Las muertes por accidentes de tránsito han alcanzado niveles preocupantes en Nicaragua, con un repunte significativo en la semana del 17 al 23 de julio de 2023, cuando se reportaron 20 personas fallecidas en todo el país. Esta problemática es especialmente grave en las regiones caribeñas, como Bluefields, y en el departamento de Rivas, donde factores como el exceso de velocidad, el consumo de alcohol y la falta de educación vial continúan siendo los principales detonantes de estas tragedias.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
En la escuela de manejo "El Profesional", ubicada en el Caribe Sur de Nicaragua, el instructor Rafael Calero expresa su preocupación por el aumento de los accidentes viales en la región. Según sus observaciones, el abuso de la velocidad y el consumo de alcohol siguen siendo los factores desencadenantes más comunes en las tragedias viales, hasta agosto de este año.
Un caso reciente que resalta la gravedad de la situación ocurrió en El Rama, donde una joven de 24 años, Luisa Judith Leiva, perdió la vida en un accidente de tránsito, mientras el causante del incidente permanece prófugo de la Policía Nacional. Además, en las carreteras de Bluefields, donde circulan poco más de 800 vehículos al día, los accidentes con víctimas fatales son cada vez más frecuentes, dejando incluso daños materiales y personales significativos.
La educación y concienciación vial son factores fundamentales para prevenir estas tragedias, según destaca el instructor Calero. No obstante, la falta de preparación y responsabilidad de muchos conductores se ha convertido en la principal causa de los sucesos trágicos en las vías del país centroamericano.
Los datos proporcionados por las autoridades de Tránsito Nacional, una entidad suscrita a la Policía Nacional, refuerzan esta preocupación, ya que en la semana del 17 al 23 de julio de 2023 se registraron 788 colisiones, con un total de 20 personas fallecidas. De estas víctimas, 11 eran conductores de vehículos, nueve eran motociclistas, siete eran peatones y dos eran pasajeros. Las principales causas detrás de estos accidentes fueron el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol, giros indebidos, falta de distancia y la negligencia ante las señales de tránsito.
Además de los factores humanos, el mal estado de algunas carreteras y el uso irresponsable de teléfonos móviles mientras se conduce también contribuyen a la peligrosidad en las vías de todo el territorio nacional.
Los departamentos de Rivas y Carazo han sido especialmente afectados, con casos recientes que han dejado múltiples víctimas y familias en luto. En uno de estos sucesos, dos motociclistas perdieron la vida en un choque frontal en la comunidad La Virgen, departamento de Rivas. La invasión de carril y el exceso de velocidad fueron los factores que provocaron esta tragedia, dejando esposas y hermanas destrozadas emocionalmente y niños huérfanos.
En otro caso en el departamento de Rivas, un motociclista en estado de ebriedad se estrelló contra un árbol y falleció de manera instantánea. El conductor, de 33 años, deja una comunidad en duelo por su pérdida.
Estos incidentes han generado alarma en la población y en los pocos medios de comunicación local que quedan, pero la falta de una estrategia efectiva de educación vial y campañas de prevención continúa desde el Estado y las instituciones gubernamentales -controladas desde hace cuatro períodos por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)- siendo un obstáculo para reducir la cantidad de muertes en las carreteras del país.
Las autoridades de tránsito han implementado planes de seguridad y han aumentado el número de multas de forma alarmante, pero la gravedad de la situación sugiere que estas medidas no son suficientes. Según un exagente de tránsito consultado para este texto, muchos policías podrían estar involucrados en prácticas corruptas, aceptando sobornos para evitar sancionar a conductores irresponsables.
Además, la Policía, en lugar de enfocarse en garantizar la seguridad ciudadana y sobre las carreteras del país, está más involucrada como órgano estatal en asuntos políticos, lo que afecta su capacidad para abordar de manera efectiva el problema de los accidentes de tránsito.
La tragedia constante de los accidentes de tránsito es un problema creciente en Nicaragua que requiere de una estrategia integral y compromiso por parte de las autoridades, instituciones y la sociedad en general. Campañas de concientización, educación vial, regulación más estricta y medidas para prevenir la corrupción policial son algunas de las áreas clave que deben abordarse para reducir el número de muertes en las vías del país. Mientras tanto, las familias nicaragüenses continúan llorando la pérdida de seres queridos, víctimas de un flagelo que no parece tener tregua.
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