Tegucigalpa, Honduras
Para inicios del nuevo siglo, el bajo mundo hondureño estaba ya inmerso en luchas por el poder y las rutas del narcotráfico. Gobernaba el país el liberal Carlos Flores Facussé, sobrino de Miguel Facussé, un empresario de Cortés al que la embajada de Estados Unidos señaló de haber permitido el aterrizaje de narco avionetas en una de sus propiedades.
Durante la administración de Flores Facussé, el gobierno de Honduras apenas reportó ante la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), la detención de un funcionario relacionado con el tráfico de drogas. En este entonces, Honduras informó que no había detectado laboratorios ilícitos de drogas y que no contaba con un mecanismo formal para evaluar la eficacia del control de precursores químicos.
“Se suministraron datos, imprecisos, sobre el número y las cantidades de drogas incautadas en los años 2000 y 2001. Se registraron incautaciones de opio, cocaína base y crack…con respecto al número de funcionarios públicos condenados por delitos de tráfico ilícito de drogas y por delitos de corrupción relacionados con dicho tráfico ilícito, informa que en el año 2002 un funcionario fue condenado a prisión por tráfico ilícito de drogas y otros delitos”, dice el informe de la CICAD.
En 2002, cuando Flores Facussé dejaba el poder y arribaba a la presidencia el nacionalista Ricardo Maduro, con la promesa de “cero tolerancia” con maras, pandillas y en el combate del secuestro, el país se debatía en una guerra de poder entre Los Cachiros y Coque Ramos por el control de las rutas del tráfico de drogas. Fue también en esos años que empezaron a caer algunos diputados hondureños en manos de la justicia.
El monitoreo de prensa escrita permite concluir que a partir de 2002, en Honduras se puso en boga la modalidad de las masacres o muertes múltiples que continúan hasta la fecha, ligadas a la guerra entre narco políticos y narcotraficantes. El 18 de marzo de 2004, José Aníbal Echeverría Ramos, alias Coque Ramos fue asesinado luego de escapar varias veces de la muerte en Costa Rica, Panamá. Incluso cambió su identidad, pero finalmente fue asesinado en el hospital de la Penitenciaría Nacional de Támara, 17 kilómetros al norte de Tegucigalpa. En el Tribunal de Sentencias de Trujillo, Colón (Honduras), lo requerían para enjuiciarlo por la muerte de uno de los miembros de la familia de Los Cachiros, Osman Isidro Rivera, ocurrido el 22 de marzo del 2003.
LOS PRIMEROS NARCODIPUTADOS DETENIDOS
Habían pasado unos días de la muerte de Osman Isidro Rivera y el 20 de junio de 2003, el diputado del Partido Liberal al Parlamento Centroamericano (Parlacen), César Augusto Flores Díaz fue detenido con siete kilos de Heroína. La policía nicaragüense lo detuvo en el puesto de Peñas Blancas, entre Nicaragua y Costa Rica. El diputado fue condenado en Chinandega, Nicaragua ese mismo año y estuvo en prisión hasta el año 2009.
Fue liberado por buena conducta y regresó a Honduras. El 18 de noviembre de 2012 se convirtió en candidato a alcalde en el municipio de Sabanagrande, del departamento de Francisco Morazán, por una de las corrientes del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), consta en el Diario Oficial La Gaceta, número 33,305 del 16 de diciembre 2013.
El 5 de julio de 2003, unas semanas más tarde de la detención de Flores Díaz, el diputado nacionalista por el departamento de Yoro, Armando Ávila Panchamé, era detenido cerca de la escena donde la Fiscalía contra el Crimen Organizado detectó una avioneta de la que se descargó una tonelada de cocaína, cerca de una propiedad de Matta Wandurraga, en San Esteban, Olancho, según las pruebas evacuadas en juicio oral y público.
Ávila Panchamé fue condenado en febrero de 2004 y asesinado el 11 de julio de 2004 en la Penitenciaría Nacional de Támara, llamada por los delincuentes “La universidad”. A Coque Ramos y al diputado Ávila Panchamé los asesinaron con menos de cuatro meses de diferencia.
Desde 2004, también el diputado Ramón Lobo Sosa era investigado por el jefe de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN), el general Julián Arístides González. Ramón es hermano de Porfirio “Pepe” Lobo Sosa, quien fue presidente de Honduras entre 2010 y 2014. La placa legislativa del carro del diputado Ramón Lobo Sosa, con número CN-0256, fue encontrada por la DLCN en casa de Coque Ramos.
A partir de ahí, la DLCN inició una investigación de los vínculos de Lobo Sosa que aún no muestra resultados. Coque Ramos mantuvo una relación con Margarita Lobo, sobrina de Pepe Lobo e hija del entonces diputado Ramón Lobo Sosa.
El expresidente Lobo Sosa en entrevista con RI ha negado conocer vínculos de negocios de droga entre su hermano con Coque y reconoció que su hermano conoció a Los Cachiros, pero por el oficio del ganado.
El general Arístides González fue asesinado en diciembre de 2009, unos días después del triunfo de Porfirio Lobo Sosa como presidente de la República. En 2019, la MACCIH acusó a Ramón Lobo Sosa por el caso La Caja Chica del Hermano, un juicio por supuesto desvío de fondos estatales.
EMPRESARIOS CON PODER
Con la muerte de Coque Ramos, Los Cachiros se consolidaron como los actores más importantes del mercado hondureño. Contaron con el apoyo de la prominente familia Rosenthal para su crecimiento. Yani Rosenthal, miembro de la familia, fue enjuiciado y condenado en Estados Unidos por lavado de dinero. Tras cumplir su condena regresó a Honduras.
Actualmente es candidato a la presidencia por el Partido Liberal. Rosenthal y sus coacusados en Estados Unidos, incluido Jaime Rosenthal Oliva -su padre, ex vicepresidente y exdiputado de Honduras, utilizaron entidades asociadas con una sociedad de cartera controlada por la familia Rosenthal, Inversiones Continental (Panamá), S.A. de C.V. (“Inversiones Continental”), para lavar ganancias del narcotráfico para Los Cachiros, según fiscales estadounidenses.
Rosenthal proveyó a Los Cachiros, durante unos cinco años, de fuentes de financiamiento para sus actividades criminales, de medios para lavar sus ganancias provenientes del narcotráfico, y de legitimidad pública, contribuyendo de esa manera con el ambiente de impunidad que permitió a Los Cachiros prosperar y poder importar toneladas de cocaína hacia los Estados Unidos, citó la condena contra Yani Rosenthal por el delito de lavado de activos.
Al mismo tiempo que en Colón prosperaban Los Cachiros, arreciaba un conflicto entre campesinos y Miguel Facussé, el tío del expresidente Flores Facussé, apoyado por las fuerzas militares y de seguridad del Estado.
En la actualidad, continúa el conflicto agrario y un nuevo problema por los recursos naturales entre campesinos de Guapinol y Lenir Pérez, uno de los herederos de Facussé tras su muerte el 23 de junio de 2015, de acuerdo con el defensor de derechos humanos Joaquín Mejía Rivera. La diferencia entre Facussé y Lenir, es que su suegro fue del Partido Liberal y a Lenir Pérez, lo asocian con el financiamiento de la campaña del nacionalista Juan Orlando Hernández.
Según un cable desclasificado de Estados Unidos, el consejero político de la embajada en Tegucigalpa, Franciso L. Palmieri, reportó que, según una fuente policial hondureña, una avioneta cargada con drogas aterrizó con éxito en marzo de 2004 en la propiedad privada de Miguel Facussé, “un prominente hondureño que es una de las personas más ricas del país… Su carga fue descargada en un convoy de vehículos que estaba custodiado por unos 30 hombres fuertemente armados… La fuente también afirmó que Facussé estaba presente en la propiedad en el momento del incidente”, dice el cable.
De acuerdo con la documentación estadounidense desclasificada, la propiedad de Facussé fue vinculada tres veces con incidentes de aterrizajes similares en poco más de un año. En uno de esos incidentes se detuvo a dos conocidos narcotraficantes y se decomisó 420 kilos de cocaína. 2015, en una operación el MP capturó a José Ángel Bonilla Banegas, excontratista de DINANT, empresa de Facussé. Bonilla era socio de Los Cachiros y los Valle Valle.
Comunicado del Ministerio Público
Ese día el MP informó en un comunicado, que ahora aparece retirado de su página web:
"El Ministerio Público, a través de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), ejecuta la Operación “Venado” con el objetivo de efectuar tres allanamientos y 15 aseguramientos de varios bienes en el Valle del Aguán. Entre los bienes a asegurar se cuentan tres viviendas, dos lotes de terreno y 10 vehículos, propiedad de José Ángel Bonilla Banegas (50). La Operación “Venado”, que se desarrolla con el apoyo de la Fuerza Militar Xatruch, que permanece en la zona del Bajo Aguán y el II Batallón de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), se puso en marcha en el municipio de Tocoa, departamento de Colón, en el marco de la estrategia de combate frontal contra la criminalidad organizada y en consonancia con el Plan Estratégico del Ministerio Público, con miras a desarticular este tipo de estructuras criminales que por años han operado en el país. Vale señalar, que Bonilla Banegas es dueño de la Empresa de Transportes Bonilla, y según las investigaciones a raíz de sus actividades ilícitas ha adquirido 10 vehículos (camiones, cabezales y pick up), utilizados para facilitar el paso de narcóticos desde Colón hasta la frontera con Guatemala y de dinero desde la frontera de Guatemala hacia Colón. Asimismo, las investigaciones de la FESCCO y la ATIC determinan que Transportes Bonilla formaban parte de las estructuras a menor escala con las que contaban los grandes grupos criminales como “Los Cachiros” en Colón y los “Valle Valle” en Copán. Este caso se remonta al 4 de marzo de 2015, cuando en un operativo realizado en el sector conocido como Ceibita, en Quimistán, Santa Bárbara, se inspeccionó un vehículo tipo camión, conducido por José Cristóbal Pineda González, donde se hizo el hallazgo de varios paquetes que contenían una considerable cantidad de marihuana, por lo que se detuvo al conductor, y posteriormente al verificar el automotor, se constató que el mismo era propiedad del señor José Ángel Bonilla Banegas, lo que llevó al Ministerio Público a efectuar una serie de diligencias investigativas que dieron como resultado las acciones hoy emprendidas.
MERCADO: DEL NARCOMENUDEO A LA MARA
En esta guerra de relevos generacionales del crimen entre principios del siglo y la actualidad, en las que también interviene el mexicano Cartel de Sinaloa fueron quedando en el camino narcotraficantes como José Israel Pineda Duarte, alias Paico; Pedro García Montes, Héctor Portillo Osorto, alias El Gato Negro, Juan Pablo Colindres, alias Paviche, alias Mamatere, El Gallero, Chicón…También hay un listado de los adversarios fallecidos y que se interpusieron en el camino de los aliados de Hernández Alvarado. Con esto, el mercado de las drogas cambió en Honduras y se pasó del sistema de territorios, o plazas, controlados por reconocidos “narcomenudistas” y las fuentes de distintas zonas del país sugieren que ahora son la Mara Salvatrucha y la pandilla 18, sobre todo la primera, las que controlan la distribución junto a estructuras estatales. Esta forma de operar es más evidente en San Pedro Sula.
La MS se fortaleció a tal extremo que controla laboratorios para procesar cultivos de cocaína, tal como se mostrará más adelante en esta serie de investigación.
La propia hermana del mandatario Hilda Hernández Alvarado cuya muerte, en 2017, sigue siendo un misterio, habría perecido en medio de esta guerra por la reconfiguración del mercado. Todo lo relacionado con su asesinato está en secreto. Algunas versiones sugieren que su muerte fue una revancha de Los Valle y del Cartel de Sinaloa.
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