Al alcalde hondureño de San Pedro Sula no le bastó con pronunciar un discurso estigmatizante (contra las personas LGBTIQ+) y cosificador (contra las personas afrodescendientes). El regidor también defendió sus insensibles e incoherentes palabras, y muestra nulo interés ante la denuncia de diversos colectivos, quienes recibieron una insípida "disculpa" del representante de la municipalidad. "Se está queriendo hacer un terremoto de algo que ni siquiera merece la atención", señaló Contreras para minimizar la gravedad de sus palabras. Pero, al contrario, el "terremoto" que él causó merece toda la atención del mundo.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
San Pedro Sula, Honduras
El jueves 13 de abril de 2023, como parte de las celebraciones de la municipalidad de San Pedro Sula para conmemorar los 226 años del arribo de las comunidades garífunas a Honduras, el alcalde Roberto Contreras -uno de los empresarios más prósperos del país centroamericano- hizo acto de presencia en un evento oficial, organizado en la plaza principal del Parque Central Luis Alonso Baraona. Según medios independientes en el lugar, fue entonces cuando un grupo de activistas garífunas y de la población LGBTIQ+ de esa zona del país intentaron interceptar, con la bandera del Orgullo LGBTIQ+, al edil sampedrano en una de las áreas de acceso a la tarima. Denuncian que Contreras les ignoró por completo.
Pero pasar por alto el llamado de las personas de uno de los bloques en el lugar -quienes aseguran solo buscaban inclusión y reconocimiento por parte de las autoridades en el evento y en sus políticas públicas-, fue solo el primer capítulo de la jornada de celebración. Ya en el escenario principal, el alcalde de San Pedro Sula relució su argumento más incoherente, insensible, cosificador y racista hasta ahora, en su papel como representante de la municipalidad hondureña.
Entre su propia risa y los pocos aplausos de quienes asistieron, Contreras señaló, de forma deliberada y sin contexto: "Quiero decirles que como alcalde de la ciudad de San Pedro Sula yo prefiero cien mil veces portar esta bandera afrodescendiente, esta bandera garífuna, que una bandera de la diversidad sexual. Me siento honrado con esta". Un claro ataque a la población LGBTIQ+ del país centroamericano. Palabras que estigmatizan y excluyen, que provienen del alcalde de la segunda comuna más importante de Honduras.
Y en medio del incómodo silencio de las otras 14 personas que acompañaban al alcalde en el escenario (la mayoría de ellas de descendencia garífuna), Contreras terminó de rematar su entrada con una oración racista y un tanto clasista, que cosifica a las personas negras. "Me siento bien entre mis negros bellos de Power Chicken", señaló, con la bandera garífuna sobre sus hombros, rodeado de las comunidades afrodescendientes hondureñas, intentando resaltar el amplio talento humano de color en uno de sus negocios -una de las empresas de comida a las brazas más próspera del país-.
Según el monitoreo realizado por la Redacción de COYUNTURA, las declaraciones de Contreras se hicieron virales en el país, y un amplio número de hondureños mostraron su apoyo al alcalde sampedrano.
"La comunidad LGBTIQ+ si puede expresar abiertamente qué le gusta y que no le gusta, y, ¿el alcalde no puede?", escribió Ilych Cálix Mendoza, fundador del recién iniciado Partido Libertario de Honduras. "Los garífunas hondureños son herencia y patrimonio cultural de la humanidad; las comunidades aberrantes sin personalidad ni siquiera tienen voz. Un aplauso para el señor alcalde", publicó una cuenta en Twitter. "Grande señor pollo", dijo otro ciudadano en la red social.
No obstante, la población LGBTIQ+, varios colectivos y activistas afrodescendientes han denunciado que las palabras de Contreras son excluyentes, representan un ataque y tienen un tinte racista. Además, sus declaraciones se dan en un acto que supuestamente busca reivindicar las luchas y derechos de una comunidad históricamente vulnerada, llegando a replicar discursos antiderechos.
Sobre el ambiguo argumento de que Contreras estaba utilizando su derecho a dar opiniones o a expresar sus ideas, la Organización de los Estados Americanos (OEA) recuerda que: "Los derechos a la igualdad y a la libertad de expresión se 'refuerzan mutuamente' y tienen una 'relación afirmativa', en tanto realizan una 'contribución complementaria y esencial a la garantía y salvaguarda de la dignidad humana'". Lo contrario en el caso de las declaraciones del alcalde, que resaltan sus "preferencias" entre unos y otros.
Además, "en ese sentido, la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos han reiterado sistemáticamente la importancia del derecho a la libertad de expresión para garantizar el derecho a la igualdad de las minorías y de los miembros de grupos que han sufrido discriminación histórica (entre ellas la población LGBTIQ+ y las comunidades afrodescendientes). Esta importancia nace principalmente del rol de la libertad de expresión como derecho en sí mismo y como herramienta esencial para la defensa de otros derechos, como elemento fundamental de la democracia".
Los argumentos de Contreras surgieron en su rol como principal representante de la administración de San Pedro Sula, y se traducen en un "estos sí, pero estos no", limitando la participación de todas las personas, sin importar su origen étnico, religión o postura política.
Además, las palabras del funcionario se convirtieron en una ola de comentarios homofóbicos, racistas y cosificadores, que podrían resultar en más violencia y agresiones contra las personas LGBTIQ+ o afrodescendientes en Honduras, dos comunidades que actualmente sufren la escalada de violencia en todo el territorio por parte de las fuerzas armadas y grupos criminales.
Algunas de las respuestas a favor de las declaraciones del alcalde de San Pedro Sula son promotoras del odio y la violencia contra la población LGBTIQ+:
"Tememos por nuestra vida, ya que hicimos viral el video. La respuesta de la sociedad allegada fue que tuviéramos cuidado, que nos pueden asesinar", expresó Javier Carrington, activista por los derechos de las personas LGBTIQ+ en San Pedro Sula, al medio independiente Reportar Sin Medio, luego de participar en el encuentro en donde Contreras declaró su postura.
"Me parece que el alcalde no tiene cordura. Como alcalde no tiene que dar ese tipo de declaraciones, porque Dios nos manda a amar a todas las personas y no solo a unas. No es lo correcto. Este señor siempre anda con sus locuras", señaló un ciudadano de forma anónima a un canal de televisión local.
Por su parte, Osman Lara, presidente del Comité de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Intersexuales y Queer (Comité LGBTIQ+) del Valle de Sula, aseguró que interpuso una denuncia contra Contreras "por discurso de odio y discriminación" ante el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) el viernes 14 de abril, un día después de los sucesos. La Redacción de COYUNTURA se comunicó con el órgano y confirman que han iniciado el "trámite oficial" tras la denuncia de "varios colectivos de la diversidad sexual". También aseguran que existen otros expedientes abiertos en contra del alcalde Contreras, pero no detallan el número exacto o las razones.
La prohibición del discurso de odio
La OEA señala que "en principio, todas las formas de discurso están protegidas por el derecho a la libertad de expresión, independientemente de su contenido y del grado de aceptación por parte del Gobierno y de la sociedad del discurso en cuestión", pero sustenta que "el Estado tiene un deber fundamental de respeto de la neutralidad de los contenidos y, en consecuencia, debe garantizar que ninguna persona, grupo, idea o forma de expresión sea excluida a priori del debate público", como sucedió en la conmemoración organizada por la municipalidad de San Pedro Sula.
"Resulta particularmente importante la regla según la cual la libertad de expresión debe garantizarse no sólo en cuanto a la difusión de ideas e informaciones recibidas favorablemente o consideradas inofensivas o indiferentes, sino también en cuanto a las que ofenden, chocan, inquietan o resultan ingratas a los funcionarios públicos o a un sector de la población. Tales son las exigencias del pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura sin los cuales no existe una sociedad verdaderamente democrática", cita el organismo internacional.
El "terremoto" que Contreras causó
Horas después del evento oficial, pero ya sin las tarimas y sin el presupuesto de la comuna, un grupo de activistas y personas de la población LGBTIQ+, algunas y algunos afrodescendientes, se tomaron las instalaciones en donde se llevó a cabo la celebración para conmemorar la llegada del pueblo garífuna a Honduras, reclamando una disculpa pública de Contreras y el respeto de sus derechos humanos y su derecho a participar.
El alcalde declaró en una rueda de prensa improvisada -pocas horas después de sus nefastas declaraciones- que durante el evento en realidad se refería a "la diversidad sexual de las plantas, de los animales", y que los medios y colectivos LGBTIQ+ (que causaron el mayor ruido ante el discurso de Contreras) "están queriendo hacer un terremoto de algo que ni siquiera merece la atención".
No obstante, el "terremoto" fue causado por él mismo, por sus declaraciones y por la respuesta incitadora de violencia y odio en las redes sociales digitales. Tomó una postura como alcalde, no como ciudadano, y parece un patrón.
En mayo de 2022, Contreras prohibió que la bandera del Orgullo LGBTIQ+ se izara en la Plaza de las Banderas de San Pedro Sula, y su postura conversadora y aparente relación -como titular de la municipalidad- con la iglesia católica pesan en su agenda y decisiones.
Al alcalde Contreras, el jueves 13 de abril, solo le faltó decir que él pagó la fiesta y los tambores. "Esperemos que no pase a más", dice una persona en medio del debate público al respecto.
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