El mandatario nicaragüense ha ofrecido enviar más presos políticos a Estados Unidos de América, en medio de tensiones entre ambos países. La polémica declaración se produjo durante un encuentro con el presidente de la Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo y ha sido recibida con preocupación por la comunidad internacional. La situación en Nicaragua continúa siendo crítica, con numerosas violaciones a los derechos humanos y una crisis política y humanitaria que cumple cinco años.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
Daniel Ortega, cabeza del Ejecutivo de Nicaragua, ha ofrecido enviar más presos políticos a los Estados Unidos de América (EE.UU.), como lo hizo en febrero de este año con 222 opositores que fueron recibidos por la administración del presidente Joe Biden tras ser excarcelados. El ofrecimiento fue hecho durante una reunión en Managua con Luo Zhaohui, presidente de la Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo (CIDCA), mientras el funcionario asiático realizaba una visita oficial en el país centroamericano.
Ortega acusó a Washington de liderar lo que llamó "una campaña de infamia y difamación" contra su administración, debido a que el Gobierno estadounidense continúa pidiendo la liberación de al menos 36 reos de conciencia que aún guardan prisión en diversas celdas de Nicaragua.
"Teníamos más de 200 presos, que ellos llamaban presos políticos, que no eran más que terroristas. Entonces, en febrero, como los Estados Unidos son los que más gritan por los presos políticos, les dijimos: 'llévenselos, ahí están'. Mandaron un avión y ahí se fueron los 222, y ahora están inventando que hay más presos políticos. Les digo a esos Gobiernos, junto a los Estados Unidos, que nos pasen la lista, que ahí se los vamos a mandar", manifestó Ortega la tarde del sábado 15 de abril de 2023, en la llamada por el oficialismo "Sala Blanca" de la Presidencia de Nicaragua.
EE.UU. ha pedido reiteradamente la liberación de las personas "injustamente detenidas en Nicaragua", entre ellos monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Arquidiócesis de Matagalpa, condenado a 26 años y cuatro meses de prisión por supuestos delitos relacionados a "traición a la Patria", y el periodismo Victor Ticay, corresponsal de Canal 10.
Esta situación es un reflejo de la crisis social, política y humanitaria que vive Nicaragua desde hace ya cinco años, a raíz de la represión estatal y la violación masiva de derechos constitucionales, humanos y políticos. A pesar de los llamados internacionales para liberar a los presos políticos, el régimen de Ortega y su esposa Rosario Murillo ha hecho caso omiso a estas demandas, y por el contrario ha detenido a otras 20 personas desde los últimos días de marzo y durante la Semana Santa en el país.
La mañana del 15 de abril, con una pintura de Ortega y Murillo de fondo, Laureano Ortega Murillo, asesor presidencial y la voz protagónica de la relaciones exteriores del régimen nicaragüense, firmó "programas y proyectos" entre Nicaragua y China, con la presencia de delegaciones de ambos países y el "apoyo" del CIDCA.
Además, el domingo 16 de abril de este año, "se realizó la ceremonia de inicio de la Fase I del Programa Nacional de Viviendas 'Nuevas Victorias', que contempla la construcción de 12,034 casas en 84 municipios del país en 15 departamentos y dos regiones autónomas". El oficialismo documentó el acto, que se llevó a cabo en los terrenos de lo que será la nueva Urbanización Nuevas Victorias en la capital nicaragüense, "en donde se construirán 920 viviendas de interés social en la primera etapa".
Durante su discurso del sábado, Ortega también subrayó sus raíces católicas, y cuestionó el protagonismo de la iglesia católica ante su incesante represión, que incuso limita la libertad religiosa y las festividades litúrgicas y culturales en Nicaragua. "Pensaba yo: ¿Qué les pasa? ¿Se volvieron locos? ¿No se dan cuenta de cuál es su papel? ¿Desde cuándo los obispos tienen autoridad para andar decidiendo quién gobierna y quién no gobierna?", se preguntó el mandatario.
Nicaragua y China han estrechado sus lazos en los últimos años, tanto a nivel político como económico. La dictadura Ortega-Murillo ha buscado el respaldo de Beijing ante el aislamiento internacional que enfrenta por la represión a la oposición y las violaciones a los derechos humanos. China, por su parte, ha aumentado su influencia en la región y ha ofrecido inversiones y cooperación a Nicaragua. Mientras tanto, EE.UU. eleva las alertas sobre las relaciones del país centroamericano con Irán, Rusia y el gigante asiático.
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