La reserva de información y las negociaciones en curso llegan en un momento en que la administración de Nayib Bukele enfrenta críticas por la falta de transparencia en sus planes económicos y la ejecución de proyectos. El primer quinquenio de Bukele estuvo marcado por promesas incumplidas, y su segundo mandato tampoco ha visto la presentación de un plan económico detallado.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
San Salvador, El Salvador
El Salvador se encuentra en una encrucijada económica y diplomática mientras negocia un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la República Popular China. El Ministerio de Economía (MINEC) de El Salvador ha tomado una medida significativa al reservar la información relacionada con estas negociaciones por un periodo de siete años. Esta decisión, según el índice de reservas publicado en su portal de acceso a la información pública, se basa en el Artículo 19 literal C de la Ley de Acceso a la Información Pública (LAIP), que protege la información cuya divulgación podría "menoscabar las relaciones diplomáticas e impedir la firma del acuerdo".
La reserva de información, solicitada por la Dirección de Administración de Tratados Comerciales (DATCO) del MINEC, abarca comunicaciones electrónicas y documentos generados durante el proceso de negociación, así como información compartida por otras instituciones gubernamentales. Esta medida de "reserva total" entró en vigencia el 14 de agosto de 2024, según fuentes consultadas por COYUNTURA, antes de la primera ronda de negociaciones, celebrada entre el 26 y el 28 de agosto en Pekín, China.
El proceso de negociación para el TLC con China comenzó en serio tras el establecimiento de relaciones diplomáticas entre El Salvador y China en agosto de 2018. Esta apertura implicó la ruptura de vínculos oficiales con Taiwán y la denuncia de un tratado de libre comercio que El Salvador mantenía con la isla. A partir de noviembre de 2022, tras la finalización de este acuerdo con Taiwán, se concretaron los primeros pasos hacia la negociación con China.
El interés en China como socio comercial se ha intensificado dado su creciente influencia económica global y las inversiones significativas que ha realizado en El Salvador. Entre estas inversiones destacan la construcción de una biblioteca en el Centro Histórico de San Salvador, la renovación del muelle del Puerto de la Libertad y la promesa de un nuevo estadio de fútbol en la capital. Estos proyectos forman parte de un acuerdo de inversión que el gobierno salvadoreño estima en $500 millones.
El MINEC ha argumentado que la reserva de información es esencial para proteger la confidencialidad de las negociaciones y evitar que la divulgación prematura pueda comprometer el proceso. Rigoberto Monge, coordinador del sector privado para las negociaciones comerciales internacionales de El Salvador, explicó que la naturaleza reservada de tales negociaciones es común. Los detalles específicos no suelen hacerse públicos hasta que se alcanzan acuerdos finales para evitar filtraciones que puedan afectar las posiciones negociadoras.
Esta reserva ha generado cierto escepticismo entre sectores económicos y la sociedad civil, que a menudo consideran que la falta de transparencia puede limitar la participación de actores clave y reducir la posibilidad de que el acuerdo beneficie a todos los sectores económicos. Aunque la reserva está en línea con prácticas internacionales de manejo de negociaciones, también plantea preguntas sobre el balance entre la confidencialidad y la rendición de cuentas.
El TLC con China podría tener repercusiones significativas en la economía salvadoreña. En 2018, El Salvador exportó $85.6 millones a China e importó $1,616.4 millones. Para 2023, las exportaciones se redujeron a $11.3 millones mientras que las importaciones aumentaron a $2,384.5 millones. Estas cifras reflejan una balanza comercial desfavorable, que el TLC podría ayudar a corregir al abrir nuevas oportunidades para exportaciones salvadoreñas.
Sin embargo, el tratado también plantea riesgos, especialmente para sectores que podrían no competir favorablemente con productos chinos. Rommel Rodríguez, coordinador de macroeconomía y desarrollo de la Fundación para el Desarrollo (FUNDE), señaló que China puede competir en todos los rubros de la economía salvadoreña y que algunos sectores locales podrían verse perjudicados. A su vez, la apertura a nuevos mercados podría beneficiar a productos como el café salvadoreño, si se logran acuerdos favorables.
El TLC también tocará aspectos clave como la economía digital, la protección de la propiedad intelectual y el acceso a nuevos mercados. Estos temas son particularmente relevantes en el contexto de la Ley Bitcoin de El Salvador, que ha sido objeto de escrutinio internacional y podría afectar las negociaciones con China. La implementación de esta ley ha sido criticada por su falta de transparencia y la falta de información pública sobre el uso del Bitcoin y las inversiones relacionadas.
Además, la posibilidad de que el acuerdo facilite la entrada de banca china en el país podría tener implicaciones para el sector financiero salvadoreño. La competencia podría abaratar los costos de capital, pero también podría presentar desafíos en términos de regulación y estándares, según analistas consultados por este medio.
La reserva de información y las negociaciones en curso llegan en un momento en que la administración de Nayib Bukele enfrenta críticas por la falta de transparencia en sus planes económicos y la ejecución de proyectos. El primer quinquenio de Bukele estuvo marcado por promesas incumplidas, y su segundo mandato tampoco ha visto la presentación de un plan económico detallado. La falta de claridad en estos aspectos, combinada con la reserva de información sobre el TLC, alimenta las preocupaciones sobre la gobernabilidad y la rendición de cuentas.
En cuanto a los actores involucrados, la presencia de Raymond Villalta y Óscar Mauricio Figueroa en la delegación salvadoreña subraya el vínculo entre el Gobierno de Bukele y la administración de la billetera de criptomonedas Chivo. Villalta, con antecedentes en el partido Nuevas Ideas y la administración municipal de Bukele, y Figueroa, cuya familia tiene conexiones con el sector energético, reflejan la complejidad de las relaciones políticas y económicas que influyen en las negociaciones hasta ahora.
La reserva de información sobre el TLC entre El Salvador y China subraya la delicadeza de las negociaciones diplomáticas y comerciales. Aunque la confidencialidad es un componente necesario para proteger los intereses nacionales, también plantea desafíos para la transparencia y la participación pública. Mientras El Salvador busca aprovechar las oportunidades que ofrece el acuerdo con China, la administración debe equilibrar cuidadosamente la necesidad de secreto con las demandas de rendición de cuentas y beneficios equitativos para todos los sectores económicos. La evolución de estas negociaciones y sus resultados serán cruciales para el futuro económico del país y su posición en el ámbito regional e internacional.
En COYUNTURA, cada noticia y día de trabajo es un acto de valentía respaldado por personas, procesos, fuentes, documentos y perspectivas confiables, contrastadas y diversas, aunque muy a menudo debemos proteger la identidad de quienes informan y/o comentan. Pero la censura, la crisis económica y los obstáculos estatales y de seguridad no detienen a nuestra Redacción; seguimos informando con determinación, desde Centroamérica. Si has sufrido violaciones a tus derechos por un Estado centroamericano, o si quieres contar una historia, contáctanos a través de direccion@coyuntura.co o mediante la burbuja de mensajes en la parte inferior del medio.
Por otro lado, no te pierdas AULA MAGNA, nuestra radio en línea y plataforma de podcasts para la región y su gente, donde el periodismo y el entretenimiento se fusionan las 24 horas del día.
Juntos, construimos el puente de la verdad y la democracia, por eso ten en consideración adquirir una membresía de nuestro programa para socias y socios, con beneficios y servicios digitales únicos.
Comments