Esta decisión marca un hito en las relaciones diplomáticas entre ambos países y busca facilitar los viajes mutuos de las y los ciudadanos, fortaleciendo así los "lazos bilaterales". El acuerdo exime a nacionales titulares de pasaportes vigentes del requisito de visado al visitar el territorio del otro país, simplificando las formalidades de viaje y promoviendo el intercambio cultural, turístico y comercial entre Kazajistán y Nicaragua, una relación joven y sin rumbo fijo.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
La reciente anuencia del decreto legislativo de aprobación del acuerdo entre la administración de Kazajistán y el régimen de Nicaragua sobre la supresión mutua del requisito de visado se enmarca dentro de la reconfiguración diplomática liderada por el mandatario Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo en los últimos años. Este enfoque estratégico busca el apadrinamiento y el apoyo de regímenes autoritarios en constantes conflictos internacionales, con el objetivo de fortalecer la posición externa de Nicaragua y diversificar sus relaciones bilaterales.
El acuerdo de supresión de visado con Kazajistán se suma a una serie de medidas tomadas por la administración sandinista para expandir sus vínculos con naciones que comparten intereses similares. Esta estrategia diplomática busca reducir la dependencia de Nicaragua de las relaciones tradicionales con Estados Unidos y otros países de la región, buscando nuevas alianzas en diferentes partes del mundo, principalmente con regímenes acusados de violaciones sistemáticas a los derechos humanos y constitucionales.
Ortega ha establecido acuerdos con diversos países que comparten posturas políticas afines, como China, Irán, Cuba, Venezuela y Rusia. Estos acuerdos abarcan una amplia gama de áreas, desde inversiones económicas y cooperación comercial hasta acuerdos de seguridad y tecnológicos. La supresión del requisito de visado con Kazajistán se enmarca dentro de este contexto de búsqueda de apoyo internacional y consolidación de alianzas estratégicas.
Si bien el acuerdo de supresión de visado con Kazajistán tiene como objetivo "facilitar" los viajes mutuos y "fortalecer los lazos bilaterales", es importante reconocer que esta medida también se inserta en un contexto más amplio. Nicaragua busca diversificar sus relaciones internacionales y ampliar su influencia en la arena global, estableciendo vínculos con países que puedan brindar respaldo político y económico.
Es preciso mencionar que este enfoque diplomático no está exento de controversia y críticas. Algunos sectores argumentan que la búsqueda de apoyo de regímenes autoritarios puede comprometer, aún más, los valores democráticos y los derechos humanos en Nicaragua.
Además, existe preocupación sobre la dependencia del país centroamericano de estas alianzas, que podrían tener implicaciones a largo plazo en la autonomía y soberanía del país.
A pesar de las opiniones encontradas, la aprobación unánime del acuerdo de supresión de visado por parte de la Asamblea Nacional destaca el respaldo político interno a esta estrategia diplomática y refuerza la posición del régimen Ortega-Murillo en la implementación de su agenda internacional.
El Decreto Legislativo de Aprobación del Acuerdo entre el Gobierno de la República de Kazajistán y el Gobierno de Nicaragua sobre la supresión mutua del requisito de visado entrará en vigor una vez que ambas partes hayan cumplido con los procedimientos internos necesarios.
Se espera que esta medida contribuya a fortalecer los lazos políticos, económicos y culturales entre Kazajistán y Nicaragua, en línea con los objetivos de la reconfiguración diplomática liderada por el régimen de Ortega, aunque hasta el momento se desconocen los alcances concretos de esta "amistad" o de la reciente medida.
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