Abixael Mogollón es un joven periodista y podcaster nicaragüense de 29 años de edad. Escribe para La Prensa y las revistas Magazine y Domingo. Además es el escritor y presentador del programa La Republika, una de las producciones de audio más escuchadas del país.
Es egresado de la carrera de periodismo y en la actualidad desarrolla diversos formatos periodísticos, entre podcast, prensa escrita, sátira y radio. Se reconoce asimismo como activista de la libertad de prensa y de expresión, y desea "contar historias que se puedan escuchar, ver y sentir".
En esta edición especial de La Entrevista con cinco periodistas nicaragüenses, conversamos con el joven sobre su ejercicio, los retos que enfrenta el gremio del país y el papel que juegan los medios de comunicación en el contexto electoral de 2021.
¿Cómo te va en La Prensa?
"Estoy bien. Me siento bien. Escribo en la Revista Magazine y en Domingo. A veces, cuando tengo turno una vez al mes, escribo directamente para el diario (La Prensa). Me he acoplado al estilo".
¿Qué se siente ser editado por Fabián Medina?
"La verdad es que es bien exigente, Fabián, y eso me gusta, porque me obliga a mejorar, crecer y cuestionarme. Por ejemplo, cuando planteo un tema, me cuestiono desde el planteamiento, el proceso y hasta el final. La verdad me gusta el estilo de él porque es bien directo y lo agradezco mucho porque estoy creciendo bastante en ese aspecto. Aterrizar en los productos premium de La Prensa ha sido un desafío donde se exige bastante, y hoy siento que domino los formatos y las piezas pequeñas que son parte de la revista".
¿Cómo le fue a tu periodismo en el 2020?
"El 2020 fue el año más difícil, además del 2018. De manera personal por eso de estar aislado. Al día siguiente que se informó el primer caso de Covid-19 en Nicaragua, en La Prensa nos mandaron a trabajar desde nuestras casas. Eso fue un quiebre extraño y extremo; es una ruptura completa de la rutina. Los primeros tres meses fueron horrible, sin embargo, pude pasar más tiempo con mi familia, y en agosto nació mi segunda hija. He estado más tiempo con ellas y con mi esposa. En medio de todo, fue un año de oportunidades, por el crecimiento de La Republika. Y me he propuesto otras metas".
¿Cómo crees que le fue al periodismo independiente durante el 2020?
"En medio de todo, los colegas periodistas y los pocos medios de comunicación han hecho un gran esfuerzo para tratar de sobrevivir. Fue un año nefasto. Un año duro, porque ya arrastrábamos las diferentes crisis en los medios de comunicación, para subsistir económicamente, y las complicaciones de hacer periodismo en medio de una pandemia, sabiendo que hay que protegerse el doble, de la represión y de un virus que mata. Si antes trabajábamos con las uñas, ahora es peor, y el futuro es incierto y pesimista desde todos los puntos de vista. El país sufre lo insufrible y los periodistas estamos haciendo el trabajo en medio de las limitaciones".
¿Cómo crees que le irá al país en este año?
"Está claro. Será más de lo mismo. Represión, represión y más represión. Yo tomo como ejemplo estas cuatro leyes que se aprobaron para finalizar el 2021, y ya empezarán a aplicar. Son chistosas porque ellos no necesitan de leyes para meterte preso. A Medardo Mairena le dieron más de 200 años y eso es una cadena perpetua. No necesitan de una Ley de Ciberdelitos para meterse a los servidores de La Prensa o venir a mi casa a llevarse mis memorias, cámaras, o computadoras.
Esas leyes las aprobaron para darle legalidad a lo que hacen. Lo que está claro desde ya es que la dictadura va de nuevo con todo, en contra de todo, no es solamente con la oposición, sino contra el periodismo, contra el ciudadano que critica. Mi temor es que se vayan radicalizando más en un año decisivo. Este año puede ser un año de sorpresas, donde las cosas pueden cambiar, pero eso depende de los nicaragüenses y siempre hay que estar preparado para lo peor".
¿Vos cómo te estás preparando para lo peor?
"Más allá de la violencia física, lo que a mí más me preocupa es el lado digital, quizás porque es donde más me desempeño; en ese sentido, estoy recio con los protocolos de seguridad, cambiando contraseñas en todas mis plataformas y redes, poniendo más candados y respaldando la información. También me estoy preparando para las coberturas, en donde puede generarse violencia, aplicando lo que desde el 2018 se ha implementado, pero reforzarlo el doble porque no sabemos si habrá orden de disparar".
¿Cómo haces para manifestar tu crítica como persona y periodista?
"Ese es un peligro que corremos los periodistas en este contexto, en el que la imparcialidad no existe porque somos seres humanos. En los productos periodísticos, por ejemplo, no hay forma de perderse cuando hay una víctima y un verdugo, sin embargo, a veces los periodistas en Nicaragua podemos pecar de agarrar la bandera de opositores y eso no es nuestro trabajo. Yo me he ido modificando en no criticar por criticar".
¿Cuándo te permitís criticar?
"Ante todo, yo me permito criticar cuando hay violaciones a los derechos humanos, y eso es básico en el periodismo, porque a la vez es denunciar, exponer frente a la opinión pública lo que pasó. En el plano personal, desde mis redes sociales, yo trato de volar hasta lo impensable, y mi particularidad es hacerlo con humor porque es una de las cosas que ni la Policía o la dictadura va a podernos quitar. Al poder no le gusta que te rías de ellos, ni que los ridiculices. Esa herramienta funciona. Los reportajes extensos y bien documentados no se comparten tanto como cuando pones un meme o algo con humor y sátira".
¿El gremio periodístico debe aprovechar el contexto electoral para manifestar sus demandas?
"Yo creo que sí, y es válido. En primer lugar somos ciudadanos y el periodismo en este país es una profesión de alto riesgo. Ni la oposición, ni el Gobierno, ni la empresa privada van a venir a pisotearnos. Nadie. Merecemos respeto y a veces los periodistas andamos tan ocupados de nuestro trabajo que no nos damos cuenta de lo mal que nos tratan y a veces cansa estar denunciando que violan nuestros derechos. Al menos yo lo veo de esa forma. Todo el pueblo es víctima de esta gente. Para mí es importante el derecho a la verdad y a la justicia, y nosotros los periodistas tenemos derecho a ejercer nuestra profesión de manera civilizada".
Vos que estás en contacto directo con los actores políticos y sociales, ¿qué elementos tomas en cuenta para analizar sus discursos?
"En este contexto es complicado analizar el discurso de los políticos y agentes de oposición. Yo que estoy haciendo entrevistas extensas, casi todas las semanas, se ha vuelto complicado escuchar a esta gente; dicen tantas cosas de forma redundante. Nadie sabe explicar lo que hacen o lo que pretenden hacer. Como que hay mucha consigna vacía, y yo me he puesto como misión no entrevistar a gente que no me dice nada.
Yo me fijo mucho en las palabras que repiten y en las mil maneras que tienen de evadir las preguntas. En los políticos viejos es normal, pero muchos políticos jóvenes que están en la oposición ya están replicando esos discursos vacíos".
¿Qué tipo de protagonismo va a ejercer el periodismo en este contexto?
"Va a ser un trabajo fundamental porque, después de 1990, son las elecciones más importantes del país en los últimos 40 años. Desgraciadamente le vamos a dar cobertura en condiciones raquíticas para el periodismo, y la gente no debe de confundir el tener acceso a redes con la importancia de estar informado. El periodista es el que te pone en contexto lo que está pasando, y el periodista nicaragüense ha hecho su trabajo contra viento y marea.
Nuestro trabajo va a dar herramientas a la ciudadanía para discernir por quién votar. Hay una frase que escuché y me gusta mucho: "un electorado bien informado va a saber escoger bien a su candidato". A nosotros nos corresponde compartir el perfil de los candidatos, decir quién es quién, y lo que proponen; la gente de ahí se va a agarrar. Creo que el trabajo se va a centrar en seguir evidenciando los abusos de la dictadura y medirle las costillas a la oposición".
Vos que sos un nato contador de historias, ¿qué temáticas te gustaría priorizar en este año?
"Yo quiero tocar más temas del Caribe. Lo he tratado de hacer en el último año. Tocar este tema no solo del lado cultural o de lo negativo, porque del Caribe solo se escucha cuando hay 'Palo de Mayo' o cuando hay huracanes, habiendo tantas cosas qué contar y que no conocemos. Es una de las zonas más hermosas del país y está abandonada.
También quiero continuar dándole seguimiento a las desapariciones y asesinatos de campesinos en el norte del país".
¿Cómo te gustaría titular al 2021?
"Sin saber lo que va a ocurrir, el 2021 va a ser una oportunidad en todos los sentidos. Podría ser como 'la última oportunidad'. No veo a este país otros cinco años en esta misma situación. Yo soy joven, tengo una familia, quiero un futuro y no me voy a pasar una vida escribiendo sobre violaciones a los derechos humanos".
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