Parece que ya todo está listo. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador espera la inscripción de candidatos a todos los niveles gubernamentales hasta el próximo 26 de octubre. Nayib Bukele sigue siendo el favorito para alcanzar un segundo mandato presidencial, aunque la Constitución Política se lo prohíbe.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
San Salvador, El Salvador
Las elecciones presidenciales en El Salvador se encuentran en el horizonte, y el país centroamericano se prepara para un proceso de votación que promete ser apasionante y controvertido. La segunda contienda más importante en los últimos años. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha oficializado el inicio de la campaña, que terminará en febrero de 2024, marcando el comienzo de una contienda en la que varios candidatos buscarán el máximo cargo de la nación. Sin embargo, todos los ojos están puestos en Nayib Bukele, el actual mandatario salvadoreño, quien busca la reelección a pesar de las dudas y varios prohibiciones constitucionales que rodean su candidatura.
El espectro político salvadoreño se presenta diverso, con varios partidos en la contienda. Entre los candidatos a la Presidencia se encuentran Joel Sánchez e Hilcia Bonilla del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA); Manuel Flores y Werner Marroquín del partido de izquierda Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN); Luis Parada y Celia Medrano del partido Nuestro Tiempo; y Nayib Bukele y Félix Ulloa, actuales presidente y vicepresidente del país, quienes compiten bajo la bandera de Nuevas Ideas. Esta última candidatura ha generado una polémica constante desde que Bukele anunció su intención de reelegirse en el cargo.
Reelección
En 2021, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) salvadoreña, designada por el Congreso Legislativo, emitió una resolución que autorizaba a Bukele a buscar la reelección presidencial, a pesar de que al menos seis artículos de la Constitución prohíben la reelección continua. Bukele, quien en su pasado consideraba que la reelección no era posible, cambió su postura en septiembre del año 2022. Dice que es necesaria la "continuidad" de sus proyectos estatales.
No obstante, hace algunos meses y años, el actual mandatario argumentó que no podía ser presidente quien hubiera desempeñado el máximo cargo del Poder Ejecutivo por más de seis meses consecutivos o no, durante el período inmediato anterior o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencial. En su interpretación, el "período inmediato anterior" no es el suyo, sino el del expresidente Salvador Sánchez Cerén, quien gobernó entre 2014 y 2019. Por lo tanto, él no tendría prohibición de buscar la reelección presidencial.
En cuanto a la Presidencia en "los últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencial," Bukele espera pedir licencia o renunciar a su cargo seis meses antes de la fecha de toma de mando en junio de 20240, para no contravenir ese inciso constitucional.
La controversia en torno a la candidatura de Bukele ha sido ampliamente debatida, y la resolución de la Corte Suprema de Justicia sigue siendo motivo de preocupación para muchos sectores de la sociedad salvadoreña.
A pesar de todo, y las cuestiones constitucionales, Nayib Bukele mantiene una alta popularidad tanto en El Salvador como en la región latinoamericana. Su régimen de excepción, que ha llevado a la detención de más de 70,000 personas acusadas de pertenecer a grupos criminales, ha sido efectivo para "liberar" áreas del país centroamericano que anteriormente estaban bajo el control de pandillas como la Mara Salvatrucha (MS13) o el Barrio 18 (B18). Esta medida ha sido bien recibida por muchos salvadoreños, aunque organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación independientes han denunciado violaciones a los derechos constitucionales de miles de personas.
Los partidos opositores, ARENA y FMLN, que gobernaron El Salvador durante treinta años antes de la llegada de Bukele, enfrentan una batalla cuesta arriba. Las encuestas indican que la preferencia de voto para Bukele supera el 68 % hasta este momento, mientras que los partidos de oposición apenas llegan al 5 %. Esa falta de una oposición sólida plantea desde ya desafíos significativos para la democracia en el país y su sistema de gobierno.
5.5 millones de salvadoreños
En febrero de 2024, más de 5.5 millones de salvadoreños tendrán la responsabilidad de elegir a sus próximos gobernantes, tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo y las municipalidades. La fecha límite para que los partidos políticos registren a sus candidatos es el jueves 26 de octubre de este año. Hasta el momento, el FMLN es el único partido que ha formalizado su solicitud para registrar su fórmula presidencial ante el Tribunal Supremo Electoral.
Aunque Nayib Bukele y Félix Ulloa aún no se han inscrito oficialmente para participar en la contienda, fueron nombrados como precandidatos de Nuevas Ideas en julio de este año. Tienen hasta la fecha límite para formalizar su candidatura ante el TSE.
El inicio de la campaña electoral ha sido marcado por la controversia en torno a la "propaganda permanente" de Bukele. Si bien las leyes electorales salvadoreñas no prohíben el inicio de la campaña antes de registrar candidatos, el Código Electoral establece que "la propaganda electoral solo se permitirá cuatro meses antes de la fecha establecida por la Ley" en el caso de los candidatos presidenciales.
La oposición ha acusado al oficialismo de no cumplir con esta normativa y de mantener una constante presencia en los medios de comunicación. También han señalado una falta de acción por parte de las instituciones encargadas de hacer cumplir las normas electorales en el país.
La contienda por venir
A pesar de las controversias, la democracia salvadoreña se enfrenta a una elección crucial en 2024. Los ciudadanos elegibles tendrán la oportunidad de votar por alcaldes, concejos municipales, diputados nacionales y la fórmula presidencial que gobernará El Salvador durante los próximos cinco años. La participación de Nayib Bukele y su búsqueda de la reelección inmediata hacen que este proceso sea único en la historia democrática del país.
La incertidumbre y la controversia rodean esta elección, y la mirada del mundo se fija en El Salvador mientras se desarrolla una campaña electoral que promete ser apasionante y llena de desafíos para la joven democracia salvadoreña. El 04 de febrero de 2024, las y los salvadoreños decidirán el futuro de su nación en las urnas, y la región y el mundo observará con atención los resultados de esta contienda histórica.
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