orgánica, autonomía financiera, autonomía administrativa y autonomía académica. Estos componentes quedaron completamente destruidos. Las universidades ahora son centros de propaganda política, constante y permanente en el que es imposible opinar de una forma distinta. Ahora pasaron todo el sistema administrativo para el Centro Nacional de Universidades (CNU) y va a devenir a través de la presidencia, es decir que dependerá del Ejecutivo.



A nivel orgánico ya las universidades no podrán tener la libertad de elegir autoridades, ni estudiantes, ni facultades. La autonomía universitaria sin esos pilares es una dependencia más del Ejecutivo. Ahora no son centros autónomos, dejaron de ser descentralizados, y obviamente no son centros de libre pensamiento.


P. Más allá de si funciona o no funciona ese modelo de adoctrinamiento en el sistema educativo, ¿cómo se puede contrarrestar este plan?


R. Tristemente sí funciona. Ya quisiera decir que son esfuerzos en vano. Eso sí, no tienen el nivel de impacto que el régimen esperaría. En las universidades sigue existiendo una población libre pensante, al no tener más opciones les toca quedarse. Están recibiendo propaganda, pero no la aceptan, sino que se concentran en lo poco que les están administrando de ciencias y de tecnología, pero hay otra población que es susceptible a eso y lo grave es que son poblaciones que ya vienen con un constante proceso de lavado de cerebro desde la educación básica, siguiendo con la intensificación de la propaganda y el adoctrinamiento político en la secundaria y ahora llegan a la universidad a recibir más de lo mismo. Entonces de cierta forma sí funciona. Eso es lo más preocupante porque va a tener repercusiones a mediano y largo plazo.


P. ¿Qué se necesita entonces para hacerle frente a ese "lavado de cerebros"?


R. Para hacerle frente se necesita bastante compromiso de la comunidad nicaragüense, sociedad civil o liderazgos visibles. Se requiere un compromiso político de todas las plataformas políticas, juveniles y estudiantiles, en la creación de campañas y dinámicas en contra del adoctrinamiento político-universitario y social.


Además, se necesita apertura internacional de programas de estudio para jóvenes que no están dispuestos a someterse a esta dinámica educativa y fracasada de la dictadura, eso es lo más importante y lo más difícil de conseguir. Hace falta la apertura de becas internacionales y de programas educativos virtuales.


Todos los jóvenes quieren irse del país, pero con las tecnologías de la actualidad desde cualquier espacio se puede acceder a la educación superior. Ha faltado este tipo de apoyo y es la forma en la que se puede hacer un contrapeso a lo que la dictadura está haciendo con las universidades, pero sobretodo la condena y el rechazo constante y permanente porque la dictadura sabe lo que hace con la educación.



La educación es uno de los pilares fundamentales y esenciales de cualquier sociedad y al atacar la educación, ganan terreno, como nicaragüenses tenemos que impedir o debilitar el impacto de ese plan.


P. El 2023 cerró con 30 universidades confiscadas, pero aún queda un catálogo de universidades privadas para la oferta educativa. ¿Dentro de qué narrativa encajan estos espacios que aún quedan?


R. El régimen necesita un contrapeso para hacer las cosas de manera paulatina, en este caso ha ido dejando algunas universidades, ya sea para aparentar que quedan universidades independientes. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que quienes lideran estas universidades, sus propietarios, son personas allegadas al régimen, pero tarde o temprano van a llegar por esas universidades.


Algo que el sandinismo ha demostrado es que también va contra ellos mismos, porque no hay ningún poder mayor que el de la familia dictatorial. Además, le resta valor y mérito a sus propios fieles, lo está demostrando con la reforma a la Ley 89, ya no tendrán la oportunidad de ser decanos, no pueden competir, les quitó cualquier espacio y eso va a pasar con las universidades que aún sobreviven.


P. El régimen promete una matrícula superior a 180 mil estudiantes para este período educativo universitario y ofrece educación gratuita. ¿Cómo se puede corroborar esas metas y ese discurso?


R. El régimen promete sobre papel mojado, lo que firma no tiene ninguna validez, tampoco lo que promueve. Solo son mensajes de campaña permanente, ofreciendo lo que no puede dar. Está ofreciendo miles de becas para este nuevo año, pero no ha sido capaz de darle beca a los jóvenes de las universidades que se robó. Tengo conocimiento que le siguen cobrando a los jóvenes, entonces ¿dónde está lo gratuito?



Le dimos seguimiento al caso de un joven que acaba de salir de una de estas universidades confiscadas y por un certificado de notas que antes costaba 30 dólares, ahora los sandinistas le cobran más de 80 dólares. El régimen es incompetente en la administración de las universidades, se roban las universidades para seguir cobrando matrícula, aranceles y cualquier papel que un estudiante necesite, se lo cobran.


Ortega y el sandinismo se metieron a un terreno que no conocen, no saben de educación. No conocen de educación, están en un terreno donde hacen el ridículo, pero si el objetivo es solo robar, de cierta forma lo están cumpliendo. Es pura propaganda y pura mentira para sus adeptos.


P. ¿Qué se le puede transmitir a las y los nuevos bachilleres?


R. No quiero dar esperanzas con palabras, sino con hechos, con acciones. Solo les puedo decir que habemos personas trabajando por crear un espacio, aunque sea pequeño, lo vamos consolidando y amplificando, para tratar de buscar y dirigir esfuerzos que ofrezcan alternativas.



La comunidad internacional no responde a como uno quisiera porque tiene sus propios mecanismos, pero hay cantidad de ofertas de becas por parte de la Unión Europea que vale la pena aplicar. Eso de aplicar a una beca para mí era imposible, pero las oportunidades están hechas para ser aprovechadas y por experiencia propia y de otras personas que hemos apoyado, es posible.


A veces el domo que ha creado la dictadura impide ver hacia afuera, pero hay que hacerlo, lleva tiempo, pero hay que intentarlo. No hay que renunciar a los sueños. Si lo que quieren es convertirnos en soldaditos adoctrinados, el único que puede impedirlo eso es uno mismo, desde la individualidad.


P. ¿Qué prevés que pueda suceder en Nicaragua durante este nuevo año?


R. Nicaragua es un nido de sorpresas y cualquier cosa puede pasar en cualquier momento. Entonces los impactos van y vienen.


P. Cambiando rotundamente de tema, ¿qué piensas de Sheynnis Palacios, Miss Universo 2023?


R. Es indescriptible. En primer momento emocionado como todos los nicaragüenses de tener a la representante de la belleza universal. Es maravilloso, no solo por el tema de la belleza externa, sino por la belleza interna que ella demuestra: humildad, resiliencia, demostrar que en un país en dictadura es posible hacer cosas tan grandes como ganar un Miss Universo.


Cabe resaltar que esto puso a la dictadura en una postura de ridiculez demostrando las debilidades y la paranoia que les invade.


Un motivo de alegría y de felicidad para todos y cada uno de los nicaragüenses se volvió en tormenta y en pesadilla. Algo que no era político lo hicieron político, comenzaron a confiscar, desterrar y secuestrar. Ver a la gente en las calles celebrando eso los tiene traumado porque el factor sorpresa sigue vivo, en cuestión de minutos pueden tomarse las calles otra vez.


P. ¿Cómo se puede construir democracia en este nuevo año?


R. La democracia no es una cuestión territorial, un país democrático no lo divide el territorio, ya que la democracia está en cada individuo. Para construir democracia es necesario desarrollar y consolidar valores cívicos, éticos y democráticos en la población y en los liderazgos. Es una responsabilidad individual.


Es necesario iniciar este año abordando los puntos de vista en común que tienen que ver con eliminar el tranque de la democracia que es la dictadura. Tienen que haber acciones concretas, determinadas y en conjunto para atacar con fuerza y debilitar al régimen, que no está tan fuerte a como se cree. Están actuando de manera errática, ya no solo con opositores sino con los propios sectores sandinistas.


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