Un nutrido grupo de parlamentarios de Latinoamérica, organizaciones de derechos humanos y grupos de la oposición nicaragüense en el exilio se plantea ingresar de forma inédita a Nicaragua desde el territorio costarricense, con el objetivo de constatar in situ el estado de las presas y presos políticos detenidos por el régimen de Daniel Ortega.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Derechos humanos
San José, Costa Rica
Diputados y activistas argentinos, costarricenses, mexicanos, brasileños, peruanos, dominicanos y de otras naciones, provenientes de fuerzas políticas de izquierda; organizaciones nicaragüenses obligadas a trabajar desde el exilio; entidades de derechos humanos de la región; y grupos representativos de la diáspora nicaragüense en Costa Rica. Todos planean ingresar a Nicaragua a través de la frontera en Peñas Blancas este viernes 08 de julio, para intentar constatar la situación de los rehenes políticos en el país centroamericano.
La denominada Comisión Internacional por la Vida y la Libertad de las y los Presos Políticos en Nicaragua tiene como objetivo visitar las celdas de Auxilio Judicial en Managua, las prisiones La Modelo y La Esperanza en Tipitapa, los centros penitenciarios de Wiwilí, Granada y Chinandega, y las viviendas particulares en donde se encuentran algunos de los reos bajo el régimen de casa por cárcel.
A través de una rueda de prensa desde San José, capital costarricense, la coalición aseguró que se realizaron diversas gestiones en distintas embajadas de Nicaragua para obtener el beneplácito del régimen Ortega-Murillo. "Todas las gestiones tuvieron el carácter de solicitar el ingreso al país, aunque no existe ningún impedimento legal que nos prohiba entrar al territorio nacional", explicaron la tarde de este jueves 07 de julio, a pocas horas de emprender el viaje.
Una comitiva encabezada por la izquierda latinoamericana
Alejandro Bodart, Secretario General del Movimiento Socialista de los Trabajadores en Argentina, aseguró que la pareja dictatorial nicaragüense debe estar preocupada por la iniciativa debido a que "se le cae la careta, porque una cosa es cuando la derecha cacarea, y la Bachelet y todos estos forros del imperialismo, que van a Venezuela y hablan de los derechos humanos pero en realidad lo que quieren es que la derecha, la burguesía chape la manija. Les es muy fácil a todos los fantoches como Ortega decir: 'bueno, eso es el imperialismo y la CIA'. Pero tiene un problema con nosotros, porque esta comisión es de izquierda. Es de izquierda revolucionaria, de gente que tenemos pergaminos de sobra para demostrar que somos verdaderamente socialistas".
"Si Ortega no accede, está claro que quiere ocultar lo que pasa en el país", aseguró la comisión.
Por otra parte, Luciana Echevarría, diputada de Córdoba, Argentina, puntualizó que Ortega no los puede acusar de "golpistas" debido a que representan a un colmado grupo de entidades de izquierda. Además, la parlamentaria aclaró que ella y un grupo de diputados argentinos se reunieron con la Cancillería de su país, para que dicha entidad facilitara de forma directa al régimen de Nicaragua las notas emitidas por la comisión, un bloque que también hace eco en la exigencia a los Estados de izquierda que aún no rompen relaciones con la dictadura nicaragüense.
Según las declaraciones, el bloque fue aglomerado gracias al llamado de organizaciones como la Asociación Madres de Abril (AMA) y el sector estudiantil nicaragüense, así como exiliados y entidades políticas.
Y aunque la dictadura nicaragüense les prohiba el ingreso al país, como es de esperarse, el bloque se comprometió a seguir la denuncia internacional y local, documentando aún más la situación de derechos humanos en Nicaragua.
Los voceros de la iniciativa aseguraron en la conferencia de este jueves que continúan solicitando al Gobierno costarricense que no reconozca ni apoye la propuesta presidencial de Nicaragua para el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), así como el no reconocimiento del régimen Ortega-Murillo.
La agrupación hizo hincapié en que es un bloque "independiente del imperialismo, de la OEA y de Estados Unidos", y denuncia la instauración de una "dictadura capitalista" en Nicaragua.
Esta es la segunda vez que se intenta una caravana de este tipo desde el inicio del éxodo masivo de nicaragüenses hacia Costa Rica en 2018. La primera no logró ingresar al país, a pesar de estar encabezada por nicaragüenses exiliados que intentaron retornar en grupo como un acto pacífico para exigir, al igual que ahora, la liberación de las presas y presos políticos, y el retorno del Estado de Derecho en la nación.
"Ortega ha traicionado el legado de la revolución sandinista. Ha traicionado el legado de Sandino. Ha traicionado a miles de personas de la izquierda latinoamericano que fueron a Nicaragua en 1989 a luchar contra la dictadura de Somoza. Es criminal. Usa a sus nietos como escudo humano en su búnker", denunció la coalición de izquierda socialista.
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