Iglesia y curia siguen sitiadas por la Policía Nacional y las fuerzas antimotines. Cinco sacerdotes están secuestrados. Las clases en el Colegio San Luis están paralizadas. Pero la comunidad sigue unida y fuerte. Así han sido los días de tensión en Matagalpa.
Por Voces En Libertad | @VocesNi
Derechos humanos
Matagalpa, Nicaragua
La tensión y zozobra impera en el sector del Parque Morazán. Desde hace una semana el murmullo de la ciudad aumentó con el despliegue de antimotines y policías, quienes tienen como misión sembrar miedo y tener el control usando la violencia. Los estudiantes del colegio San Luis han dejado de ir a la escuela. El bullicio tradicional del parque ha dado lugar al silencio. Ya no se ve a niños y niñas usar los juegos infantiles. Las risas se fugaron y el lugar luce árido.
Los vendedores de frutas y otros productos se mantienen en el mismo sitio, justo donde está sitiada la iglesia. Una fuente, que prefiere omitir su nombre, asegura que los comerciantes son afines al gobierno, por lo tanto, procuran ofrecer un ambiente de "normalidad", como si nada sucediera en la curia y en la iglesia. "Diario asedian con los eventos del MEFCA (Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa). La idea es hacer bulla e interrumpir las misas", dice el ciudadano.
La custodia de agentes policiales es permanente en esta zona, garantizando la vigilancia constante e impidiendo cualquier muestra de protesta en contra del régimen Ortega-Murillo. En la llamada "calle de los bancos", donde queda la Curia Arzobispal -vía de acceso a la catedral San Pedro de Matagalpa y al colegio San Luis-, el panorama se tornó grisáceo en los últimos días. El pueblo está en el ojo del huracán y un simple movimiento o grito puede originar un encarcelamiento.
Pese a eso, la población ha demostrado estar unida y fuerte, prueba de ello es que han salido a las calles en apoyo de la Iglesia católica y han convocado a actividades como el "cacerolazo".
El panorama que se vive
Un poblador de Matagalpa describe el ambiente de la ciudad y asegura que el panorama atemoriza a cualquiera. La presencia de agentes de tránsito en las calles, y de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP), se ha incrementado frente a la catedral y en la acera del Colegio San Luis. Se mantienen vigilantes. Incluso toman fotografías y vídeos a quienes acuden al templo.
"La policía sigue enviando citatorios a reconocidos manifestantes que en estos días han demostrado el apoyo al obispo Rolando Álvarez, exigiendo cesen el asedio en su contra. La gente anda temerosa por la cantidad de uniformados que se han tomado la ciudad, causando incertidumbre, y la Policía ha dejado notar que van con todo, contra quienes se opongan a las investigaciones a los sacerdotes", añade este matagalpino que prefiere hablar bajo anonimato.
Otra fuente asegura que los pobladores que han sido citados por la Policía en los últimos días -desde el ataque a la iglesia de Sébaco y el acto de rebeldía de Álvarez- se han presentado al llamado de las autoridades con temor, pues creen que si no van podría ser peor.
Al respecto, "Xiomara", a quien la Policía ha citado en las últimas horas, manifiesta que es su segundo citatorio desde que empezaron las protestas en 2018. "Temo ir. Oren por mí porque esta es la segunda vez que me citan y la tercera ya será cárcel", manifestó.
Matagalpa militarizada
Unas 20 camionetas rondan la ciudad, y al menos 50 efectivos policiales y 40 antimotines resguardan la zona en la que habita el religioso católico. "Al portón principal de la curia está arrimada una camioneta de la Policía, impidiendo que lo abran, y en la otra entrada hay cinco antimotines en postura de ataque", relata un ciudadano.
Doña "Catalina", a quien llamaremos así para resguardar su seguridad, menciona que desde 2018, cuando la gente fue reprimida, no se había visto tanta osadía. "La población se ha enfrentado a la Policía. Hemos visto como los mismos feligreses y activistas se volvieron a enfrentar con gritos, palabras y oraciones a los antimotines, tanto así que violentamente fueron desalojados a una cuadra de la curia el pasado viernes y este sábado. Si detienen a nuestro obispo y lo llevan a las celdas, la gente se levantará sin pensarlo", relata.
Iglesias del mundo muestran solidaridad
La Conferencia Episcopal de Latinoamérica compartió en su sitio web el comunicado de la Conferencia Episcopal Boliviana, en donde se solidarizan con el pueblo de Nicaragua y la Iglesia. En dicho manifiesto, suscrito por monseñor Aurelio Pesoa, presidente, y monseñor Giovani Arana, secretario general, expresaron su cercanía ante la situación del país centroamericano.
En el mismo se lee: "La Conferencia Episcopal Boliviana sigue de cerca y con profundo dolor la situación que está padeciendo la iglesia y el pueblo nicaragüense debido a la persecución que sufre por parte de las autoridades políticas". Los prelados bolivianos, citando un pasaje bíblico de Mateo, han apuntado que "felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias".
Señalan que "la persecución y asedio a sacerdotes y a Monseñor Rolando Álvarez, y la expulsión de la Congregación de las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta son claramente un atentado a la libertad de expresión y a la libertad religiosa".
"Les pedimos que no desistan en el empeño de construir un diálogo que sea capaz de lograr la unidad y la paz en esta tierra nicaragüense. Para ello, cuentan con nuestra oración por ustedes, ¡por el Pueblo a! que sirven y por las autoridades políticas", finaliza el comunicado.
Por otro lado, el sacerdote, arzobispo y cardenal español Carlos Osoro Sierra compartió a través de Twitter: "Rezo por el pueblo de Nicaragua y por la iglesia que peregrina en el país, que, con su testimonio hace presente el Evangelio como pedía Santo Domingo de Guzmán".
Además, VaticanNews ha publicado un artículo sobre la homilía que ofreció el domingo 07 de agosto el Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua, en la que recordó la difícil situación que vive el obispo de Matagalpa. Brenes aseguró que desde el 04 de agosto los obispos de la Conferencia Episcopal han estado muy cerca de Álvarez, a través del teléfono. También oran por él y manifiestan su cercanía y cariño.
Como Conferencia Episcopal de Nicaragua también han expresado su fraternidad, amistad y comunión episcopal con monseñor Álvarez, quien está viviendo una situación "que nos toca el corazón como Obispos e Iglesia nicaragüense, 'pues si un miembro sufre, todos sufrimos con él' (1 Co 2, 26)", según cita el documento.
Por otra parte, el Grupo Latinoamericano de Cursillos de Cristiandad (GLCC), también se ha unido al sentir y dolor del pueblo de Nicaragua. En su muro de Facebook compartieron una foto en la que decenas de nicaragüenses forman una cruz cobijándose con la bandera de Nicaragua. "La comunidad del norte de Nicaragua acompañando a su iglesia y a su obispo... ¡De colores! Esa cruz, formada por personas, son habitantes de los campos de Matagalpa bajando a la ciudad en solidaridad con monseñor. En el nombre de Dios Todopoderoso que el Espíritu Santo los guíe y les proteja, enviándoles sabiduría, cordura y ángeles protectores, ángeles guerreros, ángeles guardadores, ángeles de oración y ángeles defensores ante toda adversidad. Sigamos en oración permanente por nuestro obispo monseñor Rolando Álvarez Lagos y demás sacerdotes y pastoral que están recluidos y privados de la libertad en la curia por cárcel. Dios les asista en todo momento y en todo lugar", se lee.
Solidaridad desde el exilio
Desde la Iglesia Santa Agatha en Miami, decenas de nicaragüense expresaron su descontento la tarde de este domingo, por los recientes actos represivos del régimen de Ortega en contra de la Iglesia católica y directamente contra monseñor Rolando Álvarez, quien lleva varios días encerrado en la casa cural por un cerco de policías y antimotines.
"Estoy apoyando a la Iglesia católica y a todos los sacerdotes; a monseñor Álvarez, que en realidad él es la voz de los nicaragüenses. Nos sentimos devastados porque la vida de él corre peligro. El gobierno de Nicaragua no tiene límites", expresó una de las nicaragüenses consultadas, quien cargaba una foto de Álvarez.
Otro nicaragüense refirió: "En Nicaragua nos quitaron nuestro derecho a protestar. La situación ahorita está bien tensa".
En Santa Agatha, habitualmente el sermón es ofrecido por monseñor Silvio Báez, exiliado en Miami, pero este domingo fue pronunciado por el párroco local, Marcos Omar Rivas, quien tocó temas como el odio y la situación contra la Iglesia católica. "En Nicaragua no importa si vives o no; si no estás conmigo te vas o te mato", destacó el religioso.
Por su parte, Yamilet Mejía, defensora de derechos humanos y exiliada de Nicaragua, resaltó que se debe apoyar a la iglesia católica "y decir basta ya de tanta violencia".
El propietario y director de Radio Darío, Aníbal Toruño, aseguró que el cierre de las radioemisoras de la Iglesia católica son como "la crónica de una muerte anunciada". "Desde que Daniel Ortega llegó al poder en el 2007, estamos hablando de cuarenta medios de comunicación que han sido cerrados", lamentó.
La Policía, al servicio del régimen de Daniel Ortega, ha iniciado un "proceso de investigación" contra el obispo de Matagalpa. Las autoridades acusan a monseñor Álvarez de utilizar "medios de comunicación y redes sociales" para "intentar organizar grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía en la comunidad, con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales".
Según el comunicado de la entidad, publicado el pasado viernes en los medios oficialistas, el proceso de investigación contra el jerarca católico es para "garantizar la paz y la seguridad ciudadana y que estos hechos no se vuelvan a repetir". Monseñor Álvarez se pronunció por primera vez sobre dicho proceso el pasado 06 de agosto. "Estamos retenidos pero con la fuerza que el resucitado nos da. Agradezco a los millones de hermanos que a través de las redes han manifestado su cercanía", dijo el religioso, que hasta este miércoles 10 de agosto se encuentra recluido y rodeado de policías.
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