"He instruido al Ministerio de Seguridad Pública a tener mano firme con aquellas pocas personas que piensen que la gentileza, la amabilidad y el corazón generoso de los costarricenses se puede confundir con debilidad. También ordené a la Dirección General de Migración y Extranjería que empiece el proceso de deportación de estas personas que hicieron disturbios, hacia Venezuela o su país de origen", dijo el presidente Rodrigo Chaves.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
San José, Costa Rica
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, anunció este martes 26 de septiembre de 2023 medidas drásticas en respuesta al creciente flujo migratorio que atraviesa el país centroamericano en su camino hacia los Estados Unidos de América (EE.UU.). En una conferencia de prensa semanal, Chaves declaró que se emitirá un decreto para establecer una "emergencia nacional" con el objetivo de movilizar recursos y fondos adicionales para enfrentar la crisis migratoria que amenaza con desbordar la capacidad institucional de Costa Rica. Además, el presidente advirtió que se deportará a los migrantes que "se porten mal", después de disturbios recientes protagonizados por un grupo de venezolanos en Paso Canoas, una localidad fronteriza con Panamá.
Esta declaración de emergencia se produce en medio de una situación migratoria crítica en Centroamérica, con un éxodo masivo de migrantes que huyen de crisis económicas, políticas, de seguridad y sociales en sus países de origen. La inhóspita jungla del Darién, que conecta Colombia con Panamá, se ha convertido en una ruta peligrosa pero atractiva para las y os migrantes, la mayoría de ellos venezolanos.
Según las cifras oficiales de Costa Rica, en lo que va de septiembre, más de 60,000 migrantes han ingresado desde Panamá a través del puesto fronterizo de Paso Canoas, una comunidad que alberga a menos de 20,000 habitantes. Esta afluencia masiva ha ejercido una presión abrumadora sobre la infraestructura local y ha generado una crisis humanitaria en la región.
Para abordar esta situación, las autoridades costarricenses habilitaron una ruta de autobuses desde Paso Canoas hasta la frontera con Nicaragua "para ayudar" a las y los migrantes a avanzar en su camino hacia el norte. Sin embargo, la falta de recursos económicos ha llevado a la aglomeración de cientos de migrantes en la comunidad. El presidente Chaves anunció que se ajustarán estos planes para evitar la congestión y garantizar un tránsito más ordenado.
La semana pasada, las autoridades detuvieron a 27 migrantes en Paso Canoas por su presunta participación en disturbios contra la Policía cuando esta intentaba controlar la venta ambulante en la zona. En respuesta a estos incidentes, el presidente Chaves emitió una firme advertencia, declarando que aquellos migrantes que "se porten mal" y falten al respeto a las autoridades serán deportados a su país de origen. En sus palabras, el presidente afirmó que quienes lleguen al país centroamericano deben respetar las leyes, a la Policía y a las comunidades por las que transitan.
La declaración de emergencia nacional permitirá la asignación de recursos adicionales para atender la crisis migratoria y garantizar un "tránsito seguro" para las y los migrantes. Esta medida se produce después de que las autoridades costarricenses enfrentaran un aumento alarmante en los discursos de odio y la xenofobia hacia la población migrante. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicado en junio de 2023, los discursos de odio contra los migrantes en Costa Rica aumentaron hasta un 50 % en el último año.
El informe de la ONU también documenta ataques basados en género, orientación sexual, generación y racismo dirigidos a migrantes. Además, se registraron más de 1.4 millones de mensajes y conversaciones en redes sociales relacionados con discursos de odio y discriminación en el último año, un aumento significativo en comparación con los años anteriores.
Claudia Vargas de la Fundación Arias, una organización que asiste a migrantes en Costa Rica, expresó su preocupación por la falta de medidas para detener el aumento de la xenofobia en el país. Según ella, algunos discursos del presidente Chaves pueden estar exacerbando este problema.
La respuesta del gobierno costarricense a estos informes de odio y discriminación ha sido un llamado a la acción conjunta de la sociedad civil y un compromiso de adaptar estrategias en función de las conclusiones del informe de la ONU.
Costa Rica se encuentra en un momento crucial en su historia, en el que debe encontrar un equilibrio entre la ayuda humanitaria y la gestión de una crisis migratoria cada vez más compleja. Pero no es la única nación centroamericana que vive este contexto como parte de la ruta migratoria que cientos de suramericanos, centroamericanos, haitianos y hasta asiáticos usan ahora mismo en su búsqueda de una mejor vida en EE.UU. y el norte del continente americano.
A esta hora, la Redacción de COYUNTURA ha confirmado que en Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala, en varias estaciones de autobuses municipales y/o parques públicos, acampan grupos de migrantes, incluyendo niños y mujeres embarazadas.
Visita de Chaves a Panamá
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, está programando una visita a Panamá la próxima semana, con el objetivo de abordar la crisis migratoria que enfrentan ambos países debido al flujo constante de migrantes en tránsito por la región. Según el comunicado de la Presidencia de Costa Rica, Chaves se dirigirá a Panamá el 5 de octubre y se reunirá con su homólogo Laurentino Cortizo el 6 de octubre. Esta reunión se suma a una serie de encuentros entre ministros de ambos países en los últimos meses, todos centrados en la problemática migratoria.
El pasado fin de semana, el ministro de Seguridad de Costa Rica, Mario Zamora, anunció que el 7 de octubre, el presidente Chaves visitará junto a Cortizo la inhóspita selva del Darién, una región que divide a Panamá de Colombia y que ha sido transitada por cientos de miles de migrantes en su camino desde América del Sur hacia Estados Unidos.
Panamá y Costa Rica son dos de los países más afectados por este flujo migratorio, especialmente por la presencia de migrantes venezolanos.
En Costa Rica, la situación ha generado aglomeraciones en la frontera con Panamá, específicamente en Paso Canoas, donde muchos migrantes carecen de los recursos necesarios para pagar el transporte hacia la frontera con Nicaragua. Esta situación ha llevado a conflictos locales y detenciones de migrantes por disturbios.
Suscríbase aquí a El Boletín de COYUNTURA y reciba las noticias de la actualidad de Nicaragua, Centroamérica y el mundo.
Comments