Jóvenes, adultos y ancianos. Bachilleres, licenciados y doctores. Mujeres y hombres. Heterosexuales y personas LGBTIQ+. Campesinos, empresarios, pobres y élites. El sandinismo nos trata por igual a todas y todos. Chamorro, Lacayo, y hasta quienes tienen los apellidos menos populares.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
Las autoridades nicaragüenses anunciaron el 10 de septiembre de 2024, un incremento en el número de ciudadanos a los que se les ha privado de su nacionalidad, elevando la cifra a 452 en los últimos dos años. Este aumento se produce tras la expulsión de 135 presos políticos, quienes fueron excarcelados el 05 de septiembre y enviados a Guatemala, en un acto que subraya la creciente y subreal represión del régimen de Daniel Ortega. A estas personas, además, se les ha "desterrado de facto", según una fuente del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y otra de la Asamblea Nacional -controlada por dicho partido político- consultada por COYUNTURA bajo la condición de anonimato por seguridad.
"Si estudiabas en una universidad, tus registros ya no existen. Si había una bicicleta en la dirección de tu cédula de identidad al momento de la confiscación, se la llevaron. El sandinismo quiere eliminar todo registro y prueba de la existencia de disidentes, para dar fe de su mundo paralelo", comentó una de las 452 personas desnacionalizadas.