El obispo nicaragüense guarda prisión desde hace 220 días y fue mostrado por la administración orteguista tras la presión de varias organizaciones y la sociedad. El oficialismo modifica el discurso alrededor de él, y luego de arrebatarle el sacerdocio vuelve a llamarlo en sus titulares como religioso. "Nos alegra verlo bien", señala el único propagandista que tuvo acceso al encuentro registrado en fotografías y vídeos.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
En una nueva puesta en escena del aparataje oficialista y los medios de comunicación masivos de la familia de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, el Sistema Penitenciario Nacional permitió una "visita y reunión familiar" entre monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Arquidiócesis de Matagalpa, y dos de sus hermanos (Vilma Álvarez Lagos y Manuel Álvarez Lagos), quienes, en palabras del religioso, platicaron y comieron, un lapso de tiempo desconocido hasta ahora. Gracias a las declaraciones de monseñor Álvarez al oficialista Canal 4, se confirma que el encuentro fue sostenido el sábado 25 de marzo (Día de la Solemnidad de la Anunciación del Señor a la Virgen María) en la cárcel "La Modelo", ubicada a poco más de 20 KM de la capital nicaragüense.
La "prueba de vida", considerada así por organizaciones de derechos humanos de Nicaragua ahora en el exilio, se divulgó en los medios oficialistas luego de que estos tuvieran acceso exclusivo al encuentro. No obstante, la narrativa en esta ocasión, en torno a la situación del laico, fue modificada, en un intento por resarcir la vestidura religiosa del sacerdote más crítico de la administración Ortega-Murillo.
Según el monitoreo realizado por la Redacción de COYUNTURA, los medios oficialistas y plataformas de propaganda (entre ellos Canal 4 y El 19 Digital), luego de varios meses de ignorar en el proceso judicial contra el religioso su papel de líder católico, volvieron a llamarlo en sus titulares y reportajes "monseñor".
Sin embargo, la decisión del oficialismo de devolver -cómo si le fuera posible arrebatar- el sacerdocio al obispo Álvarez sufrió un error de cálculo en Canal 4. Luego de llamarle "reo" e ignorar por completo su vestidura de monseñor, obispo o cura, los textos publicados fueron modificados minutos después de su publicación original, incluyendo en el texto la vestidura católica de Álvarez.
Tras revisar el historial de búsqueda de Canal 4 se puede documentar el cambio de titular y de redacción en la nota informativa que estaba acompañada de fotografías y vídeos. De preso pasó a ser una vez más monseñor.
Viva Nicaragua - Canal 13 y El 19 Digital también dejaron de llamar cómo religioso al obispo matagalpino durante su secuestro, en la acusación formal del Ministerio Público e incluso cuando le fueron imputados -con 26 años y cuatro meses de cárcel- cuatro crímenes diferentes. Pero la orden ante esta visita familiar fue diferente. Han vuelto a llamarle sacerdote.
"Es satisfactorio verlo con vida, después de más de 40 días desaparecido, sin conocerse nada sobre su situación física y psicológica. La visita en la que monseñor pudo reunirse con sus hermanos evidentemente fue diseñada para simular normalidad y respeto a sus derechos. Hemos visto que la delgadez y palidez de su cuerpo revelan la barbarie de la situación carcelaria", señala el Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (CENIDH), una de las entidades que exigía una señal sobre la situación de Álvarez.
Las imágenes divulgadas por la administración sandinista también contradicen las declaraciones del mandatario Ortega, quien aseguró que el religioso -tras llegar al Complejo Penitenciario "La Modelo"- se había convertido en un "energúmeno". "Nos alegra verlo bien", dijo el único propagandista que tuvo acceso al encuentro.
"Esa puesta en escena de la dictadura queriendo engañar como si monseñor Rolando Álvarez recibe buen trato, la conocemos los centenares de presos políticos que pasamos por esas mazmorras. Nuestras visitas de diciembre/enero fueron así: mesas, manteles, bufet, meseras, tenedores, sin ser esposados, brinca brinca para niños, trato cordial, Coca-Cola, jugos, etc.", señaló el periodista y cronista deportivo Miguel Mendoza, exprisionero político de la dictadura en Nicaragua. "Hay fotógrafos/camarógrafos pendientes de cuando sonreís con la familia. Además tenés que posar sino te amenazan con enviarte a la 'Chiquita' (cárcel de aislamiento) o quitarte la próxima visita", explicó Mendoza sobre el absurdo reclamo de opositores y fanáticos orteguistas en relación a las fotos en donde al religioso católico se le puede ver sonriente y amable, a pesar de la evidente perdida de peso.
Durante los últimos meses, los medios oficialistas y las plataformas de propaganda orteguista se han empecinado en ignorar la vestidura religiosa de monseñor Álvarez:
"Una vez la visita se acaba y la familia se va, no te dan tiempo de saborear esos últimos instantes nostálgicos: regresan las bridas, tenés que caminar viendo hacia abajo, te desnudan, te ponen hacer sentadillas y llegan las requisas a las celdas buscando algo que hayas escondido. Pero hay algo extraño en las fotos de Monseñor, y es el trato respetuoso que se le ordenó dar a sus periodistas panfletarios. Eso me recordó al primero de septiembre de 2022, cuando fuimos llevados a los juzgados y los oficialistas no nos mordieron. De ahí supe que nuestra salida estaba cerca", señala el reportero deportivo.
Un símbolo de resistencia
Este lunes 27 de marzo se cumplen 220 días desde el secuestro de monseñor Álvarez. "Está en prisión porque era la única voz que quedaba libre para predicar en Nicaragua la verdad", expuso el politólogo Félix Maradiaga, excarcelado y desterrado del país centroamericano hace más de un mes.
"Para quienes conocemos las cárceles de la dictadura, sabemos que la sonrisa serena de monseñor Álvarez es por su valentía y fe en Dios. ¡Con esas imágenes la dictadura no engaña a nadie! A monseñor se le cercenan sus derechos y está secuestrado. ¡Exigimos su inmediata liberación!", agregó Maradiaga.
"En Nicaragua llevamos 2,000 años huyendo de erupciones volcánicas, terremotos, huracanes y tiranos, del primero que envejeció en su cama al último, que sigue imponiendo el silencio. Las tiranías castigan las burlas de las ficciones y te pueden quitar tu país, tu memoria, tu pasado, porque en el delirio de sus arbitrariedades caprichosas creen suya la facultad de hacerte desaparecer", dijo el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, durante el IX Congreso de la Lengua Española en Cádiz, España, sobre las recientes decisiones de Ortega.
Otros pensantes, religiosos y defensores de derechos humanos como Bianca Jagger y monseñor Silvio José Báez han denunciado en los últimos días la situación de Álvarez, quien es visto como un símbolo de la resistencia en Nicaragua, en medio de la agudización de la crisis múltiple a raíz de la violación masiva de derechos humanos y constitucionales por parte del Estado.
"Un resultado positivo del encarcelamiento del obispo Álvarez fue sorprender al Papa Francisco por su renuencia a hablar con franqueza sobre el régimen de Ortega. Quizás debido a una abundancia de cautela diplomática, el Papa se había limitado previamente a expresiones vagas de preocupación incluso después de que otro obispo principal y el embajador del Vaticano fueran destituidos el año pasado. Después de que Ortega se refirió al Vaticano como una 'mafia' y encarceló al obispo Álvarez, el Santo Padre criticó a Managua como 'una dictadura comunista en 1917 o hitleriana en 1935'... ...La historia registra muchos casos en los que los líderes religiosos, incluidos los de la Iglesia Católica Romana, han resistido los abusos de la autoridad temporal y han sido perseguidos por ello. Sin embargo, desde que la Hungría comunista torturó y encarceló al cardenal József Mindszenty a comienzos de la Guerra Fría, nunca se había impuesto una dictadura sobre un solo clérigo con algo parecido a la ferocidad con la que el Sr. Ortega está atacando al obispo Álvarez, cuyo activismo comenzó por oponerse a las leyes ecológicamente destructivas, proyectos mineros y se amplió para incluir protestas contra las violaciones de derechos humanos del gobierno en general", señaló The Washington Post en su editorial del domingo 26 de marzo, resaltando la necesidad de no olvidar la lucha del obispo en contra de "la peor dictadura del hemisferio occidental".
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