En el contexto de unas elecciones primarias marcadas por la fragmentación política e ideológica, y una disputa interna voraz en los tres principales partidos, surgen nuevas figuras que buscan posicionarse como alternativa al status quo actual. Como parte de la cobertura electoral de 2025 de COYUNTURA en Honduras, acá la primera de varias entrevistas a precandidatos que aspiran a "transformar" el escenario político e institucional, con la desconfianza ciudadana, la polarización y las denuncias de clientelismo en aumento.
Por Juan Daniel Treminio | @DaniTreminio
Tegucigalpa, Honduras
Carlos Alberto Flores Villatoro, de 25 años de edad, es emprendedor, estudiante de Derecho y activista político originario de Tegucigalpa. Actualmente busca su primer cargo de elección popular. Es precandidato a diputado suplente en el Congreso Legislativo por el departamento de Francisco Morazán, dentro del movimiento "Juntos por el cambio", liderado por el actual congresista Jorge Cálix en el Partido Liberal de Honduras (PLH), tras su salida del oficialista Partido Libertad y Refundación (LIBRE). En su debut electoral, Flores hace un llamado a las y los nuevos votantes a ejercer el cambio desde las elecciones primarias del domingo 09 de marzo de 2025: "Salgan a votar por las ternas, porque desde aquí inicia el cambio que queremos".
Carlos Alberto se lanzó por primera vez en la búsqueda de un cargo de elección popular con la meta de impulsar su carrera política y promover un "cambio real" en Honduras, sin dar detalles a profundidad sobre sus propuestas. Seguridad, empleo y educación son, a su juicio, los principales problemas que aquejan al país centroamericano. No obstante, advierte que el desafío democrático va más allá de las elecciones internas, y que consistirá en lograr la unidad para "frenar" lo que califica como un "intento de consolidar un gobierno autoritario".
"Nos sentimos traicionados", afirma Flores Villatoro sobre la administración de Xiomara Castro, a quien respaldó inicialmente con la esperanza de un cambio. Asegura que las promesas de justicia y transparencia fueron olvidadas. Asimismo, dice que su paso por el Movimiento Libertario y el Partido Salvador de Honduras (PSH) le permitió "ampliar" un conocimiento cercano de la política nacional, pero fue su apoyo a Jorge Cálix lo que definió su rumbo dentro del liberalismo. Considera que Cálix, quien anticipadamente oficializó el domingo 14 de abril de 2024 su precandidatura a la Presidencia de Honduras en LIBRE, representa una "opción joven y con propuestas realistas", en contraste con otros líderes del PLH y otras fuerzas partidarias, cuyas ideas califica de "alocadas" y desconectadas de la realidad hondureña.
Más allá de la crítica, Flores Villatoro no promueve muchas propuestas concretas. Entre sus principales iniciativas destaca la creación de Centros de Capacitación Vocacional, con el objetivo de que los ciudadanos aprendan un oficio mientras "generen ingresos dignos". "La gente tiene que tener ganas de cambiar", subrayó en esta conversación, insistiendo en que antes de embarcarse en proyectos de gran escala, es urgente mejorar la seguridad, el empleo y la educación. También denuncia la crisis del transporte y la falta de garantías para conductores y pasajeros, un problema que su movimiento busca atender de "inmediato", de ganar los comicios generales de noviembre.
En una coyuntura política donde el oficialismo actual parece intentar perpetuarse en el poder a toda costa, Flores Villatoro aboga por la unidad dentro del Partido Liberal e incluso no descarta una alianza con el Partido Nacional de Honduras (PNH), para evitar que Honduras siga la senda de países como Venezuela, Cuba o Nicaragua. "El verdadero enemigo es el comunismo", enfatiza, apostando por un liderazgo joven que priorice las necesidades urgentes de la ciudadanía hondureña y convencido de que la mejor manera de frenar el actual "mal camino" es a través de la unidad y un voto masivo en las elecciones primarias y generales.
En esta entrevista, como parte de la cobertura electoral de este medio, Flores Villatoro comparte una visión casi que repetitiva sobre la política hondureña, sus orígenes, aspiraciones y los desafíos de un nuevo liderazgo en un país marcado por la incertidumbre. Su mensaje es claro: la juventud debe "involucrarse para hacerse escuchar", porque solo así se logrará el cambio que anhelan.
Pregunta: ¿Qué te motivó a involucrarte en política y cómo ha sido tu experiencia desde que decidiste participar activamente?
Respuesta: Desde hace dos años decidí meterme de lleno en política, después de haberle dado mi apoyo y voto a Xiomara Castro. Lo hice porque era el cambio que Honduras necesitaba. Estábamos bajo un narco-Estado; doce años gobernados por el mismo partido, con una mala administración. Todos los ministros (del expresidente Juan Orlando Hernández) saquearon a más no poder las arcas del Estado. Era algo que el pueblo hondureño ya no aguantaba.
A los meses que Xiomara asumió la Presidencia, las promesas fueron quedando en el olvido. La misma presidenta brillaba por su ausencia. Al ver ese comportamiento, de que no se generaba ningún cambio, decidí involucrarme en un movimiento, en el libertario. Yo me considero una persona de principios liberales, pero decidí retirarme antes porque el movimiento no recibía suficiente apoyo. Queramos o no, en Honduras solo hay dos corrientes políticas, dos partidos tradicionales, el PLH y el PNH. Y así será por mucho tiempo.
P. ¿Cómo llegaste a convertirte en aspirante del Partido Liberal?
R. Yo me he considerado un activista anticorrupción, y me gusta dirigirme a los políticos de frente, sin importar de qué partido son. Algunas personas en el Partido Salvador de Honduras (PSH) vieron mi actuar y me invitaron a trabajar con ellos. En un momento yo decidí trabajar con el ingeniero Salvador Nasralla, y cuando él decidió pasarse al Partido Liberal yo también decidí pasarme, bajo el "Movimiento Vamos Honduras", que comenzó a dirigir él.
P. Y, ¿por qué ya no estás en el movimiento interno de Salvador Nasralla?
R. Porque el abogado Jorge Cálix es el candidato más joven, y está rodeado totalmente de jóvenes. Sus propuestas son claras, precisas y apegadas a las necesidades del país. P. ¿Cuándo decidiste dejar de apoyar a Nasralla para apoyar a Cálix?
R. A raíz del actuar del ingeniero Nasralla. Decidí apartarme durante el pasado mes de octubre. No me gustó como estaba tratando a los miembros de los otros movimientos. Sé que el ingeniero Nasralla es una persona con buenas intenciones, pero no tiene la preparación suficiente para dirigir a Honduras. Al ver al resto del candidatos siento que el que está mejor preparado es el abogado Cálix. No tengo nada en contra de Salvador, pero sus propuestas son alocadas. Por ejemplo, quiere poner un tren bala, aquí en Honduras, y un tren bala ni Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) lo tiene, solo lo tienen potencias como Japón y China.
Para llegar a tener un país desarrollado primero hay que desarrollarlo. Y aquí en Honduras primero hay que resolver la seguridad, generar empleos y mejorar la educación.
Otra de las propuestas que no me gustó de Salvador Nasralla es que tendría un pacto con las maras.
P. Si hay algo un denominador común entre Nasralla y Cálix es que ambos impulsaron el triunfo del oficialista Partido Libertad y Refundación (LIBRE) en las elecciones presidenciales pasadas.
R. Al igual que muchos hondureños, se sienten traicionados. Nos sentimos traicionados. No solamente por Xiomara, Manuel Zelaya o el partido LIBRE, que mintieron de una manera descarada, con promesas que sabían que no podían cumplir. Dijeron que iban a traer una Misión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH), y que iban a vender el avión presidencial y los vehículos de lujo del Estado. Lo que hicieron fue comprar más carros de lujo.
P. En lo que respecta al movimiento interno del que formas parte, ¿qué problemas han identificado y qué buscan resolver?
R. Además del la seguridad, empleos y educación. En nuestro movimiento hemos identificado otro problema en el acceso al transporte público. Existe la gran necesidad de mejorar todo el sistema de autobuses colectivos, taxis y las carreteras, para que la ciudadanía pueda moverse. Además es necesario darle seguridad al transporte, ya que siguen en aumento los asaltos, las amenazas y secuestros en todo el territorio.
P. ¿Te sientes satisfecho con el puesto al que aspiras y crees estar preparado para asumirlo en caso de ser elegido tras las internas del 09 de marzo?
R. Yo participo primero porque me gusta el ejercicio. Como joven quiero ser escuchado, y quiero llevar el mensaje de otros jóvenes. Somos los jóvenes los que estamos migrando por la misma inseguridad y la falta de empleos, y no estamos siendo escuchados. Quede o no, yo le que quiero decirle a la ciudadanía es que desde este campo me quiero desenvolver, para darle voz a las necesidades que los jóvenes estamos atravesando.
P. ¿Cómo conseguiste vos ser escuchado en este espacio?
R. Hablando de la realidad, de la cotidianidad, con datos. Desde lo que, como joven, estoy viviendo. El aumento de la pobreza, los homicidios que vemos a diario en todas partes. Demostrar que aquí no hay verdadero combate al crimen, la delincuencia y corrupción.
P. ¿Y los problemas institucionales?
R. El problema es que hay indicios de que LIBRE quiere quedarse en el poder a la fuerza, al estilo Venezuela y Nicaragua, dándole el Ejecutivo a Rixi Moncada, actual ministra de Defensa. Quieren dejarla aunque no tenga ni fuerza ni arrastre político.
P. ¿Qué te indica que LIBRE quiera quedarse en el poder "por la fuerza"?
R. La relación con gobiernos ilegítimos como el de Nicolás Maduro es bastante cercana, y siempre hablan de tener apoyo revolucionario, sobre cómo tener el control de las Fuerzas Armadas (FF.AA.). Además, tienen a una precandidata oficialista dirigiendo a las FF.AA y administrando sus recursos.
Hay que tomar en cuenta también que las maletas electorales las manejan los militares. Esos factores nos hacen ver que LIBRE tiene intenciones de quedarse por la fuerza.
NOTA DEL EDITOR: El mandato constitucional de las Fuerzas Armadas de Honduras es proteger el sufragio y a la ciudadanía antes, durante y después de los procesos, más no "manejar" material electoral. Esto incluye el traslado de las papeletas y los resultados.
P. Si tu candidato, Jorge Cálix, no resulta electo en el proceso primario, ¿a quién respaldarías y por qué?
R. Yo lo tengo claro. Confío en que ganará Cálix, pero lo importante es que gane el Partido Liberal de Honduras. Por ende estoy a favor de mantener la unidad liberal. No estoy dispuesto a apoyar a alguien fuera del partido.
P. ¿En qué radica la importancia de participar en los comicios internos?
R. Es sumamente importante participar en las internas porque desde ahí la ciudadanía comienza a ejercer su derecho, y a manifestar su comportamiento. Elige a sus propios candidatos, y la ciudadanía tiene que abrirse en su actuar político para que se vayan dando los cambios que necesitamos.
Si ganan los mismos, van a seguir haciendo lo mismo, por eso es importante que las propuestas nuevas sean electas desde las internas. Son miles de nuevos votantes en estas elecciones, todos jóvenes, que quieren sentirse representados por otros jóvenes.
NOTA DEL EDITOR: De las y los 5,879,639 hondureños habilitados para ejercer el voto en 2025, según el Registro Nacional de las Personas (RNP), 697,203 son nuevos votantes, quienes podrán participar en las elecciones primarias y generales.
P. En tus propuestas de campaña, ¿cuál es el atractivo o la novedad?
R. La creación de Centros de Capacitación Vocacional, donde las personas puedan aprender un oficio y que ese trabajo sea retribuido. Que la gente pueda aprender, ganar y salir poco a poco adelante.
P. ¿Cómo has logrado avanzar en tu desarrollo político, social o empresarial? ¿Cuentas con apoyo?
R. En el ámbito político no. Ni siquiera vengo del tradicionalismo político desde la familia. Mi mamá es gran cachureca (nacionalista), y mi papá es un gran ñángara (oficialista); y viene su hijo y les sale liberal. No vengo por tradición, sino por la convicción de un cambio verdadero, porque sé lo que cuesta estudiar y vivir aquí. Yo estudio en una universidad privada, y yo me la costeo. Todo lo que yo consumo sale de mi bolsillo.
En el ámbito empresarial, yo solo comencé, con algo pequeño, y ahora estoy en vías de crecimiento. Desde hace un par de años decidí emprender y al día de hoy me sigue costando, y por eso creo que somos un país que poco a poco puede recuperarse.
P. ¿Cuál es entonces el principal motor del cambio en una sociedad?
R. La gente tiene que tener ganas de cambiar, de vivir de un oficio, de tener un trabajo retribuido y de salir adelante. Tenemos que venir con nuevas ideas.
P. ¿Cuáles son esas nuevas ideas? ¿Dónde están?
R. Es difícil pensar en el desarrollo y en las cosas tecnológicas del primer mundo si los problemas tan básicos no han sido resueltos. En este país si alguien quiere emprender lo primero que tiene que hacer es pagar un impuesto de guerra (a las maras y pandillas). Por eso, nuestras propuestas vienen a raíz de nuestra realidad. Una vez resuelto el tema de seguridad, tenemos que pensar en atraer la inversión extranjera, innovar con el uso de la Inteligencia Artificial y toda la tecnología. Hay que empezar con lo primero.
P. ¿Crees que una alianza entre el Partido Nacional y el Partido Liberal es necesaria para evitar que LIBRE continúe en el poder?
R. Todos sabemos quién es el verdadero enemigo. Cuando el partido LIBRE era oposición se aprovechó de la coyuntura que tenía el Partido Nacional por el tema del narcotráfico, la corrupción, etcétera. Ahora que LIBRE está en el poder, está queriendo perpetuarse.
Yo estaría de acuerdo con que se dé la unidad opositora, porque el principal enemigo es el comunismo. El comunismo no sirve. Honduras no es comunista y no queremos un régimen que sea controlado por una familia.
P. ¿Es viable esa unidad entre liberales y nacionalistas?
R. Sí. Estamos en un proceso democrático. Nosotros no tenemos nada en contra de los nacionalistas. Sabemos quiénes son ellos y que algunos están metidos en cosas lícitas. Sabemos también quién es el enemigo. El enemigo es el comunismo y el objetivo es impedir que en Honduras se perpetúe un régimen comunista. Estamos a tiempo, y tenemos que estar listos para ir a votar. Solo en las urnas los vamos a poder vencer.
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