Nicaragua e Irán dan un paso significativo en su relación bilateral al aprobar dos nuevos acuerdos de cooperación. La Asamblea Nacional del país centroamericano ha respaldado la creación de una Comisión Mixta Intergubernamental y un Memorándum de Entendimiento para el suministro médico. Estos acuerdos buscan fortalecer la cooperación económica, comercial, científica y técnica entre ambos países.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
En una sesión celebrada este miércoles 28 de junio de 2023, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó varios acuerdos con la República Islámica de Irán, en un intento por promover la cooperación económica, comercial y científica entre ambos países. Sin embargo, estos acuerdos siguen despertando preocupaciones tanto a nivel nacional como internacional debido a los antecedentes de cooperación fallida entre Irán y Nicaragua, y a la visita reciente del presidente iraní, Ebrahim Raisí, a la capital del país centroamericano.
El Memorándum de Entendimiento para la Creación de la Comisión Mixta Intergubernamental entre Nicaragua e Irán busca sentar las bases para la colaboración en áreas como la economía, el comercio y el intercambio científico y técnico. Asimismo, otro acuerdo aprobado la mañana de este miércoles establece el marco jurídico para facilitar el suministro médico de laboratorios y farmacéutica entre los ministerios de Salud de ambos países. Además, se dio luz verde a un Memorando de Entendimiento entre la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua y el Ministerio de Justicia de Irán.
No obstante, se desconoce con exactitud las determinaciones en dichos acuerdos, los cuales, según fuentes consultadas por la Redacción de COYUNTURA, estarían en la agenda oficial desde la llegada de Raisí para efectuar conversaciones con el mandatario Daniel Ortega el martes 13 de junio de este año.
A pesar de estos nuevos acuerdos, es importante destacar que los intentos previos de cooperación entre Irán y Nicaragua no han alcanzado los resultados esperados. En el pasado, se han anunciado numerosos acuerdos y proyectos de inversión que nunca se materializaron, principalmente debido a la falta de viabilidad y recursos. Áreas como la construcción de infraestructura, la cooperación científica y cultural, y el desarrollo de lazos comerciales han sido afectadas por la falta de implementación de estos acuerdos.
Además, la reciente visita del presidente iraní, Ebrahim Raisí, a Managua generó bastante inquietud a nivel regional e internacional. Irán es considerado por muchos países como un "régimen peligroso" debido a su enemistad con Estados Unidos y su historial de actos desestabilizadores en Medio Oriente. Durante la administración de Barack Obama hubo un intento de acercamiento entre ambos países, pero esto se vio eclipsado durante el Gobierno de Donald Trump.
El reconocimiento por parte de Irán del actual período de Daniel Ortega en Nicaragua y la posible cooperación militar entre ambos países también han suscitado preocupación. Se ha informado que representantes de Irán y Nicaragua han sostenido reuniones para discutir la colaboración en el ámbito militar, con el objetivo de contrarrestar la influencia estadounidense en la región.
Aunque Estados Unidos ha expresado preocupación por el comportamiento desestabilizador de Irán e incluso por la relación entre Nicaragua y el régimen de Vladimir Putin en Rusia, ha evitado comentar directamente sobre la visita de Raisí a América Latina, ya que su enfoque se centra en sus propios intereses de seguridad nacional en la región.
Mientras tanto, en Nicaragua, la población se cuestiona cuál será el beneficio real de esta visita y de los acuerdos aprobados, y ratificados esta semana por el Legislativo. Hasta ahora, los acuerdos anteriores no han brindado resultados tangibles para la población nicaragüense.
Algunos sugieren que la verdadera motivación detrás de esta visita es la utilización de Irán como plataforma para el tráfico de recursos obtenidos por el régimen de Ortega en negocios turbios como la electricidad, el combustible y el oro.
A la luz de los antecedentes de cooperación fallida, es importante analizar la viabilidad de los nuevos acuerdos anunciados. En el pasado, se han realizado múltiples promesas y acuerdos que no han prosperado en su implementación. Proyectos como la construcción de centrales hidroeléctricas, viviendas populares, plantas procesadoras de leche y puertos adicionales se han quedado en meras promesas, a excepción de una policlínica de salud en un barrio de Managua.
Además, la capacidad de Nicaragua para llevar a cabo una cooperación científica y cultural con Irán es cuestionable. La educación superior ha sido seriamente afectada bajo el régimen de Ortega y su esposa Rosario Murillo.
En cuanto a la cooperación comercial, surgen dudas sobre qué productos nicaragüenses podrían ser atractivos para la economía de Irán. La distancia geográfica, la falta de rutas comerciales y la infraestructura logística deficiente dificultan cualquier acuerdo comercial significativo. Hasta la fecha, no se han registrado intercambios comerciales significativos entre ambos países, y Nicaragua no figura en las cuentas comerciales de Irán.
La población nicaragüense espera que estos acuerdos se traduzcan en mejoras concretas en sus condiciones de vida y en el desarrollo del país, pero solo el tiempo dirá si esta cooperación resultará en beneficios tangibles para la nación centroamericana.
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