Guanacaste, el drenaje en el río San Juan y las recientes declaraciones de Costa Rica sobre los comicios del domingo 28 de julio en Venezuela. El dictador sandinista usó esos tres temas para reclamar en un acto oficialista al vecino nicaragüense del sur. "La pretensión sobre Guanacaste, dichosamente, está zanjada hace 200 años y acabamos de celebrar el bicentenario de esta, creo que es una situación consolidada que no merece discusión con Nicaragua", dijo este miércoles el canciller costarricense al respecto. También señaló que el tema del afluente fronterizo se resolvió con una "nota atenta y amable".
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Managua, Nicaragua
El dictador sandinista de Nicaragua, Daniel Ortega, ha intensificado la retórica contra Costa Rica tras la declaración de este país calificando de fraudulenta la reciente reelección de Nicolás Maduro en Venezuela. Durante un acto conmemorativo en Managua, por el 45 aniversario de la Fuerza Aérea del Ejército de Nicaragua, la noche del martes 30 de julio de 2024, Ortega, uno de los más fuertes aliados del chavismo en las Américas, no solo defendió vehementemente a Maduro, sino que también revivió viejas disputas territoriales con Costa Rica, exacerbando la tensión diplomática entre ambos países.
El lunes 29 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, después de los comicios del domingo 29, proclamó oficialmente a Nicolás Maduro como presidente reelecto por tercera vez, con el 51.2 % de los votos. Sin embargo, la oposición venezolana, liderada por Edmundo González Urrutia y respaldada por la destacada figura política María Corina Machado, denunció fraude y alegó tener pruebas de que González fue el verdadero ganador de los comicios, en base a amplias irregularidades del CNE en el proceso. Esta situación ha generado una ola de reacciones en toda América Latina, con varios países cuestionando la legitimidad de los resultados y exigiendo la publicación de los datos del proceso, los cuales no han sido divulgados por el oficialismo hasta el cierre de este texto periodístico.
Entre los primeros en pronunciarse estuvo Costa Rica. El presidente Rodrigo Chaves repudió públicamente la proclamación de Maduro, calificándola de fraudulenta y enfatizando la necesidad de una revisión completa de los resultados bajo la supervisión de observadores internacionales independientes. A este llamado se unieron otros ocho países latinoamericanos: Argentina, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. El canciller costarricense, Arnoldo André Tinoco, fue aún más lejos al ofrecer asilo político a María Corina Machado y Edmundo González, citando información sobre órdenes de captura emitidas en su contra, también la noche de este martes 30 de julio. Esta postura ha sido interpretada como un fuerte gesto de solidaridad hacia los líderes opositores venezolanos y un claro rechazo a las acciones del régimen de Maduro, según analistas consultados por este medio.
Las acusaciones de Ortega
En respuesta, Daniel Ortega lanzó una serie de acusaciones contra Costa Rica durante su discurso en el 45 aniversario de la Fuerza Aérea de Nicaragua. "¿Desde cuándo los gobernantes ticos son el Consejo Electoral de América Latina? Nadie les ha dado ese poder", afirmó Ortega, cuestionando la legitimidad de los pronunciamientos de Costa Rica y otros países sobre las elecciones venezolanas. Ortega también aprovechó la ocasión para reavivar antiguas disputas territoriales, acusando a Costa Rica de haber robado Guanacaste y de intentar apropiarse del río San Juan. Estas afirmaciones, recurrentes en la retórica de Ortega desde hace ya varios años, buscan avivar el nacionalismo y desviar la atención de los problemas internos de Nicaragua, e involucrar al sandinismo en la actual crisis política del país venezolano.
El canciller Arnoldo André Tinoco restó importancia a las acusaciones de Ortega, calificándolas como una reiteración de viejas quejas sin fundamento. En una audiencia ante la Comisión de Relaciones Internacionales de Costa Rica, André subrayó que la cuestión de Guanacaste se resolvió hace 200 años y que cualquier disputa sobre el río San Juan ha sido tratada a través de canales diplomáticos adecuados. Respecto a la crítica de Ortega sobre la postura de Costa Rica hacia las elecciones en Venezuela, André reafirmó el compromiso de su país con la democracia y la transparencia electoral. "El Gobierno va a seguir siendo enfático en no reconocer el resultado de este proceso electoral hasta que estos votos no sean legitimados por un organismo internacional neutral", sentenció André este martes 31 de julio de 2024.
Por otro lado, las palabras de Ortega encontraron eco en otros líderes de la región. Bolivia, aunque inicialmente felicitó a Maduro por "protocolos diplomáticos", ha adoptado una postura más cautelosa ante la creciente presión internacional. La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, justificó la felicitación como un acto de diplomacia, pero evitó profundizar en la legitimidad de los resultados electorales. Casi que evitando el tema, según medios locales. Mientras tanto, Cuba, otro aliado de Maduro, defendió fervientemente el resultado de las elecciones y denunció lo que consideró una "arremetida imperialista" contra la administración venezolana. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, y el presidente Miguel Díaz-Canel expresaron su apoyo a Maduro, acusando a la comunidad internacional de manipulación mediática y política para desestabilizar Venezuela.
La situación en Venezuela y las reacciones internacionales reflejan una profunda polarización en la región. La postura de países como Costa Rica y otros que han pedido una revisión de los resultados electorales sugiere un creciente consenso sobre la necesidad de mecanismos electorales transparentes y justos en América Latina. Por otro lado, la retórica de Ortega y el apoyo de aliados como Cuba y Bolivia subrayan las divisiones ideológicas que persisten en la región, con argumentos que en situaciones como estas son incoherentes, como la injerencia. Para Nicaragua, el uso de esta controversia como herramienta de distracción es una táctica ya conocida, y aburrida. Enfrentando una creciente presión interna y externa debido a su propio historial de violaciones a los derechos humanos y a la gobernanza, con procesos electorales también carentes de transparencia, competencia y observación interna y externa, Ortega busca consolidar su base de apoyo mediante el avivamiento de disputas históricas y la defensa de aliados estratégicos como Maduro.
En lo que respecta a Centroamérica, solo el régimen sandinista de Ortega y su esposa Rosario Murillo, y la administración del izquierdista partido Libertad y Refundación (Libre) a cargo de la presidenta Xiomara Castro, han demostrado su "apoyo", "gratitud" y "entusiasmo" por el dudoso triunfo de Nicolás Maduro en Venezuela para un tercer período presidencial.
"No sé si ya regresó la magistrada del Consejo Supremo Electoral (CSE), la compañera Brenda Rocha, una heroína, que a sus 14 años, allá en Las Minas, cuando las tropas que entrenaban y armaban los yanquis atacaron, le destrozaron su brazo. Ella es la presidenta del Poder Electoral y participó como delegada en las elecciones de la hermana República Bolivariana de Venezuela", dijo Ortega la noche de este martes durante sus saludos. Minutos después, comenzó con los temas sobre el vecino del sur: "Si el Canal (Interoceánico) decidiéramos hacerlo sobre el río San Juan, sí habría que comunicarles a ellos, explicarles, para que se pueda realizar el Canal. Pero ya está claro por los estudios que se han hecho, que la mejor ruta del Canal no está a la orilla del río San Juan. ¿Por qué? Porque ahí hay una gran Reserva que tenemos que cuidar. Y hacer el Canal por ahí sería desbaratar, destruir la Reserva que va a lo largo del río San Juan, eso se lo explicamos muy bien a la empresa que ha estado trabajando en los estudios, y por eso es que el Canal pasa lejísimos de la frontera con Costa Rica".
"Que nos robaron Guanacaste. Eso es cierto. Nos robaron Guanacaste. Que nos querían robar el río San Juan, también es cierto. Y ahora vemos cómo Costa Rica y otros países quieren hacer de jueces y destruir la soberanía del pueblo venezolano", agregó el sandinista.
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