La historia reciente de Tesla en materia de conducción autónoma está marcada por múltiples anuncios ambiciosos que no se han concretado. En 2015, Musk prometió que para 2017 existirían coches con "autonomía completa". Sin embargo, al día de hoy, los vehículos de Tesla todavía requieren de supervisión humana y han sido protagonistas de varios accidentes graves en Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) y China.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
California, Estados Unidos de Norteamérica
De empresario de automóviles y otros medios de transporte a innovador de software e Inteligencia Artificial. Elon Musk, fundador y director de Tesla, volvió a ser el centro de atención tras la reciente presentación del Cybercab, un taxi completamente autónomo que promete revolucionar la movilidad urbana, en un par de años, supuestamente. Este vehículo sin conductor, ni volante ni pedales, fue desvelado el jueves 10 de octubre de 2024, en una esperada presentación que dejó a la audiencia expectante desde Los Ángeles, California. Sin embargo, la recepción en Wall Street fue menos entusiasta. Las acciones de Tesla cayeron casi un 9 % al día siguiente, generando dudas entre los inversores sobre la viabilidad y el tiempo que tomará para que este proyecto se convierta en una realidad palpable en las calles.
El concepto del Cybercab es una muestra más de la visión futurista de Musk, quien declaró que estos vehículos podrían estar disponibles para la venta en 2026, aunque él mismo admitió que podría estar siendo demasiado optimista con los plazos. La falta de autorizaciones regulatorias es, sin duda, un gran obstáculo para Tesla, ya que los vehículos autónomos requieren una aprobación gubernamental rigurosa antes de que puedan circular.
Esta incertidumbre ha generado escepticismo entre los analistas y los inversores, que ven el lanzamiento del Cybercab como un objetivo a largo plazo, lleno de desafíos técnicos y regulatorios.
Las promesas de Musk: entre innovación y escepticismo
Elon Musk tiene un historial de promesas ambiciosas, muchas de las cuales aún no han sido cumplidas. En 2015, el magnate aseguró que Tesla desarrollaría vehículos con autonomía completa para 2017. Sin embargo, siete años después, los coches de la compañía aún necesitan supervisión humana para operar de manera segura. A lo largo de los años, Musk ha presentado múltiples fechas para la llegada de la conducción completamente autónoma, pero el regulador sigue sin autorizar estos vehículos, por muchas razones, según medios locales. El sistema de autopilotaje de Tesla, que promete mejorar la seguridad en las carreteras, ha sido objeto de controversia, ya que ha estado involucrado en varios accidentes, algunos de ellos fatales, tanto en Estados Unidos como en China.
En 2019, Musk también predijo que habría un millón de robotaxis de Tesla operando en las calles en 2020, algo que claramente no se ha materializado. El propio Cybercab es una continuación de este proyecto fallido, pero ahora con un diseño más avanzado y específico para su uso como taxi. A pesar de estas promesas incumplidas, Tesla sigue siendo un líder en innovación dentro de la industria automotriz, pero la pregunta sigue siendo si podrán cumplir finalmente sus objetivos en el ámbito de la conducción autónoma.
Mientras Tesla lucha por obtener las autorizaciones necesarias, otras empresas ya han dado pasos concretos en el terreno de los robotaxis. En San Francisco, Waymo, la empresa de Alphabet (matriz de Google), ha operado con una flota de robotaxis durante un tiempo considerable. Esta compañía ha logrado lo que Tesla aún no puede: la autorización para circular sin conductores en áreas urbanas, aunque también enfrenta desafíos para expandir su servicio a nuevas jurisdicciones, y la evaluación concreta de riesgos.
Momentos del evento de Tesla el 10 de octubre de 2024, en California, Estados Unidos de Norteamérica | Fotografías cortesía:
La competencia en la industria de vehículos autónomos es feroz, con gigantes como Waymo y Cruise (de General Motors) que ya están haciendo progresos en el uso comercial de sus robotaxis. En este contexto, Tesla no solo compite contra empresas estadounidenses, sino también contra los fabricantes chinos de coches eléctricos, que han ganado terreno en los últimos años con vehículos innovadores y a precios competitivos.
Optimus: el robot humanoide que promete ser el próximo gran producto
Aunque el Cybercab fue el protagonista de la presentación, otro producto llamó la atención: Optimus, el robot humanoide de Tesla. Musk lo describió como "el producto más grande jamás creado" -como el iPhone o la bicicleta en su momento- y una de las apuestas más importantes de la compañía y el sector de EE.UU. y el mundo a futuro. Optimus se presentó inicialmente en 2021, pero la versión que se mostró en el evento de octubre de 2024, denominada Optimus Gen 2, muestra mejoras significativas en su capacidad para interactuar con el entorno y realizar tareas complejas. Este robot está equipado con sistemas avanzados de inteligencia artificial (IA), que le permiten reconocer objetos, caminar por superficies irregulares y realizar movimientos más fluidos que su predecesor.
Optimus podría convertirse en una herramienta crucial para múltiples industrias, desde la manufactura hasta el servicio al cliente. Musk asegura que su precio rondará los 20,000 a 30,000 dólares, aunque todavía no hay una fecha concreta para su comercialización masiva. A pesar del entusiasmo de Musk, algunos expertos, como el futurista digital Robert Scoble, han cuestionado el verdadero grado de autonomía del robot, insinuando que aún depende de la supervisión humana en muchas de sus funciones.
El mercado de vehículos autónomos y robótica enfrenta un enorme desafío en términos de regulación. Las autoridades exigen estándares rigurosos de seguridad antes de permitir que vehículos sin conductor o robots interactúen libremente con el público. Esta necesidad de garantizar la seguridad ha sido uno de los principales motivos detrás del retraso en la llegada de los Tesla completamente autónomos y ahora del Cybercab. Los accidentes en los que se han visto involucrados coches de Tesla bajo el modo de autopilotaje no han hecho más que aumentar la cautela de los reguladores, que buscan prevenir incidentes fatales.
La recepción negativa del Cybercab en Wall Street, con una caída de 8.78 % en las acciones de Tesla, pone de manifiesto que los inversores no están completamente convencidos de que la compañía pueda cumplir sus promesas en los plazos indicados. Los analistas señalan que el desarrollo de este tipo de tecnología llevará muchos años, especialmente porque Tesla aún debe garantizar la seguridad de los pasajeros y cumplir con las exigencias regulatorias antes de poder desplegar una flota de robotaxis.
¿El futuro de Tesla depende de la autonomía?
Para Musk, el éxito de Tesla está indisolublemente ligado al desarrollo de vehículos autónomos. “El valor de Tesla es, abrumadoramente, la autonomía”, declaró el empresario a inversores en una reunión reciente. Este enfoque en la conducción autónoma es lo que diferencia a Tesla de otros fabricantes de automóviles y podría ser la clave para su futuro crecimiento. Sin embargo, el camino hacia la autonomía total ha sido más largo y difícil de lo que Musk anticipó.
A pesar de los retrasos y contratiempos, la visión de Musk sigue cautivando a miles de personas que ven en Tesla no solo una compañía automotriz, sino una fuerza disruptiva que está transformando múltiples industrias, desde la energía hasta la robótica. Si el Cybercab y Optimus logran cumplir sus promesas en los próximos años, podrían redefinir no solo la forma en que nos movemos, sino también cómo interactuamos con el mundo que nos rodea. Pero, como muchas de las promesas de Musk, queda por ver si se materializarán a tiempo y con éxito.
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