El dengue ha alcanzado proporciones alarmantes en Centroamérica, con cifras preocupantes que revelan la magnitud del problema en la región. En Honduras, se han registrado más de 10,572 casos sospechosos de la enfermedad, con diez muertes reportadas en lo que va del año 2024. Mientras tanto, Nicaragua lidera la lista con 17,339 casos confirmados, seguido de Guatemala con 12,570, Costa Rica con 6,939, Panamá con 5,194 y El Salvador con 1,570. La gravedad de la situación ha llevado a la Unión Europea a destinar 1.5 millones de euros en ayuda humanitaria para reforzar la respuesta a este incremento de casos en varios países de la región.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
En Centroamérica, la preocupación por el incremento de casos de dengue ha alcanzado niveles alarmantes. Honduras, Nicaragua y Guatemala están entre los países más afectados por esta enfermedad transmitida por mosquitos, con cifras que dan cuenta de una situación crítica en la región.
En Honduras, el dengue ha cobrado la vida de diez personas y ha afectado a más de 10,572 individuos en lo que va del año 2024, según informes proporcionados por el portavoz de la Secretaría de Salud, Miguel Osorio. Esta cifra sitúa a Honduras como el tercer país con mayor incidencia de casos sospechosos de dengue en Centroamérica, después de Nicaragua y Guatemala.
El mosquito Aedes Aegypti, vector responsable de transmitir el dengue, el zika y el chikunguña, sigue representando una amenaza significativa para la población hondureña. Los países de Centroamérica, según expertos consultados por este medio, viven la circulación de cuatro serotipos de dengue, lo que complica aún más la situación.
Las autoridades sanitarias han intensificado las medidas de control y prevención, implementando campañas de eliminación de criaderos de mosquitos, limpieza de áreas propensas a la acumulación de agua estancada y fumigación en las ciudades más afectadas. A pesar de estos esfuerzos, la comunidad médica ha solicitado una declaración de "emergencia nacional" ante el brote de dengue, recordando la devastadora epidemia que azotó a Honduras en 2019, con más de 112,000 casos registrados y 180 muertes.
Por su parte, Guatemala también enfrenta una situación crítica. Según la Dirección de Epidemiología y Prevención del Riesgo del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), se han reportado un total de 14,697 casos de dengue en lo que va del año, con nueve personas fallecidas a causa de complicaciones de la enfermedad.
La incidencia del dengue se ha extendido a lo largo de varios departamentos del país, sobrepasando incluso los registros nacionales en áreas como Zacapa, Jutiapa, Santa Rosa, Sacatepéquez, Baja Verapaz, Quetzaltenango, y otros más. Además, se suma la preocupación por los casos confirmados de zika y chikunguña, que aumentan la carga sobre el sistema de salud guatemalteco.
Ante esta situación, el MSPAS ha declarado alerta epidemiológica y ha instado a la población a intensificar las medidas preventivas, como el lavado constante de recipientes para evitar la acumulación de agua estancada, y la búsqueda de atención médica temprana ante la presencia de síntomas asociados al dengue.
La gravedad de la situación ha llamado la atención a nivel internacional. La Unión Europea anunció recientemente una inversión de 1.5 millones de euros en ayuda humanitaria para reforzar la respuesta al aumento de casos de dengue en Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Bolivia. Estos fondos, gestionados por la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas, serán implementados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El objetivo de esta ayuda es fortalecer la capacidad de vigilancia, detección precoz y gestión clínica de los casos más graves, especialmente en poblaciones vulnerables como aquellas que sufren de malnutrición aguda. La UE ha destacado la importancia de actuar con celeridad ante el incremento de casos de dengue, especialmente ante la llegada de la temporada de lluvias, que podría agravar la situación en Centroamérica.
El aumento alarmante de casos de dengue en Centroamérica es una llamada de atención para las autoridades sanitarias y la comunidad internacional. La prevención y el control de esta enfermedad deben ser prioridades en la agenda de salud pública, con acciones que van desde la eliminación de criaderos de mosquitos hasta la promoción de medidas de protección personal. Es fundamental que los Gobiernos de la región, en colaboración con organizaciones internacionales y la sociedad civil, trabajen de manera coordinada para enfrentar esta emergencia de salud pública y evitar que el dengue siga cobrando vidas y afectando la calidad del día a día de millones de personas en Centroamérica.
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