Aunque Bukele insistió en que Nuevas Ideas ganó en 43 de 44 alcaldías -con todo y aliados del oficialismo-, la realidad es más compleja y menos alentadora para el oficialismo. Si bien el partido cyan controlará el 63 % de las alcaldías (28), la oposición y los partidos aliados dominarán en un 36 % (16), lo que indica un escenario mixto. Las derrotas simbólicas en lugares emblemáticos del bukelismo, como La Libertad Este, San Miguel Centro y La Paz Centro y Oeste, plantean preguntas sobre la solidez de la base de apoyo de Nuevas Ideas en territorios que antes consideraba seguros.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
San Salvador, El Salvador
En la reciente jornada electoral del domingo 03 de marzo de 2024 en El Salvador, la marea cyan que ha caracterizado la carrera política del ahora presidente reelecto Nayib Bukele parece haber encontrado un resquicio en las elecciones municipales. Contrario a las elecciones presidenciales y legislativas previas, Nuevas Ideas no logró imponerse de manera abrumadora en las urnas. Datos preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE) hasta la tarde de este lunes 04 de marzo de 2024 señalan que 28 de los 44 municipios en disputa son para el partido oficialista; le sigue el partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) con seis alcaldías, luego el Partido de Concertación Nacional (PCN) con cuatro, el Partido Demócrata Cristiano (PDC) con otras cuatro, Fuerza Solidaria con una y la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) con otra más. Esa última municipalidad ahora en manos de Milagro Navas, electa para La Libertad Este, luego de estar al frente de Nuevo Cuscatlán desde 1988. San Salvador Centro, epicentro demográfico y político del país centroamericano, y bastión de los votos, se convirtió en el escenario clave que matiza la ruta de concentración de poder trazada por Bukele. En esta localidad Mario Durán fue reelecto como alcalde, y la oposición aseguró solo la mitad de las sillas del concejo municipal -un hecho inusual para algunos analistas-. No obstante, la contienda dejó en evidencia que no todos los alcaldes respaldados por la popularidad de Bukele tienen la misma suerte.
La sorpresiva resistencia de algunos municipios al dominio de Nuevas Ideas refleja un fenómeno poco común en las elecciones anteriores. A diferencia de los comicios legislativos de 2021 y las elecciones del 04 de febrero de 2024, donde la popularidad de Bukele se tradujo en apoyo a candidatos menos conocidos para la Asamblea Legislativa, esta vez algunos alcaldes no gozaron del mismo respaldo. El propio presidente, ante los resultados, atribuyó la situación a "pésimas gestiones" de algunos alcaldes, distanciándose de su apoyo explícito a candidatos locales. Bukele, sin esperar la confirmación oficial del TSE, una vez más -como lo hizo en febrero pasado-, proclamó la victoria de Nuevas Ideas en 43 de las 44 alcaldías, señalando que "la oposición apenas logró una". Esta interpretación optimista ignora la realidad de que en varios municipios, la población eligió candidatos de ARENA y el PDC sobre Nuevas Ideas. Aunque algunos políticos ganadores expresaron lealtad al presidente, los votantes decidieron marcar casillas diferentes al oficialismo, cada vez más autoritario, extremista y limitador.
El discurso oficialista intenta explicar las derrotas estratégicamente. Se argumenta que Nuevas Ideas y sus aliados desviaron la atención hacia La Libertad Este, y asegurando también que el resto de las alcaldías se perdieron por descuido de la oposición. Sin embargo, la realidad es que la gente, en lugares considerados bastiones "bukelianos" como La Libertad Este y San Miguel Centro, optó por otras opciones, desafiando la narrativa oficial de una victoria contundente. Las elecciones municipales, nuevamente en medio de críticas al TSE y cuestionamientos a la transparencia, presentan un escenario donde el ausentismo dominó la jornada. La baja participación ciudadana, que se estima entre el 25 % y el 30 %, marca un hito histórico en la última década. La desconfianza en el proceso electoral, la falta de interés de la población y la molestia con los alcaldes actuales contribuyeron a una apatía generalizada. Pero Bukele sigue sosteniendo que "los partidos que apoyan nuestro proyecto" son la mayoría.
Aunque el TSE implementó un sistema de resultados preliminares, la baja afluencia y la divulgación de resultados por parte de algunos candidatos antes de la oficialización evidenciaron una desconexión entre las y los ciudadanos y la institución electoral y el proceso, en medio del Régimen de Excepción aprobado desde el 24 de abril de 2022. La noche de las elecciones, varios candidatos se proclamaron ganadores basándose en datos parciales, generando un ambiente de incertidumbre y desconfianza. El presidente Bukele, a pesar de los resultados adversos en algunos municipios, mantiene una lectura optimista y presenta las victorias de partidos aliados como propias.
Domingo 04 de marzo de 2024 | Fotografías del Tribunal Supremo Electoral de El Salvador:
Por otro lado, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Nuestro Tiempo y Vamos no lograron ganar ninguna alcaldía, consolidando la debilitada posición del histórico partido de izquierda. La sorpresiva derrota del FMLN, en combinación con la resistencia en algunos municipios, representa un desafío significativo para la izquierda salvadoreña. Óscar Ortiz, secretario general del FMLN, anunció una "reorganización total" del partido tras los malos resultados. La pérdida de presencia en el ámbito municipal y la falta de victorias en las elecciones legislativas recientes plantean interrogantes sobre el futuro de la izquierda en un país que ha experimentado cambios políticos sustanciales en los últimos años, y cuando Bukele se acerca cada vez más a la cuna del conservadurismo de la derecha extremista radicada en personajes tan erráticos como Donald Trump y Javier Milei.
En resumen, las elecciones municipales en El Salvador han revelado fisuras en el aparentemente impenetrable dominio del presidente. La ene ya no es más solo de Nayib, y la diversidad de resultados, la baja participación ciudadana y la resistencia en algunos bastiones cyan lo demuestran, desafiando la narrativa oficial de una victoria total. Mientras el presidente Bukele proclama su éxito, como lo hizo de forma apresurada el domingo 04 de febrero, la realidad del mapa electoral muestra que la población ha marcado su voz de manera diversa, pero no equilibrada, indicando que el camino hacia la consolidación del poder absoluto, en cuanto a lo local, puede no ser tan directo y sincronizado como se pensaba, y como desea Bukele y Nuevas Ideas.
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