En medio de todos los escándalos que rodean al magnate evangélico Carlos Luna, solo hacía falta uno: liarse y congraciarse con una de las dictaduras más hostiles del continente. Fue ese régimen, el de los Ortega-Murillo, el que utilizó la visita del religioso guatemalteco a Nicaragua para: implementar su propio evangelio, ocultar el primer año de cautiverio del religioso más crítico de la administración sandinista y relucir su control sobre la libertad religiosa. Una muestra más de que, en agosto de 2023, Managua se ha convertido en el epicentro de concentraciones religiosas, donde se impone la omnipresencia e influencia de la pareja dictatorial.
Por Juan Daniel Treminio | @DaniTreminio
Managua, Nicaragua
Para mantenerse a flote las dictaduras necesitan ofrecer espectáculos constantemente. En ese sentido, el matrimonio de El Carmen en Managua no tiene mucho qué ofrecer, más que alcohol, fiestas y consignas sandinistas. Por ello, en un intento desesperado por mantener su estrategia de control y omnipresencia en todos los aspectos de la cotidianidad, incluyendo la libertad religiosa -mientras a su vez se disfraza la implacable persecución contra el catolicismo desde el oficialismo- Daniel Ortega y su vicepresidenta Rosario Murillo optaron por autorizar y penetrar nuevas concentraciones religiosas masivas, católicas y protestantes, moldeándolas en torno a sus propias necesidades.
Con el beso de la alcaldesa de Managua, Reyna Rueda, y un impresionante cerco de oficiales de la Policía Nacional, Santo Domingo de Guzmán abandonó el 31 de julio las paredes de la iglesia católica Las Sierritas para danzar durante diez días por las calles de la capital nicaragüense, en tradicionales recorridos junto a cientos de devotos. Horas después, del jueves 03 al sábado 05 de agosto de este año, en la Plaza de la Fe, también en Managua, bajo las imponentes luces rojinegras y los frondosos "Chayopalos", miles de evangélicos se congregaron en búsqueda de un milagro que les conduciría "hacia el más allá", durante el show masivo "Noches de Gloria" del magnate evangélico Carlos Luna Aragón, quien agradeció al régimen sandinista todas "las facilidades" para su jornada evangelística.
La presencia de Luna -y la jornada de tres días continuos-, generó controversia dentro y fuera de Nicaragua y Guatemala, esto debido a que el religioso parece congraciarse con una dictadura señalada de graves violaciones y crímenes contra la humanidad, mientras mantiene a más de 60 presas y presos políticos en las cárceles del país, coincidiendo incluso con el primer año de cautiverio que lleva monseñor Rolando José Álvarez, obispo de la Arquidiócesis de Matagalpa, tras ser detenido en agosto de 2022.
Milagros rojinegros y V.I.P
Después de una pausa debido a la pandemia de Covid-19, Luna sintió "una cosa fuerte en el corazón" que lo condujo a elegir Nicaragua como el lugar ideal para retomar sus fastuosas vigilias de "adoración a Dios", un espectáculo religioso en el que supuestamente se generan milagros "inexplicables" a quienes asisten. Previo al evento masivo, la noche del jueves 03 de agosto, el religioso sostuvo un congreso exclusivo con otros reverendos evangélicos en el Centro de Convenciones Olof Palme, donde el dictador nicaragüense celebró días antes el 44 aniversario de la Fuerza Aérea del Ejército de Nicaragua.
Pero lo más interesante de este primer evento -privado- en la jornada religiosa no fue su costo, que superaba los mil córdobas (30 dólares americanos) como entrada general y los mil ochocientos córdobas (50 dólares americanos) por la entrada de "very important person" (V.I.P.). Tampoco fue que se llevara a cabo en uno de los espacios favoritos de la administración orteguista, donde se celebran eventos oficiales. Fue en realidad la amplia presencia de los funcionarios del régimen nicaragüense, en la primera fila, lo que estalló el conflicto. Incluso los burócratas tomaron la palabra.
"Los temas que se compartirán y se vivirán en esta cruzada fortalecerán la fe y la esperanza de continuar viviendo en un país con libertad de culto, que facilita la práctica y los valores cristianos", manifestó en el micrófono la jerarca del Ministerio de Salud de Nicaragua, Martha Reyes, para dar apertura al congreso que llevaba por título "Supera tus límites". La funcionaria sandinista fue una de las que portó orgullosa en su pecho la credencial amarilla con la foto del pastor Luna y el acrónimo "V.I.P.".
También asistieron al evento privado del jueves, y a los cultos del viernes y el sábado, Darling Ríos, la procuradora de los Derechos Humanos de Nicaragua, Alba Luz Torres, ministra de Trabajo, y Jessica Leiva, ministra de la Mujer. Además, Justa Pérez, ministra de Economía Familiar; Johana Flores, ministra de la Familia; y Xiomara Blandino, exmiss Nicaragua y actual pareja de Juan Carlos Ortega Murillo, hijo de la pareja dictatorial.
Según fuentes consultadas por la Redacción de COYUNTURA, la misión de estas asistencias era acercar el oficialismo a las figuras que siguen representando a las masas religiosas en Nicaragua, como sucedió con la alcaldesa Rueda y el cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), en el pitazo inicial de las festividades católicas de "Minguito" en Managua, cuando incluso sostuvieron un encuentro privado.
Por todos los medios, con todos los medios
Para que no hicieran falta pruebas sobre el interés que la pareja dictadora tenía sobre la visita del guatemalteco -y tiene sobre la religión en Nicaragua-, el oficialismo puso a disposición todos sus medios de propaganda para promocionar y cubrir cada detalle de la visita de Luna, antes, durante y después de los eventos principales. Al arribar al Aeropuerto Internacional Augusto César Sandino en Managua, la noche del jueves 03 de agosto de 2023, Carlos Luna -quien se hace llamar "Cash" (dinero)- fue escoltado por el empresario y pastor de la iglesia Ríos de Agua Viva, Omar Duarte -abiertamente aliado de la familia Ortega-Murillo-, quien lo dirigió hasta los telones rojinegros del edificio aéreo-civil para dar una conferencia ante las cámaras oficialistas.
"Se espera la presencia de miles de personas provenientes de todos los departamentos del país. Sonarán las trompetas, los shofares y con biblia en mano, se leerá la palabra de Dios", proclamó en su nota informativa el periodista sandinista Antenor Peña, reportero de TN8, utilizando un lenguaje particularmente bíblico.
Tras la resaca del congreso y previo a la primera "Noche de Gloria", durante su alocución del mediodía del viernes 04 de agosto, la copresidenta Murillo manifestó: "Nos sentimos bendecidos con todas estas actividades propias de nuestras creencias, devociones de nuestra fe, de las familias nicaragüenses. Siempre estamos invocando paz, porque la paz es nuestra victoria".
"En nombre de nuestro presidente, comandante Daniel, y nuestra vicepresidenta, compañera Rosario, reciban todas y todos una fraterna y cálida bienvenida. Así como también un gran abrazo lleno de mucho amor, que representa esa voluntad y compromiso de nuestro buen Gobierno de continuar construyendo de la mano de Dios un porvenir lleno de amor, esperanza y fe para todas las familias nicaragüenses", invocó la ministra de la Familia, Johana Flores, la noche del viernes 04 de agosto, para dar apertura al espectáculo de "Noches de Gloria", desde las históricas columnas -ahora rojinegras- de la Plaza de la Fe.
"Para nosotros es un honor estar acá. Darle gracias a todo el cuerpo de Cristo que se ha reunido. A todas las facilidades que el Gobierno ha aportado para que se haga esta actividad", dijo el polémico Luna esa misma noche, durante otra festividad religiosa sometida por el sandinismo.
El evangelio según la dictadura Ortega-Murillo
Como si su don fuera generar controversias en vez de milagros, la segunda visita de Carlos Luna a Nicaragua fue la puesta en escena del dogma que la dictadura Ortega-Murillo pretende enraizar ahora también en otras religiones más allá del catolicismo, que no solo busca controlar todos los aspectos de la esfera religiosa, sino que también pretende moldear a su antojo la libertad de religión, a pesar de que la Constitución Política de Nicaragua establece que el país centroamericano está predominado por un Estado laico.
Esta estrategia, que devoró hasta la fecha más de 3,000 festividades católicas en solo 2023, no solo está encabezada por la presencia y letanías de las funcionarias sandinistas en los eventos religiosos que marcaron los primeros siete días de agosto. También viene acompañada de una voraz campaña digital en las redes sociales. El sandinismo no solo controla y politiza las actividades de manera presencial, sino que también lo hace de manera virtual. Los "boots" sandinistas se despliegan hasta el cierre de este texto hábilmente por X, Facebook, YouTube e Instagram, difundiendo la visita de Luna hasta volverla viral.
Curiosamente, en lugar de atribuir las bendiciones al Dios que Luna predica, las alabanzas digitales eran destinadas al comandante Ortega, como si aquel evento bajo el bosque iluminado de "arbolatas" se tratara de un 19 de julio más.
Por su parte, Carlos Luna, rodeado de controversias que van desde su enriquecimiento incalculable, su lujoso modo de vida, nexos con el narcotráfico y funcionarios corruptos, e influencias políticas en su natal Guatemala, añadió un capítulo más a su colección de escándalos, en su regreso a Nicaragua tras 18 años. Se congració con uno de los regímenes más totalitarios del continente, se rodeó de su gente, utilizó sus medios y sus plazas, con el fin de fusionar su evangelio con el evangelio de la dictadura Ortega-Murillo. Este último, del que cientos huyen día con día.
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